Columna

¡A cobrar!

La primera medida que han aprobado en algunos ayuntamientos importantes es subirse el sueldo los servidores del pueblo. No ha existido disidencia respecto a medida tan proporcionada

Voto en urna en un colegio electoral.Toni Ferragut (EL PAÍS)

Si dispones de ocio puedes pasarte la vida dándole vueltas en tu cabeza a frases que expresan certidumbres, dudas y paradojas de cerebros tan brillantes como los de Oscar Wilde y Borges. Y siendo genial, algunas de las del segundo podrían ser arrogantes y demoledoras (“la democracia es un abuso de la estadística”), tan inexactas como bochornosas (“la Junta Militar argentina es una administración de caballeros”), o encierran una utopía muy hermosa (“con el tiempo, mereceríamos no tener Gobiernos”).

Los políticos que se ofrecieron para salvar España, gestionar la cosa pública, lograr la f...

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Si dispones de ocio puedes pasarte la vida dándole vueltas en tu cabeza a frases que expresan certidumbres, dudas y paradojas de cerebros tan brillantes como los de Oscar Wilde y Borges. Y siendo genial, algunas de las del segundo podrían ser arrogantes y demoledoras (“la democracia es un abuso de la estadística”), tan inexactas como bochornosas (“la Junta Militar argentina es una administración de caballeros”), o encierran una utopía muy hermosa (“con el tiempo, mereceríamos no tener Gobiernos”).

Los políticos que se ofrecieron para salvar España, gestionar la cosa pública, lograr la felicidad colectiva, velar por los desprotegidos, todo ello tan bonito y necesario, se han empeñado en no esperar el paso del tiempo para privarnos de Gobiernos. Aunque yo no vote, creo que tengo derecho, ya que cumplo con mis obligaciones tributarias y mis deberes cívicos, a sentirme tan encabronado con ellos como la mayoría de los ciudadanos, los que sí votan, al constatar que ni dios se pone de acuerdo para lograr Gobierno, algo que, según cuentan los entendidos, y también los habitantes del limbo, es inaplazable para que funcione el sistema.

También son tiempos de gloria para los demagogos profesionales, como el firmante. Me informan con expresión de escándalo desde las empresas privadas que poseen televisiones que la primera medida que han aprobado en algunos ayuntamientos importantes donde han constituido Gobierno es subirse el sueldo los servidores del pueblo entre un 20% y un 40%. No ha existido disidencia entre ellos respecto a medida tan proporcionada y justa. Me asegura un amigo realista que si se sienten bien pagados es probable que el diablo no les tiente para trincar de las arcas públicas. Yo no lo tengo tan claro.

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