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José Pablo López ratifica en las Cortes el veto de RTVE a Israel en Eurovisión

El presidente de la corporación justifica mantener la decisión, que apoyó la mayoría del consejo de administración en septiembre, por “el genocidio que se ha perpetrado en Gaza”

El presidente de RTVE, José Pablo López, ha ratificado en las Cortes el veto de la corporación a Israel en Eurovisión anunciado el pasado septiembre antes de que empezase el alto el fuego en Gaza. Durante su comparecencia periódica ante la comisión de control parlamentario, celebrada este jueves en la Sala Clara Campoamor del Senado, José Pablo López ha justificado mantener la decisión de retirar a la Radiotelevisión pública española del certamen si Israel participa en su próxima edición, apoyada tras el verano por la mayoría del consejo de administración. La razón para hacerlo, según ha esgrimido, es “el genocidio que se ha perpetrado en Gaza”.

López ha sido preguntado al respecto por un parlamentario del grupo socialista días antes de la deliberación sobre nuevas medidas en el festival y la presencia de Israel en Eurovisión, que tendrá lugar la semana que viene (el 4 y 5 de diciembre) en la Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) en Ginebra (Suiza), Y ha afirmado que “la posición de RTVE respecto no se ha visto alterada”. También, ha añadido sobre la posición que defenderá la semana que viene durante la reunión de la UER en Ginebra: “Mantenemos la misma posición que hace unos meses era insostenible por dos grandes motivos. En primer lugar, por el genocidio que se ha perpetrado en Gaza. Yo sigo pensando como presidente de la corporación que el Festival de Eurovisión es un concurso, pero los derechos humanos no son un concurso. Y esto me parece que debemos tenerlo en cuenta. Pero quiero poner encima de la mesa otra cuestión: el incumplimiento sistemático de Israel de las normas del propio concurso”.

No está confirmado lo que se preguntará directamente en la votación de la semana que viene en la UER. Pero ese será el próximo debate camino a la celebración en mayo de la 70ª edición del festival en Viena, que para finales de este año tiene que cerrar quiénes serán sus participantes. La UER anunció hace una semana diversas actualizaciones del sistema de votación del Festival de Eurovisión para solventar los problemas del televoto, que había ido masivamente para Israel en las últimas ediciones y por lo que España se había quejado formalmente, hasta pedir una auditoría en mayo. Según la UER, con estas nuevas normas que se aplicarán en la cita de 2026 buscan “reforzar la confianza, la transparencia y la participación del público”, y, de paso, aunque no lo decían, acercar la posición de los países que anunciaron su salida del festival por la participación de Israel.

De momento, esto no ha convencido RTVE. En la reunión deberá decidirse si participa Israel (algo que la UER parece apoyar), si lo hacen los países que dijeron no participar y si se acepta el nuevo sistema de control para el televoto. La UER ha logrado, de momento, que vuelvan al certamen Rumania y Bulgaria, ausentes los últimos años, para compensar la salida de otros de los miembros. Hasta ahora, y antes del alto el fuego en Gaza, países como Países Bajos, Irlanda, Eslovenia, Islandia y España habían hecho pública su intención de abandonar el concurso si participa Israel tras más de dos años de ofensiva mortal en en la Franja. España es el más importante del grupo, dado que forma parte de los Big Five, los cinco países que más dinero invierten en el festival europeo. Por lo que se entiende que el resto seguirán sus pasos.

Como ya hizo en una anterior comparecencia ante esta misma comisión tras el anuncio de la decisión votada por mayoría en el consejo de administración en septiembre, López ha insistido este jueves en que Eurovisión es mucho más que un festival de canciones. La decisión de retirar a RTVE si Israel participa en su próxima edición fue respaldada por 10 votos a favor de los consejeros propuestos por el PSOE y sus socios parlamentarios, cuatro votos en contra de los consejeros propuestos por el PP y una abstención del consejero a propuesta de Junts. López acusa a Israel de “utilizar políticamente el concurso”. Y de tratar de “influir” en el resultado. “No ha sido sancionada por esta actuación, que se ha producido al menos en los dos últimos años en los que yo he estado presente en el festival”, ha añadido. Y ha rematado: “Cualquier otro país que hubiera llevado a cabo esta utilización del concurso le aseguro que estaría sancionado y suspendido transitoriamente”. Para solventar estos problemas es para lo que Eurovisión ha cambiado algunas de sus normas, una promoción más clara, cambios en su jurado e incluir al jurado profesional en las semifinales.

Cartas y “presión”

El compareciente ha contado que el pasado lunes recibió una carta del director general de la UER, Noel Curran, en la que le reconocía cómo “gracias a la presión de RTVE se van a adoptar algunas medidas encargadas a tratar de disuadir las injerencias gubernamentales y la utilización política del festival, además de los votos fraudulentos que como decía inicialmente se habían producido”. A pesar de la misiva, López ha afirmado que “estas medidas no son suficientes ni garantizan que la injerencia de un gobierno como el de Israel o cualquier otro gobierno no se pueda volver a producir”. Entre otras decisiones, el número máximo de votos por método de pago (ya sea en línea, SMS o llamada telefónica) se reducirá de 20 a 10 participaciones, lo que hará más complicado que campañas organizadas puedan influir en el resultado del televoto.

El presidente de RTVE ha leído esta semana, “con todo el respeto”, otra reciente carta de “el señor Martin Green, que en este momento es el director de Eurovisión”. Y ha explicado que Green decía en aquel escrito “que las televisiones y los artistas no representan a los gobiernos y que esto es un concurso cultural”. El compareciente se ha preguntado acto seguido en voz alta: “¿Está planteando el señor Green la vuelta de las televisiones de Rusia y Bielorrusia al festival? Confío en que no. Todos sabemos que si esas televisiones volvieran al festival harían una utilización similar a la que ha hecho Israel porque para ellos el concurso es mucho más que un concurso y tiene una derivada política muy importante”.

TVE tampoco emitirá el festival de materializarse su salida de Eurovisión 2026. España no pagaría los derechos de participación en el certamen europeo ni los derechos de emisión de las tres galas del festival. En la edición de 2025, esa cifra fue de 331.721 euros, según el Portal de Transparencia. Lo que sí seguirá adelante será el Benidorm Fest, que se celebrará entre el 10 y el 14 de febrero de 2026, si bien no sería para elegir el candidato español a Eurovisión en caso de salir de la competición eurovisiva.

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