dopaje

Gómez Bastida ya dirige el antidopaje en España

El comandante de la Guardia Civil en excedencia toma posesión al frente de la AEPSAD

Enrique Gómez Bastida toma posesión como director de la AEPSAD. JAVIER GANDUL (DIARIO AS)

Aunque el salto a la fama del “misterioso teniente Bastida” (así lo recuerdan antiguos funcionarios del Consejo Superior de Deportes en 2006, los meses en que el teniente despachaba casi cotidianamente con el secretario de Estado, Jaime Lissavetzky, sobre la marcha de la Operación Puerto) se produjo con el golpe que desarticuló la trama de dopaje y transfusiones organizada por Eufemiano Fuentes, su experiencia como investigador era ya amplia entonces en el ámbito del tráfico y la falsificación de medicamentos en colaboración con el ministerio de Sanidad.

Por eso, a Enrique Gómez Bastida...

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Aunque el salto a la fama del “misterioso teniente Bastida” (así lo recuerdan antiguos funcionarios del Consejo Superior de Deportes en 2006, los meses en que el teniente despachaba casi cotidianamente con el secretario de Estado, Jaime Lissavetzky, sobre la marcha de la Operación Puerto) se produjo con el golpe que desarticuló la trama de dopaje y transfusiones organizada por Eufemiano Fuentes, su experiencia como investigador era ya amplia entonces en el ámbito del tráfico y la falsificación de medicamentos en colaboración con el ministerio de Sanidad.

Por eso, a Enrique Gómez Bastida, ocho años más tarde, ya cumplidos los 36 y ya comandante de la Guardia Civil (en excedencia), apenas le costó trabajo quitarse (simbólicamente) el tricornio y ponerse una bata blanca sanitaria en su toma de posesión como nuevo director de la Agencia Española de Protección de la salud en el Deporte (AEPSAD, la agencia que se encarga del antidopaje también).

Jaime Lissavetzky

Y ahí no acabó el simbolismo, plasmado en la práctica (Gómez Bastida es, sobre todo, un hombre práctico) en un discurso en el que palabras como salud, prevención, educación, investigación científica, fueron más mencionadas que la pura dureza del antidopaje tradicional, controles y operaciones. Un discurso que acabó con un llamamiento directo a los deportistas, a la búsqueda del compromiso activo de los deportistas, no solo colaborando en la manera tradicional, hablando, sino también aportando ideas y participando en campañas de prevención con jóvenes y demás. Y oyéndole, en el pequeño auditorio, aparte de la presencia obligatoria de su familia, padres, y esposa, y del presidente del CSD, Miguel Cardenal, y su segunda, Ana Muñoz Merino (la mujer que cuando presidió la agencia fichó a Gómez Bastida para su departamento de Inteligencia), la presencia significativa de Lissavetzky, invitado personalmente por el nuevo director, de Pilar Farjas, secretaria general del ministerio de Sanidad, y, aunque no hubo uniformes, como en la toma de posesión de su antecesor, Manuel Quintanar, la del general de la Guardia Civil Félix Hernando, quien hace ocho años, aún coronel, dirigía la Unidad central Operativa (UCO), en la que el joven y “misterioso” teniente Bastida dirigió la investigación que acabó en la Operación Puerto en mayo de 2006.

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