La marea de ‘pellets’ alcanza Bruselas: el vertido condiciona la futura ley contra los microplásticos en la UE
La Comisión se abre a incluir al transporte marino dentro de la Unión en su propuesta para prevenir la pérdida de estos microplásticos
La marea de plástico que afecta a cada vez más playas de la costa norte española salpica ya de lleno a Bruselas, que ha calificado el vertido de pellets como una “amenaza” para el medio ambiente y la pesca. La Eurocámara debatirá la situación española en su pleno en Estrasburgo la semana que viene, mientras el comisario de Medio Ambiente y Océanos, Virgii...
La marea de plástico que afecta a cada vez más playas de la costa norte española salpica ya de lleno a Bruselas, que ha calificado el vertido de pellets como una “amenaza” para el medio ambiente y la pesca. La Eurocámara debatirá la situación española en su pleno en Estrasburgo la semana que viene, mientras el comisario de Medio Ambiente y Océanos, Virgiijus Sinkevicius, recibirá a varios eurodiputados españoles que piden una acción más decidida del Ejecutivo europeo ante un problema que, subrayan, es “europeo”, no solo español.
A la espera de estas citas, la crisis ha reavivado el debate en torno a una propuesta legislativa que la Comisión presentó en octubre para “prevenir la contaminación por microplásticos por la pérdida no intencionada de pellets”. Es más, el vertido en la costa norte española incluso podría provocar un cambio fundamental en la ley: como han denunciado en los últimos días varios eurodiputados, el texto original no incluye controles en el transporte marítimo, con lo que cualquier medida que prevenga la legislación futura no habría impedido realmente la catástrofe actual en la costa española, que comenzó cuando, el 8 de diciembre, el buque Toconao, con bandera de Liberia y que llevaba su carga al puerto neerlandés de Róterdam, perdió seis contenedores frente a las costas de Portugal, uno de ellos con mil sacos de 25 kilos de pellets de plástico que ahora están apareciendo en las playas.
Bruselas argumenta que este tipo de transporte, por su “dimensión internacional”, es competencia de la Organización Marítima Internacional (OMI) —que, según asegura, ya está analizando esta cuestión— y no de la UE. Pero ante las demandas de los legisladores para que se elimine esta exclusión, un alto responsable de la Comisión manifestó este jueves la disposición del Ejecutivo europeo a estudiar la posibilidad de incluir en el reglamento una “distinción” específica para el transporte marítimo “intraeuropeo” del “puramente internacional”, para que la futura ley, que todavía tiene ante sí un largo camino legislativo, pueda aplicarse al menos aparte del intenso tráfico marítimo en las costas de la UE.
“La Comisión está dispuesta a reflexionar con el Parlamento Europeo sobre qué se puede mejorar en esta propuesta para resolver este problema”, aseguró Aurel Ciobanu-Dordea, director en el Departamento de Medio Ambiente de la Comisión Europea, ante una audiencia en la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara, donde este jueves se discutió por primera vez el texto. Ciobanu-Dordea prometió una reunión con los ponentes parlamentarios “en las próximas semanas” para “mejorar la propuesta” y buscar cómo incluir al menos parte del transporte marítimo en la normativa.
“Tenemos que aprender de lo que sucede en la práctica”, reconoció el alto funcionario, quien no obstante dejó claro que cualquier reforma del texto no deberá suponer un incremento de la “carga administrativa”.
Según la Comisión Europea, cada año, entre 52.000 y 184.000 toneladas de pellets son vertidos al medio ambiente debido al mal manejo de este producto a lo largo de la cadena de suministro. Es el equivalente a entre 2.100 y 7.300 camiones. La legislación que propuso en octubre, basada sobre todo en medidas preventivas en función del tamaño de la empresa, debería reducir el vertido accidental de pellets hasta un 74%, lo que además de los efectos positivos en el medio ambiente, supondría un beneficio para los fabricantes de estos microplásticos de entre 23 y 127 millones de euros anuales.
La llegada a cada vez más playas de pellets ha ido encendiendo el debate en la capital europea. La víspera, el comisario Sinkevicius manifestó, en un mensaje en las redes sociales, su disposición a discutir cómo la UE “puede ayudar de mejor manera” en la actual crisis española. “Las 25 toneladas de pellets de plástico que se vertieron sobre la costa gallega amenazan el medio marino y actividades económicas como la pesca”, escribió Sinkevicius en X (antiguo Twitter), donde se declaró “ansioso por discutir cómo podemos ayudar mejor” en esta crisis.
Reunión urgente
Su mensaje es una respuesta a las peticiones de “reunión urgente” emitidas por varios grupos políticos el martes, justo antes de que la Xunta cambiara de opinión y decidiera elevar el nivel de alerta a 2, como ya había hecho Asturias a pesar de que los pellets han tardado mucho más en llegar a sus playas. Los socialistas César Luena y Nicolás González Casares pidieron el encuentro con el comisario europeo, que los recibirá el jueves de la semana que viene en Estrasburgo, el mismo día en que se celebrará en el pleno el debate parlamentario —sin resolución— sobre el tema. En una pregunta escrita, González Casares pidió además al Ejecutivo comunitario que “considere activar un protocolo europeo a la vista de que la contaminación por pellets plásticos afecta a varios Estados miembros”. El eurodiputado de IU Manu Pineda también ha denunciado por la misma vía una demanda para que la Comisión investigue la gestión “negligente” de la Xunta y que, “en caso de haberse cometido alguna irregularidad, actúe”. Por su parte, la eurodiputada de BNG Ana Miranda, impulsora del debate, ha pedido reunirse tanto con Sinkevicius como con la comisaria de Transporte, Adina Valean.
El ponente de la Eurocámara para negociar la propuesta legislativa de la Comisión, el socialista portugués Joao Albuquerque, saludó la disposición de la Comisión a negociar su propuesta y subrayó que el vertido en las playas españolas debe ser un recordatorio de la “urgencia” de legislar para contener “unos daños que se pueden evitar casi siempre” con medidas preventivas contundentes.
“Todos hemos visto las imágenes de las playas de Galicia y que, una vez derramados, la recogida de pellets es prácticamente imposible y que, por su tamaño, también es difícil aplicar medidas sin que tengan un impacto medioambiental. De ahí la importancia de la prevención”, remachó.
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