Hélène Fischbach, directora del Quais du Polar: “A la novela negra no le van a faltar temas en los próximos años”
La máxima responsable del gran festival de novela negra, que celebra su vigésimo aniversario, reflexiona sobre cómo ha evolucionado el lector y el género. Su sueño imposible es traer a John Le Carré a Lyon
Hélène Fischbach (Lot y Garona, 45 años) lleva desde la primera edición vinculada al Quais du Polar de Lyon, festival que comenzó a dirigir en 2014 y que se ha convertido en la mayor reunión de autores, lectores y expertos de novela negra de Europa o, como dijo el escritor Bernard Minier “el Woodstock de la novela negra”. Una gran fiesta de la lectura que celebra este año ...
Hélène Fischbach (Lot y Garona, 45 años) lleva desde la primera edición vinculada al Quais du Polar de Lyon, festival que comenzó a dirigir en 2014 y que se ha convertido en la mayor reunión de autores, lectores y expertos de novela negra de Europa o, como dijo el escritor Bernard Minier “el Woodstock de la novela negra”. Una gran fiesta de la lectura que celebra este año su vigésimo aniversario. Fischbach recibe a EL PAÍS en el Palacio de la Bolsa, imponente edificio que se convierte en estos tres vertiginosos días de abril en el epicentro mundial del género. Es viernes por la mañana, pero el hall central está ya abarrotado de lectores (100.000 visitantes este año) que serpentean entre las librerías en busca de una novela o aguardan largas colas para conseguir la firma y unos segundos de charla con sus autores preferidos. El polar (como se conoce al género en Francia) vendió cerca de 23 millones de ejemplares en 2023. Y algo de la culpa es suya.
Pregunta. El Quais du Polar es un caso de éxito en el mundo de la gestión cultural. ¿Dónde está la clave?
Respuesta. Es una mezcla interesante entre conferencias y firmas en la que los escritores son verdaderamente accesibles. Lectores y autores se saludan por aquí como si nada.
P. ¿Qué le inspira este vigésimo aniversario?
R. Es un festival que ha tratado desde el principio de renovar el público de los festivales de literatura para ir más allá de aquellos que ya estaban en las librerías habitualmente. Salimos a buscar un público menos lector abriéndonos al cine, el arte, la música o la gastronomía y creo que ha funcionado.
P. ¿El género negro sigue siendo considerado como literatura menor?
R. La imagen ha cambiado radicalmente desde 2005: antes había grandes reticencias en el mundo literario. Hace 20 años eran un grupo de lectores más cerrado, pero ahora más o menos todo el mundo lee de vez en cuando un polar. Y las fronteras tampoco están tan claras entre los escritores. Fíjese por ejemplo en Nicolas Mathieu o Pierre Lemaitre, que empezaron en la novela negra antes de ganar el Goncourt. Los bibliotecarios y los libreros lo tienen cada vez más difícil para clasificar los libros por géneros.
P. ¿Cuál es el perfil medio del lector que asiste al festival?
R. Son mayoritariamente mujeres, como creo que ocurre un poco por todas partes.
P. ¿Y los jóvenes? ¿Cómo consiguen que se acerquen?
R. Es más difícil, pero tanto en el festival como en los eventos que se desarrollan durante todo el mes tienen cada vez más importancia. Participan intensamente en las actividades más interactivas como nuestros juegos e investigaciones sobre el terreno y agotaron en pocos minutos las reservas para ver al youtuber experto en crímenes McSkyz, que ha publicado ahora su segundo libro.
P. Dentro de esa apertura generacional y de intereses, el festival presta mucha atención al audiovisual. ¿Qué aporta?
R. Es un género que funciona muy bien en la pantalla. En 2005, cuando empezamos, eran sobre todo películas y las series no tenían el prestigio de ahora. Hemos creado un premio, Polar en série, para reconocer las obras más adaptables y hemos firmado un acuerdo con Séries Mania porque al final el género negro mira a la pantalla. Incluso se puede ver cómo algunos autores han cambiado su forma de escribir y al mismo tiempo hay muchos guionistas que escriben novelas negras.
P. ¿Por qué apuestan por tres días cuando con esta programación podrían llenar una semana?
R. Es complicado traer al público entre semana. Además, somos un festival gratuito y es esencial que siga siendo así, de manera que es mejor concentrarlo.
Somos un festival gratuito y es esencial que siga siendo así”
P. ¿El polar ha dado a las mujeres el espacio que se merecen?
R. Todavía no, pero todo ha evolucionado mucho en los últimos años. El mundo de la edición es esencialmente femenino y eso se refleja poco a poco en la presencia de más autoras. Además, se va acabando con los tópicos sobre los personajes femeninos, que han dejado de ser la víctima o la mujer fatal, y hay cada vez más libros que abordan la violencia contra las mujeres desde una nueva perspectiva.
P. ¿Qué autores lamenta no haber podido traer?
R. Ya es imposible, pero mi gran frustración es que no llegara a venir antes de su muerte John Le Carré; lo intenté durante años. Me encantaría que viniera Ken Follet y sería lo máximo si pudiéramos traer a Stephen King, pero por el momento nada.
P. Ha citado a Dennis Lehane y S. A. Cosby, ambos presentes en el festival, como dos de sus autores preferidos. ¿Condicionan sus gustos lectores el programa del festival?
R. No influyen más allá de un autor aquí y allá, pero el panel es tan amplio que se diluye.
P. ¿Cómo ve el festival dentro de 20 años?
R. Uf, es difícil. De lo que sí estoy segura es de que a la novela negra no le van a faltar temas. Desgraciadamente, la situación geopolítica, los problemas ambientales y otros conflictos van a dar materia suficiente al género. Por nuestra parte, intentaremos seguir siendo abiertos y tender más pasarelas entre lectores y autores y entre géneros y formatos.