Juan Ramón Meléndez, experto en reciclaje: “El 90% de la ropa usada acaba en el vertedero; se produce, se usa, se tira y adiós”
El director de Re-Viste, asociación de gestión del textil, advierte de que el sistema de recuperación de ropa y calzado que prepara el Gobierno no tiene en cuenta al sector
En España, la gran mayoría de la ropa usada se tira a la basura cuando se desecha, unas 990.00 toneladas al año. “El 90% de la ropa usada acaba en el vertedero. No hay ningún aprovechamiento: se produce, se usa, se tira y adiós”, describe Juan Ramón Meléndez, director general de Re-Viste (Asociación para la Gestión del Residuo Textil y el Calzado)....
En España, la gran mayoría de la ropa usada se tira a la basura cuando se desecha, unas 990.00 toneladas al año. “El 90% de la ropa usada acaba en el vertedero. No hay ningún aprovechamiento: se produce, se usa, se tira y adiós”, describe Juan Ramón Meléndez, director general de Re-Viste (Asociación para la Gestión del Residuo Textil y el Calzado). Solo se recoge entre un 10% y un 12% que tras una selección se envía a tiendas de segunda mano o a países del Norte y Sur global, donde en muchos casos finaliza en montañas de ropa inservibles y contaminantes.
El Gobierno está preparando un Real Decreto que obliga a los fabricantes de textil a implicarse y a financiar la gestión de los residuos generados cuando se desecha la ropa. Re-Viste promueve el desarrollo de un denominado Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (Scrap), similar al que ya funciona con el vidrio, el cartón, los envases, neumáticos, aceites usados…, que implica agrupar a las empresas y facilitar el cumplimiento de la normativa. La asociación advierte de que los plazos barajados por el Gobierno no son realistas y de que es necesario escuchar al sector.
Pregunta. ¿Cómo funciona en la actualidad la recogida de ropa usada?
Respuesta. Hay iniciativas voluntarias, como Cáritas o Humana, entre otras. Son los expertos y estiman que del 100% de los productos textiles que se consumen en España solo entre un 10 y un 12% acaba en los contenedores que hay en la vía pública, y de esa cantidad prácticamente la mitad se exporta sin tocar. Y esto es un drama, porque es enviar residuos. No puede ser que se recojan las bolsas de los contenedores y sin abrirlas se manden a África, sin saber si se necesita allí o no, porque las prendas acaban abandonadas. El material que se reutiliza se clasifica en prendas en buen estado que se destinan a colectivos que las necesitan o a tiendas de segunda mano de la Unión Europea. Y en otras que, a pesar de estar bien, no cumplen con los estándares europeos y se exportan a países del Tercer Mundo.
P. ¿Qué aporta Re-Viste?
R. Queremos generar un sistema nacional que asegure la presencia de contenedores para textil en múltiples lugares a través de las autoridades locales, las responsables de la gestión de los residuos en España. Pretendemos que se encuentren en la vía pública, en puntos limpios, en tiendas como H&M —que ya está incentivando que la gente lleve sus bolsas con ropa—, en gasolineras, hospitales, parroquias… Organizaciones como Cáritas, Humana, Coopera o Madre Coraje, ya están operando así y hacen lo que pueden, pero no existe la infraestructura de puntos de recogida que necesita un país para que el sistema funcione bien.
P. ¿Qué materiales se recogen?
R. Ahora mismo el concepto es de donación, de tirar solo lo que se encuentra en buen estado, pero queremos que la gente lleve todo el textil y el calzado, independientemente de cómo esté. Ya nos encargaremos nosotros del proceso de aprovechar lo que se pueda. Lo que esté roto, viejo o manchado se mandará a otra planta, en la que se seleccionará por composición, color… para producir materias primas secundarias que intentaremos que vuelvan al sector textil. Se trata de convertir algo que habría ido a la basura en una oportunidad. España se podría convertir en un hub de gestión de estos residuos, también de Portugal y del sur de Francia. Pero para eso necesitamos que el Ministerio para la Transición Ecológica nos escuche.
