Festival de Venecia: Bradley Cooper, Sofia Coppola, David Fincher o Pablo Larraín compiten en una Mostra que tendrá menos divos por la huelga en Hollywood
Penélope Cruz coprotagoniza ‘Ferrari’, de Michael Mann, y J. A. Bayona cerrará el certamen con una revisión del accidente aereo en los Andes en 1972. El parón de actores y guionistas apenas modifica la programación pero sí amenaza con deslucir la alfombra roja
Los verdaderos veteranos han afrontado de todo. Así, el certamen de cine más antiguo del mundo ha asistido a guerras y revoluciones, ediciones canceladas y pandemias. La Mostra de Venecia incluso ya conoció, en 1960, la huelga conjunta de actores y guionistas de Hollywood que, reeditada ahora, está sacudiendo el sépti...
Los verdaderos veteranos han afrontado de todo. Así, el certamen de cine más antiguo del mundo ha asistido a guerras y revoluciones, ediciones canceladas y pandemias. La Mostra de Venecia incluso ya conoció, en 1960, la huelga conjunta de actores y guionistas de Hollywood que, reeditada ahora, está sacudiendo el séptimo arte. De ahí que la programación de su 80º edición, presentada hoy martes, no haya temblado excesivamente ante la tormenta. La alfombra roja tendrá que renunciar a las estrellas que trabajan en “películas de grandes estudios y plataformas”, concretó en una rueda de prensa Alberto Barbera, director artístico. Confía en acoger, eso sí, a los divos que aparezcan en producciones indepedientes. Y, de todos modos, la carrera por el León de Oro, entre el 30 de agosto y el 9 de septiembre, contará con cineastas como David Fincher, Sofia Coppola, Pablo Larraín, Michael Mann, Yorgos Lanthimos, Matteo Garrone, Ava DuVernay o Bradley Cooper.
Fuera de concurso, además, habrá obras de Wes Anderson o Richard Linklater, así como Woody Allen y Roman Polanski, garantías de talento pero también de polémicas. Y, finalmente, para cerrar el evento, La sociedad de la nieve, del español J. A. Bayona, basada en el libro homónimo de Pablo Vierci, que documenta el relato de los supervivientes del accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya en los Andes, ocurrido el 13 de octubre de 1972. Casi nada.
En realidad, La Mostra sí tuvo que renunciar por la huelga a Challengers, de Luca Guadagnino, con Zendaya, que iba a inaugurar el certamen y cuyo estreno se ha visto aplazado a abril. Será sostituida por Comandante, de Edoardo de Angelis, sobre un heróico capitán siciliano durante la Segunda Guerra Mundial. Los rumores también colocaban en el Lido la segunda parte de Dune, de Denis Villeneuve, que tampoco estará. Pero Barbera destacó que, pese a semanas “turbulentas”, el festival cuenta con todas las obras de EE UU que invitó. Se verá así The Killer, de Fincher, con Michael Fassbender en la piel de un despiadado asesino a sangre fría que sufre una crisis de conciencia; Priscilla, de Coppola, pondrá los focos sobre la atormentada esposa de Elvis Presley; Mann presentará su esperada Ferrari, con Adam Driver y Penélope Cruz —tercer año consecutivo en La Mostra, donde se llevó la Copa Volpi a la mejor actriz en 2021—, sobre la etapa más complicada del fundador de la célebre marca de bólidos y su pareja; Cooper narrará el lado sentimental del músico Leonard Bernstein, con Maestro; y DuVernay pondrá en discusión en Origin, basada en un ensayo superventas ganador de un Pulitzer, el sistema jerárquico que congela la sociedad de EE UU.
La habitual alianza de Venecia con Hollywood, que ha convertido al certamen en trampolín ideal para los Oscar, parece así mantenerse, al menos en las salas. Barbera, de hecho, tachó de “muy comprensibles” los motivos de la huelga. Lo cierto es que, en estos días, el festival de San Sebastián, que se celebrará entre el 22 y el 30 de septiembre, también lidia con las consecuencias del parón: no está garantizada la presencia de dos de los galardonados con los Premios Donostia, el español Javier Bardem y una actriz estadounidense de la que aún no se ha anunciado el nombre, según reconoció hoy martes el responsable del Zinemaldia, José Luis Rebordinos.
En La Mostra, continúa también otra constante menos digna de premios: apenas cinco directoras de entre los 23 filmes en la competición principal. Barbera subrayó que la selección prácticamente refleja, al menos en términos numéricos, el material de partida: el 33% de las 4.061 obras presentadas estaba dirigido por una mujer. Tras la criba, en la programación general, el porcentaje se ha quedado en un 30%. Y Venecia confirma también, año tras año, su vínculo con el cine latinoamericano en el concurso principal: el chileno Pablo Larraín transforma al dictador Augusto Pinochet en un vampiro que regresa a la vida en El conde. Y el mexicano Michel Franco ha exigido que nada se adelante de Memory, salvo que lo protagonizan Jessica Chastain y Peter Sarsgaard.
Tras los nombres más conocidos, el festival esconde otras propuestas que intrigarán a más de un cinéfilo. Drive My Car convirtió a Ryusuke Hamaguchi en un director de culto, tanto como para esperar con interés Evil Does Not Exist, sobre la construcción de un camping de lujo que insidia un pueblo de montaña; hace tiempo que se habla de Io, Capitano, de Matteo Garrone, que sigue la odisea de dos africanos desde Dakar hacia Europa; Poor Things, de Lanthimos, ofrece un “soplo de aire fresco frente al buenismo”, según Barbera, con una mujer (Emma Stone) que se rebela frente al científico que la resucitó y se lanza a un viaje empujado por su feroz deseo sexual; Stefano Sollima, conocido por las series Roma Criminal y Gomorra, vuelve a mirar la cara más oscura de la capital italiana en Adagio; y Barbera promete que Dogman convencerá por fin a los escépticos de que Luc Besson no asombra solo con sus filmes de acción.
El ganador se conocerá el 9 de septiembre, justo antes de ver la nueva película de Bayona. Ya se sabe, eso sí, que los Leones de Oro honoríficos se entregarán a la cineasta italiana Liliana Cavani y al actor hongkonés Tony Leung Chiu-wai. El jurado internacional estará presidido por el estadounidense Damien Chazelle y compuesto, entre otros, por la neozelandesa Jane Campion, el argentino Santiago Mitre, el irlandés Martin McDonagh y la triunfadora de la pasada edición, Laura Poitras.
Al margen del concurso habrá, por supuesto, mucho más. Un amplio foco en la adolescencia en varias películas, según Barbera; obras de más de 50 países, desde Nepal hasta Mongolia, pasando por Túnez o Ucrania; largos destinados a incomodar al Gobierno polaco, como promete el director artístico; el documental Frente al ‘Guernica’, encargado por el Museo Reina Sofía sobre la célebre obra de Pablo Picasso, en el año en que se cumplen 50 de su fallecimiento; A cielo abierto, filmado por Mariana y Santiago Arriaga, en la sección Horizontes, y escrito por el padre de los cineastas, Guillermo Arriaga, responsable también de las historias de películas como Amores perros o Babel y director de Lejos de la tierra quemada; el corto The Wonderful Story of Henry Sugar, de Wes Anderson, basado en relatos de Roald Dahl; desde iconos polémicos con pasado glorioso como Allen o Polanski hasta el futuro del cine, entre realidad virtual e inteligencia artificial. Al fin y al cabo, el póster de La Mostra este año dibuja una carretera. El largo viaje del cine y su festival más antiguo continúa.