El Barcelona recupera el desplegable

A falta de oficializar el traspaso de Digne al Everton por unos 20 millones, el club decide reemplazar al lateral con Cucurella o Miranda, futbolistas del filial

Cucurella se lanza a por la pelota ante en Tottenham.Mark J. Terrill (AP)

La expresión la acuñó el entonces director deportivo Andoni Zubizarreta, exigido por la sanción FIFA que pendía en el club por la contratación irregular de menores y que suponía un castigo de dos ventanas de mercado sin poder fichar. “Trabajamos con el desplegable de jugadores que tenemos”, resolvió. Con el desplegable se refería al filial, a los chicos formados en la cantera que pedían turno en el primer equipo. Pero La Masia no estaba para tirar cohetes y menos lo estuvo con el paso del tiempo, resentida por las decisi...

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La expresión la acuñó el entonces director deportivo Andoni Zubizarreta, exigido por la sanción FIFA que pendía en el club por la contratación irregular de menores y que suponía un castigo de dos ventanas de mercado sin poder fichar. “Trabajamos con el desplegable de jugadores que tenemos”, resolvió. Con el desplegable se refería al filial, a los chicos formados en la cantera que pedían turno en el primer equipo. Pero La Masia no estaba para tirar cohetes y menos lo estuvo con el paso del tiempo, resentida por las decisiones de oficina, donde se primó el resultado al juego y se apostó por traer jugadores de fuera antes que por formar a los de casa. Aunque la escasez se dio por terminada en el curso anterior —por más que el filial descendiera a Segunda B— gracias a una generación estupenda de juveniles que se hizo con la Youth League (la Champions juvenil) por segunda vez en su historia. Jóvenes que irrumpen ahora en la gira americana del primer equipo y que, en algún caso, tendrán premio. Como Marc Cucurella (Alella, Barcelona; 20 años) o Juan Miranda (Olivares, Sevilla; 18 años), que ocuparán el lugar que deja vacío Lucas Digne, traspasado al Everton tras un pago que ronda los 20 millones y que se hará oficial en el momento que supere la revisión médica en Liverpool.

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En el Barcelona lo tienen claro. “El club va a apostar por los dos jugadores de la cantera”, resuelven desde la ciudad deportiva, conformes con el nivel que están dando los dos laterales del filial durante los entrenamientos de la gira norteamericana, también en el encuentro ante el Tottenham. Aunque la fórmula a emplear todavía se desconozca porque Valverde quiere verlos durante estas semanas para tomar una decisión: ascender a uno y el otro que se entrene (o no) con el primer equipo y aguarde su oportunidad al tiempo que compite en el filial; o que ambos se queden para los entrenamientos y, según rival y necesidades, los vaya convocando. Pero sucede que la intención del Barça puede rechinar con la voluntad, por ejemplo, de Cucurella, que entiende que su ciclo en el filial se ha terminado. Entre otras cosas porque tiene ofertas desde Alemania, España e Italia, todos equipos de Primera que le garantizan una plaza y minutos. “El club le ha pedido que se espere a que acabe la pretemporada para tomar una decisión”, señalan desde el entorno del jugador; “y como quiere triunfar en el Barça, lo hace encantado”.

Futbolista intenso y buen marcador, siempre con la radio puesta mientras juega porque no calla, Cucurella parece tener la delantera en el puesto por veteranía. Asimismo, espera que si no le dan la oportunidad, le dejen salir como cedido para evolucionar. Miranda, más técnico y profundo, con facilidad para poner centros medidos, también tiene boletos para el premio. “El Barça no le ha dicho nada porque él sabe que siendo juvenil va a estar en el filial. Pero si le dan la oportunidad, no se lo pensará ni un segundo porque tampoco hizo caso a otras ofertas para llegar algún día al Camp Nou”, aclaran desde el círculo íntimo del futbolista, que en su día descartó el interés del PSG, que también le quería para el filial, o de otros conjuntos de Primera que incluso le ofrecen un mínimo de partidos sujetos a una compensación económica en caso de no cumplirlos.

