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Millones de hectáreas arrasadas y más de 600 incendios activos en Canadá

Las temperaturas inusualmente altas y la falta de lluvias facilitan la propagación de las llamas, que en un caso no podrán extinguirse hasta otoño

La temporada de incendios forestales en Canadá continúa a un ritmo implacable. Según el conteo interprovincial, se han declarado 5.100 fuegos en lo que va de año, y ahora mismo hay 638 activos. Las llamas han arrasado ya más de 8,3 millones de hectáreas, una superficie similar a la de Andalucía. Se trata del segundo año con mayor superficie quemada desde que existe registro. La cifra es solo superada por la de 2023, en la que ardieron 18,5 millones de hectáreas. Los daños han sido considerables en los Territorios del Noroeste, Saskatchewan, Manitoba y Nueva Escocia, además de puntos rojos en otras zonas del país. Sin embargo, la situación es particularmente complicada en Columbia Británica donde está el 24% de los fuegos activos.

En la provincia de Nueva Escocia, el incendio Long Lake, que arde desde hace más de tres semanas, continúa sin poder ser controlado. “Va a pasar tiempo antes de poder extinguir este incendio. Es muy probable que lleguemos al otoño antes de lograrlo”, declaró en rueda de prensa Jim Rudderham, director de protección forestal del Departamento de Recursos Naturales de esta provincia respecto a este fuego que ya ha abrasado 85 kilómetros cuadrados. Por su parte, Alberta ha superado la cifra de 1.000 incendios en 2025.

Muchos de estos incendios han provocado la evacuación de centenares de comunidades, sobre todo aquellas habitadas por pueblos indígenas. No obstante, los impactos se dejan sentir en múltiples puntos de la geografía canadiense. El pasado miércoles, Vancouver se situó a la cabeza de las ciudades con peor calidad del aire en el mundo, según la firma de monitoreo IQAir. En junio y julio, otras urbes canadienses, como Toronto y Montreal, también se habían ubicado en primer lugar de esta lista. El humo y las partículas pueden recorrer distancias considerables desde donde arden los bosques. Otros incendios canadienses ya lo han demostrado al afectar la calidad del aire en zonas de Estados Unidos e incluso en otros continentes. Según la Organización Meteorológica Mundial, los incendios forestales liberan una mezcla tóxica de contaminantes que puede deteriorar la calidad del aire a miles de kilómetros de distancia.

Las autoridades de Columbia Británica han alertado a sus habitantes que este velo de humo continuará durante varios días, recomendando cerrar puertas y ventanas, evitar el ejercicio al aire libre y utilizar un filtro de aire interior. El Ministerio de Bosques de la provincia mantiene por su parte la prohibición de encender fuego a la intemperie en distintos puntos del mapa.

El Ministerio del Medio Ambiente de Canadá ha subrayado que las olas de incendios forestales de los últimos años tienen que ver con temperaturas más altas de lo habitual y una disminución de las precipitaciones. El cambio climático ha agravado dichas condiciones propicias para el desarrollo de las brasas, coinciden expertos ministeriales y de centros académicos. Una investigación difundida por la cadena Radio-Canadá, sirviéndose de datos recopilados por centenares de estaciones meteorológicas del territorio canadiense, arrojó que en el 50% de las mismas la temperatura media superó la normal en más de un grado en semanas recientes. En algunas comunidades, el cambio incluso llegó a tres grados. “En Columbia Británica, dos de cada tres estaciones registraron un verano particularmente cálido”, indica el estudio. Canadá, como muestra este documento, es uno de los países que mayores variaciones están presentando.

Tanto el Gobierno federal como las autoridades provinciales han redoblado esfuerzos a raíz del creciente número de incendios forestales. Los planes incluyen mayores recursos humanos y materiales para combatir las llamas. Canadá aún recuerda las muestras de solidaridad por parte de otros países (como Estados Unidos, México, Chile y España) al haber enviado un nutrido contingente de bomberos para enfrentar la situación en 2023. Asimismo, se han inyectado mayores recursos para efectuar tareas de prevención, apoyar a evacuados y reconstruir infraestructuras afectadas. No obstante, la creciente cifra de días calurosos y secos en el calendario está provocando que el enfoque gubernamental sufra cambios. El pasado 18 de agosto, en una alocución sobre la propagación de los fuegos, Corey Hogan, secretario parlamentario del ministro de Energía y Recursos Naturales, dijo que ya no se debería poner el acento únicamente en la temporada álgida de incendios. “Cada vez más, los incendios son un fenómeno que se produce durante todo el año, y como canadienses debemos estar preparados para ello durante todo el año”, expresó Hogan.

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