El PSG experimentará contra el Real Madrid un segundo fondo de ultras

El club parisino autorizará por primera vez que el llamado Block Parisii introduzca banderas, tambores y megáfonos en el fondo Boulogne, ocupado hasta 2010 por hooliganes y ultraderechistas

La afición del PSG en el Parque de los Príncipes.C. SIMON (AFP)

El Paris Saint-Germain pretende convertir el Parque de los Príncipes en una auténtica caldera para recibir al Real Madrid este martes, en el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones. El club presidido por el jeque catarí Nasser Al Khelaïfi experimentará contra el bicampeón de Europa un segundo fondo de ultras con el fin de empujar a los jugadores de Unai Emery hacia una hipotética remontada histórica, ...

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El Paris Saint-Germain pretende convertir el Parque de los Príncipes en una auténtica caldera para recibir al Real Madrid este martes, en el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones. El club presidido por el jeque catarí Nasser Al Khelaïfi experimentará contra el bicampeón de Europa un segundo fondo de ultras con el fin de empujar a los jugadores de Unai Emery hacia una hipotética remontada histórica, tras el 3-1 de la ida en el Santiago Bernabéu el pasado 14 de febrero.

Por primera vez, el club parisino autorizará que el llamado Block Parisii, compuesto por unos doscientos hinchas, introduzca banderas, tambores y megáfonos en el fondo Boulogne, ocupado hasta 2010 por hooliganesy ultraderechistas. Hasta el momento, la directiva del PSG se había negado por medidas de seguridad a dedicar un segundo espacio para sus fanáticos en las gradas del Parque de los Príncipes, pero el carácter excepcional de la eliminatoria contra el Madrid y la supuesta buena tarjeta de visita del denominado Block Parisii, que se declara apolítico y no religioso, le invitaron a impulsar esta iniciativa a contracorriente en la mayoría de los estadios de España actualmente.

Asimismo, el Block Parisii buscará hacer eco a los cánticos de su vecino de enfrente, el Colectivo Ultras de Paris (CUP) situado en el fondo Auteuil, y amplificar el ambiente en proporciones nunca vistas en el estadio parisino desde la llegada de los inversores árabes al mando del club de la capital francesa en 2011, según ha podido contrastar EL PAIS tras las revelaciones del diario L’Equipe el pasado sábado. "Mañana martes, será la primera vez en muchos años que el Parque de los Príncipes entrará en ebullición", se felicita alguno de ellos en una conversación telefónica con este diario.

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En realidad, el PSG ya toleraba la presencia pasiva en el fondo Boulogne de dicho grupúsculo de fervientes espectadores, con edades que varían entre 17 y 30 años, desde su creación jurídica como asociación el pasado mes de septiembre, aunque nunca llegó a asumir públicamente su existencia por temor a despertar el recelo y la incomprensión del gobierno francés, con quien se comprometió a erradicar la violencia en su estadio desde los graves enfrentamientos entre bandas ideológicamente opuestas que desembocaron en la muerte del hincha Yann Lorence en 2010.

Hasta aquel trágico suceso, el fondo Boulogne estaba ocupado principalmente por hooliganes y ultraderechistas. Desde entonces, nunca había sido readmitido a un grupo de ultras específicamente, incluso temporalmente. El club parisino teme que su medida, de implementarse en el futuro, reavive las tensiones entre su hinchada. "Sigue habiendo mucha animosidad entre bandas rivales. Es un tema muy sensible y muy político", observa un ultra histórico del fondo Boulogne.

Al-Khelaïfi emprendió en 2016 la tarea de reincorporar a los fanáticos a petición de los propios jugadores, como el francés Blaise Matuidi o el brasileño Marquinhos, que se quejaban de la falta de apoyo incondicional de su afición en momentos claves de la temporada. Desde su regreso en un partido de liga francesa contra el Burdeos en octubre del mismo año, los ultras parisinos no han dejado de llenar las gradas del fondo Auteuil y su presencia, cada vez más imponente, ha ido estructurándose. Hasta 2.000 miembros del CUP animaron con cánticos, banderas y pancartas a los futbolistas del PSG durante el último enfrentamiento contra el Marsella el miércoles pasado, cuando el aforo del Parque de los Príncipes es de unos 49.000 espectadores.

No han protagonizado graves actos violentos ni han exhibido pancartas xenófobas o discriminatorias dentro del estadio en casi dos años. Eso sí, emergieron fuertes discrepancias dentro del mismo colectivo, entre el denominado K-Soce Team (el grupo dominante encabezado por el histórico líder Romain Mabille) y los contestatarios Karsud que desembocaron en la exclusión del segundo grupo mencionado del CUP, en el transcurso de la temporada pasada. El estallido de una riña multitudinaria en las inmediaciones de la estación de trenes de Múnich (Alemania), en vísperas del partido contra el Bayern en diciembre pasado, no tuvo nada que ver con esas tensiones internas, según el rotativo Le Parisien, pues enfrentó a unos integrantes del Karsud contra hinchas radicales del club alemán y, de manera más sorprendente, del Burdeos. La pelea, con unos setenta contrincantes, se saldó con tres detenciones y un herido leve, informó entonces la policía alemana.

En un segundo plano, los ultras parisinos fueron condenados en repetidas ocasiones por el uso prohibido de bengalas por la Liga francesa. Les valió el cierre parcial del fondo Auteuil en un partido contra el Troyes, el pasado 29 de noviembre. En el primer duelo contra el Marsella el 25 de febrero, llegaron a incendiar hasta setenta focos de luces chispeantes, provocando la ira de la comisión de disciplina de la Liga que les pedirá explicaciones el próximo 29 de marzo. Contra el Madrid, se prevé que repiten tal despliegue pirotécnico.

Pese a estos agravios, Al Khelaïfi prefirió recientemente premiar el comportamiento de sus ultras. Al igual que el año pasado antes de la eliminatoria europea ante el Barça, el club parisino accedió a la solicitud de Romain Mabille, el presidente del CUP, para que él y otros catorce miembros de la cúpula del colectivo se puedan reunir con los jugadores antes del duelo de este martes contra el Madrid.

El encuentro ocurrió el 22 de febrero en las instalaciones deportivas del PSG, en el Camp des Loges, en un ambiente globalmente distendido, según Michaël Tommasi, el vice-presidente del colectivo. "Para lograr la remontada contra el Madrid, necesitamos unidad entre aficionados, jugadores y directiva. El club es como una familia para nosotros. No tenemos permiso para fallar. Necesitamos guerreros en el campo. Les pedimos que se entreguen al máximo de sus posibilidades durante todo el partido", afirma en una conversación telefónica con este diario.

Entre los jugadores, estaban el capitán Thiago Silva, Edinson Cavani, Dani Alves, Kylian Mbappé, Alphonse Areola, Presnel Kimpembe y Maxwell, el coordinador deportivo. Neymar no acudió al encuentro por un compromiso comercial con una marca de coche japonesa. En el mismo momento, era el protagonista de un rodaje para un anuncio televisivo. Cuando a los tres días la estrella brasileña y exfutbolista del Barça se lesionó de gravedad en el tobillo derecho en el minuto 79 del partido contra el Marsella, el fondo Auteuil se quedó callado.

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