Alerta en Francia ante una sequía que afecta a casi todo el país
86 departamentos sufren restricciones de diferente severidad para paliar la falta de agua, en un verano con persistentes olas de calor y graves incendios
A la persistente ola de calor y los incendios, en su mayoría ya controlados aunque todavía no apagados, se une ahora una sequía que se extiende en Francia por casi todo su territorio: 86 de los 96 departamentos que componen la Francia metropolitana (sin sus territorios de ultramar) han sido puestos en diverso grado de alerta por sequía y, por tanto, sometidos a restricciones de uso del agua, incluido para el regado de cultivos....
A la persistente ola de calor y los incendios, en su mayoría ya controlados aunque todavía no apagados, se une ahora una sequía que se extiende en Francia por casi todo su territorio: 86 de los 96 departamentos que componen la Francia metropolitana (sin sus territorios de ultramar) han sido puestos en diverso grado de alerta por sequía y, por tanto, sometidos a restricciones de uso del agua, incluido para el regado de cultivos.
El mapa de Propluvia, la web oficial del Ministerio de Transición Ecológica que informa de los decretos de restricción de uso de agua, mostraba este lunes que la sequía es un problema de todo el territorio continental (y la isla mediterránea de Córcega) y no solo de las regiones tradicionalmente afectadas por olas de calor estival. Incluso la occidental Bretaña, que suele salvarse de canículas y demás episodios meteorológicos extremos, sufre este verano de temperaturas inusualmente altas —la semana pasada batió varios récords no superados desde 1949— y, ahora, restricciones de agua.
En total, 28 departamentos se encuentran total o parcialmente en alerta roja o de “crisis”, lo que supone la prohibición de cualquier extracción de agua salvo para usos prioritarios (salud y seguridad civil). Los puntos rojos del mapa se multiplican y muestran una preocupante dispersión que evidencia la seriedad del problema: están en alerta roja zonas tradicionalmente calurosas y secas como el sureste del país, pero también amplias zonas de la costa suroeste del país que la semana pasada sufrieron asimismo un “apocalipsis de calor” con temperaturas récord.
Otros 58 departamentos están en alerta simple o reforzada, lo que implica la restricción del riego de cultivos que puede ir a hasta 3,5 días por semana, así como la prohibición de regar jardines, espacios verdes y campos de golf a ciertas horas del día, al igual que lavar el coche, entre otros.
No es un fenómeno inesperado. Ya en junio, el servicio meteorológico francés, Météo France, alertaba de que se avecinaban tiempos complicados. A comienzos de ese mes, la situación de sequedad del suelo en Francia se correspondía a unos niveles normalmente adquiridos solo a mediados de julio, debido sobre todo a una primavera especialmente seca y cálida a la que, como se esperaba, ha seguido un verano igualmente seco y caluroso. La situación, además, no tiene visos aún de cambiar: las previsiones meteorológicas auguran fuertes temperaturas para buena parte del país hasta mediados de agosto.
Entre tanta situación inquietante, algunas noticias alentadoras: el incendio que se desató el 12 de julio en Landiras, en el suroeste del país, y que ha arrasado 13.800 hectáreas de vegetación, está ya “controlado”, anunciaron este lunes las autoridades locales. El sábado ya se había declarado controlado otro incendio cercano, que ha destruido otras 21.000 hectáreas al sur de Burdeos, incluida la turística Duna de Pilat. Más de 36.000 personas fueron evacuadas de forma preventiva a causa de los dos incidentes. El presidente francés, Emmanuel Macron, visitó la zona a finales de la semana pasada y prometió más medios para combatir los fuegos que, con el cambio climático, amenazan con multiplicarse en los próximos años.
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal