Sergio Rodríguez: “Sabré lo que se siente al otro lado”

El Chacho regresa a Madrid con el CSKA. “Me jode que esté en un equipo rival”, dice Laso

Sergio Rodríguez, con el CSKAeuroleague

Se marchó a Filadelfia confesando sus sueños de crío, en los que igual se imaginaba “jugando junto a Michael Jordan que dándole pases al poste bajo a Arvydas Sabonis con la camiseta blanca”. Pocos aventuraban entonces que regresaría tan pronto a Madrid. Nadie sospechaba que lo haría vestido de rojo CSKA. Dieciséis meses después de celebrar la conquista de la Liga de 2016, su 12º título como madridista, Sergio Rodríguez vuelve a pisar este jueves el Palacio de Goya, la pista donde se convirtió en el póster más fantasista de la era Laso (21.00, Movistar+ Deportes 1). “Será una experienc...

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Se marchó a Filadelfia confesando sus sueños de crío, en los que igual se imaginaba “jugando junto a Michael Jordan que dándole pases al poste bajo a Arvydas Sabonis con la camiseta blanca”. Pocos aventuraban entonces que regresaría tan pronto a Madrid. Nadie sospechaba que lo haría vestido de rojo CSKA. Dieciséis meses después de celebrar la conquista de la Liga de 2016, su 12º título como madridista, Sergio Rodríguez vuelve a pisar este jueves el Palacio de Goya, la pista donde se convirtió en el póster más fantasista de la era Laso (21.00, Movistar+ Deportes 1). “Será una experiencia saber lo que se siente estando en el otro lado”, confiesa El Chacho, en conversación telefónica desde Moscú.

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Cuando habla del Madrid, Sergio Rodríguez alterna tiempos verbales al mismo ritmo que agita sentimientos. “Si en 2010, cuando regresé de la NBA, me hubiesen dado una carta con barra libre de deseos me habría quedado muy corto con todo lo que conseguí de blanco”. Aún no ha llegado el frío que pondrá a prueba la oscilación térmica de un tinerfeño en el crudo invierno ruso pero, por el momento, su adaptación, junto a su mujer Ana y su hija Carmela (de poco más de dos años), está siendo “mucho más fácil de lo esperado”, explica. “El CSKA es un club muy grande por su historia y por lo que significa, pero cuando estás dentro te das cuenta de que es muy familiar. Tardo cinco minutos en llegar al entrenamiento; encontramos una escuela para mi hija, en inglés y ruso, en los bajos de la urbanización en la que vivimos; tenemos muchos centros comerciales cerca, con cines y restaurantes; y hay metro en la puerta de casa, a 10 minutos de la Plaza Roja”, detalla El Chacho antes de volar a Madrid para vivir un partido “muy especial”.

“Merece una gran ovación”

“No sé cómo me van a recibir, pero tendré muchos amigos en la pista y en la grada. Madrid es mi casa y yo solo tengo palabras de agradecimiento. Fueron años maravillosos. Ha sido una pasada estar seis años allí”, desarrolla el gran protagonista del partido, también en la víspera en Valdebebas. “La gente le va a recibir con una gran ovación que es lo que se merece por todo lo que nos ha dado”, contó ayer Laso ante la visita de uno de los grandes iconos de su etapa. “Es un jugador especial y genial. Me jode que esté en un equipo rival y tener que competir contra él. Me gustaría tenerle conmigo, faltaría más, pero no está aquí y le deseo lo mejor. Por mí, que juegue el mejor partido de su vida, pero que gane el Madrid”, explicó el entrenador blanco.

Sergio Rodríguez, con el CSKAeuroleague

El pasado verano, Sergio Rodríguez buscó apurar su segunda etapa en la NBA, pero todas las ofertas que tuvo fueron de un año. Buscaba mayor estabilidad y la del CSKA fue la propuesta más atractiva (tres temporadas y nueve millones de euros). El técnico, Itoudis, y los principales dirigentes del club le hicieron saber de primera mano al Chacho el interés porque fuera él quien recogiera el relevo de Teodosic. Mientras, a mediados de julio y con Llull sano, el Madrid le dijo que tenía la plantilla cerrada y que aguardara al verano de 2018 para regresar como lujoso recambio de Doncic. La espera que valoró el base canario fue la del CSKA, que hipotecó su planificación para ficharle. Hoy, el chachismo juega de rojo.

“Me encuentro muy bien físicamente y también dentro del sistema de juego. Me incorporo a un equipo sólido, con mucha gente que ganó la Euroliga en 2016, con el mismo entrenador y el mismo staff de los últimos años y me toca ajustarme a ellos. Soy el encargado de ver lo que nos viene mejor en cada partido y lo que necesitan mis compañeros. No sé si tendré un rol tan tirador como el del primer partido de la Euroliga ante el Armani [20 puntos, con 8 de 20 en tiros de campo]”, relata El Chacho. Enfrente, un Madrid “algo distinto”. “La clave de estos años ha sido mantener siempre una base, para que la gente se identifique y sepa a lo que va a jugar su equipo. Con la lesión de Sergi [Llull] hay menos esencia de lo que hemos sido en los últimos tiempos, pero este Madrid sigue teniendo muchas armas”, narra en presente.

Real Madrid y CSKA garantizan uno de los carteles más clásicos y rutilantes de Europa; el regreso de Sergio Rodríguez supone el enfrentamiento de los blancos contra la esencia del lasismo. “Para mí jugar un partido de baloncesto siempre es único. Trato de disfrutarlo al máximo, y este más si cabe. En el Palacio he sido muy feliz y he intentado hacer feliz a la gente”, sentencia. Será el partido más emotivo de una era.

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