Salió el Gordo de las ‘fake news’

Así funciona la noticia falsa perfecta: si una reportera dice haber ganado la lotería en directo y estalla la felicidad, denle inmediatamente un décimo

La reportera de TVE Natalia Escudero, en el momento de la retransmisión en el que rectificó que no le había tocado el Gordo.Vídeo: RTVE

La reportera de TVE en Alicante, Natalia Escudero, celebró el Gordo de la Lotería de Navidad con los vecinos de San Vicente del Raspeig al grito de que también le había tocado a ella y abrazándose a la lotera mientras le agradecía haberle vendido el décimo. Lo que siguió a su anuncio fue uno de los mejores directos del año: una periodista mim...

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La reportera de TVE en Alicante, Natalia Escudero, celebró el Gordo de la Lotería de Navidad con los vecinos de San Vicente del Raspeig al grito de que también le había tocado a ella y abrazándose a la lotera mientras le agradecía haberle vendido el décimo. Lo que siguió a su anuncio fue uno de los mejores directos del año: una periodista mimetizándose con la felicidad de alrededor, siendo ella la felicidad misma. La envidia de todas las cadenas de televisión: que la correa de transmisión de la noticia al espectador sea la propia noticia. Y no sobre un funeral, precisamente.

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Así fue como uno de los mejores directos desembocó en uno de los bombazos del año: minutos después, la periodista reconocía que no le había tocado el Gordo. Fue un "pellizco", pero se había "venido arriba" y el Gordo, en realidad, había sido "conocer a toda esta gente". Fue tal la rapidez con la que se viralizó el supuesto Gordo que ni siquiera a través de TVE, ni de las cuentas en redes sociales de TVE, ni de la propia cuenta de la periodista "afortunada" pidiendo disculpas, pudo frenarse un poco.

Va a haber pocos casos más descriptivos de cómo funciona una noticia falsa; si una reportera gana el Gordo en directo y lo retransmite, ni la propia reportera puede negarlo. O mejor aún: denle inmediatamente un décimo. Que la realidad se adapte cuanto antes a las emociones sinceras antes que romper "la ilusión de millones de españoles", esa frase que tanta destrucción ha causado. Porque además de sinceras, son emociones correctas; te alegras no por ti sino por otra persona, y he aquí la viga maestra de la mentira perfecta: te sientes mejor persona. De ahí que tantas reacciones a las disculpas de la periodista Escudero se resuman en el "no tienes que pedir disculpas de nada, no sabes lo felices que nos has hecho".

Como ha dicho la reportera, ella no ha manipulado, si manipular se entiende en su sentido clásico: hacerlo para conseguir un beneficio de forma torticera. Decir que has ganado el Gordo cuando no lo has ganado es una mentira con tan poco rédito que lo único que se me ocurre para justificar haber hecho público el engaño es que, efectivamente, te haya tocado y no te interese que se sepa. Pero, como ella dijo en directo, "se vino arriba", y arriba la mentira se parece tanto a la verdad que en su primera conexión da miedo decirle a esa mujer que no tiene un décimo, sino la ilusión de tenerlo. Y lo que enseña ‘el Gordo que no fue’ es que las noticias falsas triunfan porque hay algo verdadero en ellas: la ilusión de que sea verdad independientemente de que lo sea; la ilusión de los hechos es más fuerte que los propios hechos. Qué mejor sitio que la Lotería de Navidad, la ilusión de compartir.

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