P. ¿Cuál es el problema?
R. Una de las reivindicaciones del conjunto del sector del textil de cabecera, hilo, tejeduría… es que no se les menciona. El ministerio ha planteado: a ver cómo me resolvéis el problema de la gestión del residuo, pero sin considerar la oportunidad de creación de empleo y generación de actividad sostenible y verde en España. El decreto dice que los productores tienen que financiar el sistema de recogida separada, y eso ya lo dábamos por hecho, pero solo considera la ropa y el calzado que se van a la basura y eso es irrecuperable, y no se puede reutilizar ni reciclar. Es una barbaridad que no ocurre con otros residuos. Además, los plazos no son realistas. El objetivo es alcanzar el 50% de ropa separada en 2030 y el 70% en 2035. Aspiramos a llegar a ello, pero otra cosa es que nos queramos suicidar porque no lo vamos a conseguir. En Francia llevan 16 años con esta legislación y están en el 32%, en España el vidrio tardó 23 años en llegar al 50%.
P. ¿Están de acuerdo con que las tiendas tengan una sección de segunda mano?
R. El decreto dice que las tiendas de más de 400 metros cuadrados deben contar con una sección de ropa de segunda mano. Entiendo que la intención es buena. La duda es que grandes empresas como Primark no van a tener problemas, pero otras más pequeñas sí. ¿No basta con que mis productos se vendan ya en tiendas de segunda mano? Lo que puede ocurrir es que te cargues ese negocio.
P. ¿Qué capacidad de reciclado real existe?
R. A día de hoy no hay forma de reciclar botones, cremalleras, etiquetas … Van a vertedero y no en todos los casos se va a poder hacer textil o calzado porque las composiciones de los tejidos están muy mezcladas. Pero vamos a ver si se pueden destinar a otras utilidades como fabricar una mesa, un panel acústico… Para el algodón el proceso está más estudiado. Hay recicladores mecánicos muy buenos en la zona de Levante, pero no contamos con otras técnicas que están siendo estudiadas en laboratorio. Sabemos cómo hacerlo con 800 kilos, pero no con 800.000. Necesitamos innovación, inversiones, construir plantas y eso requiere plazos y el real decreto habla de 2030.
P. ¿Qué va a ocurrir con Cáritas y las otras empresas que ya existen?
R. Vamos a integrar a todas si quieren, Re-Viste no pretende sustituirlas, bastante problema tenemos por resolver para prescindir de gente que hace las cosas bien recogiendo y clasificando, tenemos que ayudarles a crecer.
P. ¿Quién va a pagar todo esto?
R. Son las empresas las que tienen que financiar, por ahora tenemos 10 compañías de las de mayor tamaño y se están interesando las medianas, como Mayoral, que ya integra Re-Viste. Pero cuando el decreto se publique, todas van a estar obligadas a estar con nosotros o con otras asociaciones similares. Pero estas normas se tienen que aplicar no solo a los productores españoles, sino a los que traen textil de fuera de España, que son muchos. En otros sectores no existe ese problema, porque ¿quién se compra yogures por Internet de otro país? Como me decía un productor de bañadores español: ‘Yo compito con Shein y mis trajes de baño valen cinco veces más y voy a tener que financiar a Re-Viste, perfecto, pero lo que quiero saber es que el otro va a hacer lo mismo, porque su ropa va a generar mucho más problema al deteriorarse más rápido que la mía’. Solo faltaba que los productores de ropa paguen los residuos de la moda barata que las está matando.
P. ¿Hay forma de evitarlo?
R. El Ministerio prevé la creación de un registro en el que cualquier importador tiene que declarar qué trae y a qué Scrap está adherido. Pero habrá que verificar y vigilar ese listado, porque si ese control no está sucediendo en otras cuestiones como con los tintes de las prendas o los productos químicos, pues puede que con esto tampoco ocurra. Y eso puede ser otro problema más que desnivele la libre competencia y la justicia competitiva entre los productores que hacen las cosas bien y los que no.