La España peninsular rompe su techo de calor en abril: 38,8 grados en Córdoba

La ciudad supera por tercer día consecutivo su marca mensual y lo hace por casi cinco grados

Un grupo de turistas combate el calor con gorros y abanicos, esta tarde en el centro de Córdoba.JORGE GUERRERO (AFP)

Nunca había hecho tanto calor tan pronto en la España peninsular y Baleares. Desde que comenzó la serie histórica en 1961, con datos fiables y unificados para todo el país, la temperatura máxima de abril estaba en 38,6°, registrados en Elche (Alicante) en 2011. Eran las tres de la tarde de este jueves, ...

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Nunca había hecho tanto calor tan pronto en la España peninsular y Baleares. Desde que comenzó la serie histórica en 1961, con datos fiables y unificados para todo el país, la temperatura máxima de abril estaba en 38,6°, registrados en Elche (Alicante) en 2011. Eran las tres de la tarde de este jueves, con toda la campiña cordobesa bajo un inédito aviso amarillo a estas alturas de mes por altas temperaturas, cuando el observatorio del aeropuerto de la capital andaluza ha marcado dos décimas más, 38,8°. Ello supone no solo romper el techo nacional del calor ―salvo Canarias, que tiene la cota en 40,2°― sino batir por tercer día consecutivo su marca mensual, que estaba en 34° desde abril de 2017.

El martes, en el segundo día del episodio de calor extremo que sufre el país, esta estación cordobesa ya tumbó el récord con 35,1°, un grado más, y el miércoles lo volvió a hacer con 36,7°. La nueva cota supera el registro máximo previo con una contundencia de casi cinco grados, lo que desafía a la lógica estadística y a la normalidad de un clima no alterado. Los récords, antes, se solían superar apenas por unas décimas. La máxima promedio del mes es de 22,8°.

En todo caso, lo que se ha batido es el récord de la España peninsular (y probablemente de la Europa continental) de abril, no el de la primavera en su conjunto, ya que “en la serie histórica hay registros de más de 40° en mayo” en la Península, todos en el siglo XXI, como aclara Ricardo Torrijo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Los mayos de 2015 y de 2022, con sendos episodios extremadamente cálidos, pusieron muy alto el listón. El año pasado, Andújar (Jaén) llegó en ese mes a los 42,3° y Sevilla, a 41°, mientras que Córdoba alcanzó los 41,2° en 2015. Las previsiones apuntaban que la llegada de los 40° podía adelantarse este año a abril, pero dos factores han actuado a modo de paraguas y lo han impedido: un aumento de la nubosidad y la entrada de calima.

El día comenzaba fresco en Córdoba, con 14° a las nueve de la mañana y el cielo encapotado pero, a partir del mediodía, cuando empezó a apretar el sol y a despejarse parte de la nubosidad, ya resultaba imposible no sudar la gota gorda, especialmente por la tarde, cuando el calor caía a plomo. Sin embargo, los habitantes de esta capital andaluza, a rebosar de turistas nacionales y extranjeros armados con abanicos, gorros y botellas de agua porque han comenzado la fiesta de las Cruces de Mayo, no le dan demasiada importancia a esta efeméride.

“Esto es lo que hay aquí, no hay otra, en mayo ya está aquí la caló y dura hasta los Santos. ¿Que este año se ha adelantado tres días? Pues tres días más de caló”, se resignaba el taxista Alberto Villalba. Sin embargo, este calor no es el de siempre, es bastante más. Con este jueves, son ya 14 días en los que los termómetros no bajan de 30°, lo que supone duplicar su récord de días de verano en abril, como apuntan, junto a un muy gráfico “Jesús, María y José”, dos de los mayores expertos en el clima local, Carlos Puentes y Miguel Muñoz.

