Intrigas en la misión espacial: apartado un cosmonauta ruso por sospechas de espionaje al fotografiar los motores de SpaceX
La NASA y Roscosmos evitan explicar la sustitución del veterano astronauta Oleg Artémiev a menos de tres meses de partir a la Estación Espacial Internacional
Oleg Artémiev forma parte de la élite de los cosmonautas rusos, pero ha sido apartado del que iba a ser su cuarto viaje al espacio por una infracción de principiante. O, si las acusaciones son finalmente ciertas, por algo más grave: espiar a Estados Unidos. El científico era uno de los cuatro miembros del vuelo de SpaceX Crew-12. Su misión, viajar a partir del 15 de febrero a la Estación Espacial Internacional junto con dos astronautas de la NASA y otra de la Agencia Espacial Europea. Sin embargo, Artémiev ha sido apartado apenas dos meses y medio antes de despegar bajo un severo secretismo a ambos lados de esta nueva Guerra Fría.
La agencia espacial rusa, Roscomos, ha anunciado la sustitución de Artémiev por el cosmonauta Andréi Fediayev. “Se ha tomado esta decisión debido al traslado de Oleg Artémiev a otro puesto”, ha sido la breve explicación ofrecida por el organismo en un comunicado.
Las fuentes de un conocido experto espacial ruso, Gueorgui Trishkin, apuntan a un posible caso de espionaje dentro de las instalaciones de SpaceX, el gigante comercial espacial de Elon Musk.
“Artémiev presuntamente violó las restricciones de exportación de la ITAR al fotografiar documentación y otros artículos prohibidos que tenían relación con SpaceX, y al sacar información no autorizada en su teléfono”, explica el analista en su canal de Telegram.
La ITAR es la Regulación del Tráfico Internacional de Armas, un conjunto de leyes del Departamento de Estado estadounidense que restringen la exportación de armamento y tecnologías asociadas a esta industria. Los cohetes espaciales y los satélites son, a los ojos de Washington, tan armamento como los tanques y misiles.
“Esto ha sido, por decirlo suavemente, una infracción grave”, manifiesta Trishkin. Según su información, las instituciones que colaboran en el proyecto SpaceX Crew-12 van a investigar si las acciones del cosmonauta fueron intencionales o no.
Otro canal de Telegram ruso especializado en el espacio, Yura, prostí, apunta a que el veterano cosmonauta de 54 años fotografió motores de SpaceX mientras entrenaba en la base de Hawthorne, California, para volar en la cápsula Dragon.
Artémiev, con tres viajes a la Estación Espacial Internacional y 560 días en el cosmos, es uno de los astronautas más experimentados de Roscomos y ha sido galardonado como Héroe de Rusia. Asimismo, es diputado en el parlamento local de Moscú por el partido de Putin, Rusia Unida.
Problemas en el cosmódromo de Baikonur
El escándalo en torno a las fotografías de la tecnología de SpaceX añade una dificultad más al programa espacial ruso. Al mismo tiempo que Artémiev era apartado, su principal base espacial sufría un accidente en la plataforma desde la que despegan las naves Soyuz rumbo a la Estación Espacial Internacional.
El pasado 27 despegó la Soyuz MS-28 desde el Área 31 del cosmódromo ruso de Baikonur, en Kazajistán. El cohete partió sin problemas, pero en el foso cayeron los restos de la cabina de servicio que utilizan los técnicos para preparar los lanzamientos. Un mal cierre de la instalación antes del despegue había provocado su destrucción por las llamas.
“Se han detectado daños en varios componentes de la plataforma […] Todos los repuestos necesarios están disponibles y los daños serán reparados en breve”, aseguró la agencia espacial rusa.
Para Roscosmos se trata de una carrera contrarreloj. No solo por mantener el calendario de lanzamientos pactado para los próximos meses, sino por evitar también que SpaceX la desplace en el envío de astronautas a la Estación Espacial Internacional.
El problema para Rusia es que el Área 31 es el único emplazamiento del que dispone el país para lanzar al espacio los últimos modelos de la nave Soyuz capaces de transportar los astronautas.
El próximo lanzamiento previsto desde este enclave, la misión de reabastecimiento Progress, está programada para el 19 de diciembre. Sin embargo, en la comunidad espacial rusa persisten las dudas en torno a la duración de las reparaciones de Baikonur frente al optimismo de Roscomos.