El pinchazo del ciclismo en Colombia

Devoto de Nelson Mandela a la hora de extrapolar los éxitos deportivos a la política, como leyó en El factor humano, de John Carlin y después contempló en Invictus, de Clint Eastwood, de obligada visión para sus ministros, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, llegó a equiparar en julio el momento que vive su país con el de varios deportistas durante la apertura de la legislatura, ante un Congreso abarrotado. “¡Esa Colombia que avanza con los pedalazos de Nairo Quintana!”, gritó el mandatario, sabedor de que, fútbol mediante, no hay deporte que levante tanta pasión e...

Devoto de Nelson Mandela a la hora de extrapolar los éxitos deportivos a la política, como leyó en El factor humano, de John Carlin y después contempló en Invictus, de Clint Eastwood, de obligada visión para sus ministros, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, llegó a equiparar en julio el momento que vive su país con el de varios deportistas durante la apertura de la legislatura, ante un Congreso abarrotado. “¡Esa Colombia que avanza con los pedalazos de Nairo Quintana!”, gritó el mandatario, sabedor de que, fútbol mediante, no hay deporte que levante tanta pasión en el país como el ciclismo, desde esta semana, sin embargo, un poco más huérfano después de la desaparición de un equipo puramente local: el Team Colombia.

Desde hacía cuatro años, el Gobierno, a través de Coldeportes, una suerte de ministerio del ramo, era el principal patrocinador del equipo, el equivalente de lo que antaño fue el Café Colombia de Lucho Herrera, ganador de una Vuelta España en los ochenta, único colombiano en cruzar primero la meta de Alpe D’Huez. El Estado aportaba algo más de tres millones de euros a la formación de 18 corredores, dirigida por el exciclista Oscar Pellicioli y cuyo manager era el también excorredor italiano Claudio Corti, que asumió el reto recomendado por el colombiano Víctor Hugo Peña. Esta semana, el Gobierno confirmó a Corti que solo podría aportar la mitad del dinero del año pasado, después de aprobar un presupuesto para 2016 donde los esfuerzos se centran en desarrollar las políticas del posconflicto, en vistas a la más que posible firma de la paz con la guerrilla de las FARC después de 50 años de conflicto.

A Corti,  que cuenta con otros sponsors menores, esa cantidad le parece insuficiente para que un equipo con licencia Continental Profesional afronte la temporada con garantías. “No se ha podido seguir, cuando dependes del dinero de un Gobierno no es fácil, los recursos se suelen demorar, pero no tengo rencor, fue un buen proyecto”, asegura en conversación telefónica desde Italia, tranquilo, como si las críticas que ha despertado toda su gestión en el país andino no fueran con él.

La figura de Corti y su papel al frente del Team Colombia ha sido controvertida desde el inicio, cuando Coldeportes retiró su aportación a un equipo puramente local como era Colombia es Pasión, liderado por Ignacio Vélez, mentor de Nairo Quintana, con quien ganó el Tour del Porvenir. Además de los impagos a los corredores, algo que el técnico italiano no esconde, aunque se escuda en que es una cuestión del Gobierno, el manager del Team Colombia ha sido criticado por la falta de preparación de esta campaña. “Era nula, no teníamos las herramientas adecuadas, ni un nutricionista ni preparador”, asegura un corredor que termina contrato en diciembre y pide mantener el anonimato. Otro, con contrato aún vigente para la próxima campaña incide en que “ni siquiera teníamos potenciómetros”, una crítica compartida por otro corredor, que resume el conflicto como “un choque de culturas entre colombianos e italianos”. Preguntado por estas denuncias, Corti asegura que no ha escuchado “críticas serias” y defiende que toda la planificación “estuvo clara desde un inicio”. “No me importa que hablen mal de mí, no quiero peleas”, zanja. Desde Coldeportes han asegurado que investigarán estas denuncias.

La desaparición del Team Colombia constata que la gestión del ciclismo no ha estado a la altura de la calidad de los deportistas y supone un retraso en lo avanzado durante los últimos años, un pinchazo para la imagen del país andino toda vez que el equipo se estaba empezando a consolidar entre el pelotón, después de participar dos veces en el Giro y acudir a la última edición de la Vuelta, donde estuvieron lejos de las expectativas generadas.

No obstante, el ciclismo en Colombia vive su mejor momento en décadas. La próxima temporada, contará con un equipo sub 23, el Manzana Postobón, que correrá buena parte de la temporada en Europa, especialmente en España. De la mano de Ignacio Vélez, a través de la Fundación Pedaleamos por Colombia, el técnico asegura que cuenta con ciclistas que darán mucho que hablar en los próximos años y confía en poder correr alguna de las grandes vueltas en 2017. Mientras, el país seguirá pendiente de los Uran, Henao, Atapuma, Chaves… Y, claro, de Nairo, que aspira a ganar su primer Tour el año que su país firme la paz. El gran pedalazo de Colombia.