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“Madre mía, pero qué calor”, se quejaba angustiada una turista de Granollers (Barcelona) al camarero en la terraza del Parador, que hace días que ha abierto la piscina. “Esto no es nada, señora, aún nos queda agosto”, le responde el camarero, estoico, para añadir: “Y luego nos quejamos de los derechos en Arabia Saudí. Allí cuando hace 45° se deja de trabajar por ley, aquí en los bares y en las obras curramos a pleno sol a esas mismas temperaturas, que hasta las máquinas se estropean”. En Riad, por cierto, no se ha subido este jueves de 32°.

La ciudad, en todo caso, está muy adaptada al calor, tanto que en la Farmacia B58 reparten una botellita de agua mineral por compra, convenientemente etiquetada con el logo del establecimiento. Detrás del mostrador, Jaime Parra y Juan Zofío explican que lo llevan haciendo desde que abrieron “cuando llegan los primeros calores”, este año, antes que nunca. “Con la botella queremos dar un consejo farmacológico importante: ante las altas temperaturas hay que mantenerse hidratado”, explica Zofío. “En Córdoba, de los últimos 10 años para acá, hay tres estaciones, verano, casi verano y la estación de Renfe”, sentencia con sorna una clienta.

En la previsión del día, que se ha cumplido milimétricamente, Aemet consideraba probable que se superaran los 32°-34° en buena parte del interior sur, incluso los 37°/38° en el valle del Guadalquivir y puntualmente los 32° en el del Ebro y los 30° en el del Duero, mientras que en zonas del interior del Cantábrico y Galicia se esperaban más de 25°. Junto con Córdoba, el podio lo han completado otras dos localidades de esta provincia, Fuente Palmera, con 38,5°, y La Rambla, con 37,9°.

Entre otros muchísimos récords, Sevilla, con 37,1°, también ha tumbado por segundo día consecutivo su anterior marca, que estaba en 35,4° desde abril de 1997, al igual que Madrid, con 30,5 frente a los 30,1° anteriores. En los tres primeros días de episodio, se han batido 56 récords tanto en la red principal de como en la automática, según el recuento hecho por el meteorólogo Roberto Granda, de Eltiempo.es. En pleno pico del episodio extremo, entre este jueves y el viernes, se espera que 28 de las 50 capitales de provincia vivan su día más tórrido desde que hay datos.

Y aún queda el viernes...

Varias personas caminan este jueves en medio de un calor sofocante en Madrid. FERNANDO VILLAR (EFE)

A este episodio aún le queda por delante el viernes, cuando es probable que las máximas sigan su escalada en la mitad este peninsular y Baleares. Continuarán por encima de los 36° en el Guadalquivir y de los 32°/34° en la mitad sur y se esperan más de 30°/32° en el Ebro y en el interior de Mallorca. De nuevo, se activará un aviso amarillo por calor, en este caso en Albacete. Aunque no están tan disparadas como las máximas, las mínimas también están anormalmente altas. Esta noche, en Andalucía pueden producirse noches tropicales, aquellas en las que los termómetros no bajan de 20°.

Con cierta incertidumbre, lo más probable es que el sábado se inicie un descenso térmico notable por la llegada de una masa de aire más húmeda y fresca por el oeste. Sin embargo, todavía se producirá un repunte en el extremo este y Baleares, por lo que podrían superarse los 32° en el Ebro y Mallorca y los 34° en Málaga, Almería, Murcia y Alicante. La noche del sábado, además de en Andalucía, puede ser tropical en Toledo o incluso Madrid, mientras que Jaén no bajará de 22°. El domingo, el descenso alcanzaría a toda la vertiente mediterránea, con lo que se daría por concluido este episodio.

Pero esto no quiere decir que las temperaturas vayan a situarse dentro de la normalidad. Aunque el lunes podrían seguir bajando, el ambiente seguirá siendo cálido en el sur, mientras que el martes se prevé un nuevo repunte en los termómetros, lo que augura un ambiente muy cálido para la fecha de nuevo durante la mayor parte de la semana que viene.

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