Miranda, durante el encuentro amistoso ante el Tottenham.FREDERIC J. BROWN (AFP)

Empeñado en recuperar su esencia y el juego que le llevó a ser la referencia del planeta fútbol, el Barça trata ahora de mimar a la cantera y así lo constató con las renovaciones de Peña, Chumi, Riqui Puig —otro que pide paso por tener el fútbol azulgrana en la cabeza, además de calidad tal y como demostró con el sombrero a Eriksen frente al Tottenham—, Abel Ruiz, Collado, Oriol Busquets… Apuesta que no ha impedido, sin embargo, la perenne fuga de talento por la diferencia salarial con la Premier o con equipos grandes que también ofrecen minutos en la élite como Joel López (optó por irse al Arsenal), Adrià Bernabé (al Manchester City), Robert Navarro (al Mónaco) y Pablo Moreno (a la Juventus). “Con según qué números no podemos competir. Deben escoger entre lo deportivo o lo económico”, se lamentan desde el club azulgrana, que ya ha retocado tres veces el salario base para los jugadores de la cantera para cortar de raíz la marcha de talento.

Aleñá tiene su sitio

Eso no impide, sin embargo, que los jóvenes den el salto como lo ha hecho Carles Aleñá —ahora lesionado muscularmente—, que en este curso tiene contrato con el primer equipo, y como lo hará a cuentagotas el central Jorge Cuenca, que ha impresionado a Valverde. La otra plaza está en el lateral izquierdo. Y, hasta el momento, Miranda jugó con el equipo de los profesionales en el amistoso ante el Tottenham —“tiene que pulir muchas cosas, pero posee grandes cualidades y ha mostrado poderío y una gran soltura, lo que es una buena noticia”, le valoró el técnico azulgrana— y Cucurella lo hizo en la segunda mitad con los canteranos.

Pero sea quien sea el escogido —que bien pueden ser los dos para que Valverde siga de cerca su evolución— para dar relevo a Jordi Alba en los duelos de menor calado, el club y sobre todo el técnico atienden de nuevo al desplegable, a La Masia.

Un lustro con el grifo atascado

En el último lustro apenas ha habido jugadores del filial que hayan dado el salto al primer equipo. Al menos que se hayan asentado porque en estos cinco años un total de 21 jugadores del Barcelona B han defendido la camiseta azulgrana en un partido oficial, la mayoría en los duelos iniciales de Copa, cuando el rival suele ser de Segunda B o Segunda; también algún encuentro de Champions, cuando el equipo ha cerrado la clasificación a los octavos de final como primero de grupo. 17 de ellos fueron un visto y no visto, futbolistas con unos pocos minutos antes de marcharse del club o volver al filial: Dongou (jugó 19 minutos), Patric (22), Adama Traoré (93), Halilovic (28), Edgar Ié (26), Kaptoum (134), Cantalapiedra (116), Cámara (30), Marlon (198), Borja López (90), Àlex Carbonell (69), Cardona (30), Nili (21), Gumbau (327), Arnáiz (221), Oriol Busquets (62), David Costas (32) y, finalmente, Cucurella (7), que ahora puede escribir su historia azulgrana en la élite.

Así, solo Sandro y Munir se atornillaron en el entonces equipo de Luis Enrique por exigencias del guion —debido a la sanción FIFA y al impedimento de fichar jugadores—, además de tener alguna oportunidad Sergi Samper, que fue invitado a salir del club para adaptarse a Primera en otra plaza. Queda por ver cuánto juega Aleñá (operado en Finlandia de una rotura del tendón del bíceps por el doctor Sakari Orava, que también trató en el curso anterior a Dembélé), que estrena contrato con el primer equipo, además de Cuenca, Cucurella y Miranda, que ya saben que entrenarán regularmente con Valverde y tendrán la posibilidad de acumular minutos.

Hay otros que también llaman a la puerta de Primera como el mediocentro Oriol Busquets y el delantero Abel Ruiz, además del medio Riqui Puig, que llamó la atención en el duelo ante los Spurs por su visión de juego y facilidad para componer fútbol. Y, aunque Valverde los tenga en sus pensamientos, de momento ninguno de ellos estará como fijo en el primer equipo azulgrana.

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