La nave ‘Peregrino’, averiada en su camino hacia la Luna, chocará contra la Tierra

La NASA y la compañía Astrobotic, que perdió el control del módulo tras un exitoso despegue, deciden desintegrarla el jueves contra la atmósfera para evitar que se convierta en chatarra espacial

El módulo 'Peregrino' de Astrobotic muestra una perturbación en su aislamiento externo después de su lanzamiento el 8 de enero de 2024. Foto: CHANDAN KHANNA | Vídeo: EPV

El módulo lunar Peregrino vuelve a la Tierra, pero para desintegrarse para siempre junto con todos los objetos que transportaba, desde herramientas científicas de la NASA hasta restos mortales de expresidentes de EE UU. El artefacto sufrió una avería después de que el cohete Vulcan lo pusiera rumbo a su destino el 8 de enero. Esta “anomalía”, como la definió la compañía estadounidense Astrobotic, impidió inicialmente qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El módulo lunar Peregrino vuelve a la Tierra, pero para desintegrarse para siempre junto con todos los objetos que transportaba, desde herramientas científicas de la NASA hasta restos mortales de expresidentes de EE UU. El artefacto sufrió una avería después de que el cohete Vulcan lo pusiera rumbo a su destino el 8 de enero. Esta “anomalía”, como la definió la compañía estadounidense Astrobotic, impidió inicialmente que su nave se alimentara de la luz solar. Pero tras arreglar ese percance, la empresa descubrió el verdadero problema: una fuga de combustible en su averiado sistema de propulsión que impedía cumplir con su objetivo. Ya no podría convertirse en el primer módulo privado en realizar un aterrizaje suave en la Luna, ni ser la primera nave estadounidense que lo conseguía desde 1972. Astrobotic y la NASA anuncian ahora, una semana después del lanzamiento, que estrellarán el Peregrino contra la atmósfera de la Tierra para que no se convierta en un molesto pedazo de chatarra espacial.

“Trabajando con la NASA, hemos recibido aportes de la comunidad espacial y del Gobierno de EE UU sobre el curso de acción más seguro y responsable para terminar la misión Peregrino. La recomendación que hemos recibido es permitir que la nave espacial se desintegre durante la reentrada en la atmósfera de la Tierra”, explica Astrobotic en un comunicado. “Debemos equilibrar nuestro propio deseo de extender la vida de Peregrino con el riesgo de que nuestra nave espacial dañada pueda causar un problema en el espacio cislunar. Como tal, hemos tomado la difícil decisión de mantener la trayectoria actual de la nave espacial para reingresar a la atmósfera terrestre”.

El vehículo, que está ahora mismo a unos 375.000 kilómetros de la Tierra, caerá el jueves 18 contra el escudo terrestre, previsiblemente al norte de Australia, según algunos cálculos. “No creemos que la reentrada de Peregrino represente riesgos de seguridad”, asegura Astrobotic. La compañía tenía previsto realizar una rueda de prensa conjunta con la NASA el mismo jueves 18 de enero para informar sobre la evolución de la misión. Los aparatos que viajan a bordo de la nave, de distintas instituciones de todo el mundo, han logrado encenderse y transmitir sin problemas, y hubieran podido cumplir su función de haber llegado a buen puerto.

La carga de la misión 'Peregrino 1', en una imagen cedida por United Launch Alliance.ULA

Entre las 20 cargas útiles que transporta la nave, además de artefactos científicos, hay objetos simbólicos, como una cápsula del tiempo con mensajes de 80.000 niños de todo el mundo. También viajan otros objetos más controvertidos: los restos mortales de decenas de humanos enviadas por la compañía de entierros espaciales estadounidense Elysium Space, como las del creador de Star Trek, Gene Roddenberry, el escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke, y tres presidentes de Estados Unidos: George Washington, Dwight D. Eisenhower y John F. Kennedy. Todos esos restos se vaporizarán contra la atmósfera.

Este revés se produce en medio de una intensa carrera espacial hacia la Luna que muestra cómo el eje ganador se desplaza hacia nuevos actores. EE UU lleva sin posarse en la Luna desde hace cinco décadas, Rusia estrelló su nave hace unos meses y los intentos privados de los últimos años, de Israel y Japón, también fracasaron. Mientras tanto, en la última década, China ha aterrizado con éxito tres aparatos y la India acaba de conseguirlo.

La misión Peregrino-1, que involucraba a varias empresas, forma parte de la iniciativa CLPS (Servicios de Carga Útil Lunar Comercial, de sus siglas en inglés) de la NASA, que es una parte del plan de retorno a la Luna dentro del programa Artemis, en el que colaboran EE UU, Europa, Japón y otros países. Esta misión es solo la primera de diez CLPS programadas para un futuro próximo.

El mes que viene será otra compañía privada, Intuitive Machines (de Houston), la que lanzará un módulo de aterrizaje lunar a bordo de un cohete de SpaceX. Pero antes, un día después de desintegrarse Peregrino, Japón intentará alunizar el 19 de enero su nave SLIM, un módulo de aterrizaje de la Agencia Espacial Japonesa que se lanzó en septiembre. Si tiene éxito, Japón se convertirá en el quinto país en realizar un aterrizaje suave en la Luna, tras la Unión Soviética, EE UU, India y China.

“Cada éxito y revés son oportunidades para aprender y crecer. Usaremos esta lección para impulsar nuestros esfuerzos para avanzar en la ciencia, la exploración y el desarrollo comercial de la Luna”, reaccionó Joel Kearns, administrador asociado adjunto de exploración en la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, tras conocerse la avería de Peregrino. El administrador de la NASA, Bill Nelson recalcó tras el lanzamiento que estas misiones de la iniciativa CPLS “ayudarán a entender la evolución de nuestro sistema solar y a dar forma a la exploración humana para el programa Artemis”.

Puedes seguir a MATERIA en Facebook, X e Instagram, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Sobre la firma

Más información

Archivado En