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Tres astronautas chinos varados durante una semana en el espacio regresan a la Tierra tras un susto con la basura espacial

Una “microfisura” en su nave producida por el impacto de chatarra en órbita ha retrasado su retorno y forzado a activar “planes de emergencia”

Los tres astronautas chinos varados en el espacio desde hace más de una semana ya están de regreso en la Tierra. Los tres ha aterrizado a las 17:21 (hora de Beijing, siete horas menos en la españa peninsular). “Han salido sanos y salvos de la cápsula y están en buen estado de salud”, ha informado la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China, que acompaña el comunicado con una foto de los astronautas sonrientes en el exterior de la cápsula. El aterrizaje se ha producido en Dongfeng, en la región autónoma de Mongolia Interior, en el norte de China.

Su retorno había sido programado para el 5 de noviembre, pero se vio retrasado después de que la citada agencia informara de los riesgos por la “sospecha” de impacto de “un pequeño fragmento de basura espacial” en la nave en la que debían volver, la Shenzhou-20.

Finalmente, los tres tripulantes, que han pasado más de seis meses en la estación espacial china Tiangong, comenzaban este viernes las maniobras para el retorno a casa. Pero no lo han hecho a bordo de su nave de regreso, sino en la de la misión de reemplazo, la Shenzhou-21.

“En la mañana del 14 de noviembre de 2025, a las 11:14 (hora de Beijing), la nave tripulada Shenzhou-21 se separó con éxito del complejo de la estación espacial”, informaba esta mañana la agencia espacial a través. “A continuación, la cápsula de retorno de la Shenzhou-21 realizará la reentrada en un momento oportuno bajo el control por telemando desde tierra, y los astronautas Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie están a punto de emprender el viaje de vuelta a casa”.

Los tres tripulantes de la Shenzhou 20 despegaron el pasado 24 de abril desde la histórica base china de Jiuquan, en pleno desierto del Gobi (noroeste del país), rumbo a la estación espacial china Tiangong, donde han vivido desde entonces, hasta este viernes.

Normalmente, las misiones Shenzhou terminan con la llegada de la tripulación de relevo y la entrega del control de las operaciones en la estación espacial. Durante los días en que las dos misiones coinciden, sus naves permanecen acopladas a la estación. En este caso, debido a los daños en la Shenzhou-20, la tripulación se ha visto obligada a usar el otro vehículo de retorno, lo que deja a los astronautas de la Shenzhou-21 unos días sin nave de regreso.

“El cristal de la ventana lateral de la cápsula de retorno de la nave tripulada Shenzhou-20 presentaba una microfisura, probablemente causada por el impacto externo de restos espaciales, por lo que no cumplía las condiciones de seguridad necesarias para autorizar un retorno tripulado”, ha explicado la agencia tras una “evaluación integral” sobre la base de la interpretación fotográfica, la verificación de diseño, los análisis de simulación y las pruebas en el túnel de viento. “La Shenzhou-20 permanecerá en órbita para continuar con los experimentos correspondientes”.

Los tres astronautas que emprenden el regreso son Chen Dong —comandante de la misión, 46 años, expiloto de combate, y con una larga lista de condecoraciones— Chen Zhongrui -41 años, también expiloto de la fuerza aérea china— y Wang Jie —ingeniero aeroespacial, 36 años—. Los tres han pasado 204 días en órbita, un tiempo dedicado a realizar experimentos científicos en busca de avances en la carrera espacial. Chen, que afrontaba su tercer viaje al espacio, es ya el astronauta chino que suma más tiempo en el espacio: lleva 418 días. También, con seis, es el que más actividades extravehiculares ha realizado.

“Cada viaje espacial es único. Esperamos ganar más experiencia y avances en la operación. Lo más importante en esta tarea es completar nuestro trabajo con cero errores”, confesaba el comandante en una comparecencia en Jiuqian el pasado mes de abril, horas antes de su despegue. “Que el vasto espacio sea testigo de la infinita lealtad de los soldados espaciales chinos”.

Su reemplazo, la misión Shenzhou-21, formada por otros tres tripulantes, despegó el 31 de octubre, y su nave se acopló con éxito a la Tiangong a las pocas horas. Los seis astronautas tenían previsto convivir juntos en la estación espacial hasta el 5 de noviembre, pero el contratiempo producido en la nave de retorno ha obligado a un cambio de planes, algo poco habitual en el programa espacial chino.

Ante la situación, la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados anunció el martes que ponía en marcha “planes y medidas de emergencia” siguiendo el principio de “la vida y la seguridad ante todo”. También aseguró que el complejo de la estación espacial se encontraba “en condiciones normales” y era capaz de mantener en órbita a dos equipos de astronautas. “La tripulación de la misión Shenzhou-20 trabaja y vive con normalidad, y realiza experimentos científicos en órbita junto con la tripulación de la misión Shenzhou-21″, afirmó.

El diario hongkonés South China Morning Post ha asegurado, mediante fuentes anónimas, que la Shenzhou-22, construida originalmente para la próxima rotación de la tripulación, cuyo lanzamiento está previsto para la próxima primavera, ya se está preparando y abasteciendo en el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan. “Según lo previsto, la nave espacial Shenzhou-22 será lanzada en el momento oportuno”, se ha limitado a informar este viernes la Agencia Espacial china.

La estación china Tiangong es algo parecido a un laboratorio estelar, donde se realizan ensayos vinculados a la carrera espacial. La tripulación de la Shenzhou-20 ha llevado a cabo experimentos sobre ciencias biológicas espaciales, física en microgravedad y nuevas tecnologías espaciales. Buscaban también hacer progresos en áreas como el cultivo de chips para organoides cerebrales vascularizados (unas células que se asemejan al cerebro humano), la dinámica no equilibrada de la materia blanda y la preparación basada en el espacio de materiales superconductores de alta temperatura.

Su rotación, formada por Zhang Lu, Wu Fei y Zhang Hongzhang, tiene entre sus diversos objetivos científicos y tecnológicos la misión de instalar dispositivos de protección contra basura espacial. Harán experimentos en campos como las ciencias de la vida y la biotecnología espacial. Los astronautas han viajado al espacio con cuatro ratones (dos hembras y dos machos) para estudiar los efectos de la ingravidez y el confinamiento en sus patrones de comportamiento.

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