Armstrong vuelve a derrotar al destino

Armstrong quiere dejar de sufrir. Ha afrontado un ataque de Jan Ullrich en el Tourmalet y ha sobrevivido. Se ha caído en las primeras rampas de Luz Ardiden, pero el alemán, con una caballerosidad que engrandece este deporte, le ha esperado. Y al fin, con el pelotón de favoritos ya reunido y tirante por los ataques de Mayo, el maillot amarillo ha decidido dictar su sentencia y se ha lanzado hacia la cima en solitario.

En la subida al Tourmalet, Ullrich quiso probar las fuerzas del estadounidense del US Postal. Sacó unos metros de ventaja, pero Armstrong, a su ritmo, no tardó en ca...

Armstrong quiere dejar de sufrir. Ha afrontado un ataque de Jan Ullrich en el Tourmalet y ha sobrevivido. Se ha caído en las primeras rampas de Luz Ardiden, pero el alemán, con una caballerosidad que engrandece este deporte, le ha esperado. Y al fin, con el pelotón de favoritos ya reunido y tirante por los ataques de Mayo, el maillot amarillo ha decidido dictar su sentencia y se ha lanzado hacia la cima en solitario.

En la subida al Tourmalet, Ullrich quiso probar las fuerzas del estadounidense del US Postal. Sacó unos metros de ventaja, pero Armstrong, a su ritmo, no tardó en cazarle. El ataque tuvo un fruto inesperado: Vinokurov, el tercero en discordia, no pudo seguirles, y llegó a la cima con más de un minuto de desventaja. A la par que los dos favoritos corrían los españoles Mayo y Zubeldia, del Euskaltel.

Pero el descenso desenfrenado igualó las tornas. El grupito de favoritos, aún con cinco minutos de desventaja sobre el verdadero héroe de la carrera, el francés Chavanel, escapado durante toda la carrera, se reunió y acogió en su seno a Vinokurov. Así, las rampas finales de Luz Ardiden debían dictar la sentencia final de la etapa (la decimoquinta, de 159 kilómetros) y del Tour, dado que apenas 18 segundos separaban a los tres favoritos en la general.

La subida, protagonizada por los ataques de Mayo, quedó rota por la caída de Armstrong, que arrastró al español. Pero en ese momento decisivo, Ullrich apeló a lo que hace grande el deporte, y en un gesto de caballerosidad sin límite renunció a atacar y quizá a ganar el Tour. Armstrong, asediado por las desgracias, no ha tardado en enganchar con el grupito de destacados, y a los pocos segundos se ha lanzado imparable hacia la cima, dejando atrás a todos sus rivales y superando a Chavanel. A 40 segundos han entrado Mayo, Ullrich y Zubeldia, y por detrás, muy descolgado, ha llegado Vinokurov.

Tras esta etapa, el estadounidense afianza su liderato con 1 minuto y 17 segundos de ventaja sobre el alemán. Por detrás, a 2 minutos 45 segundos se sitúa Vinokurov. Zubeldia es cuarto a 5 minutos y 16 segundos, y Mayo quinto a 5 minutos y 25 segundos.