¿Blanqueamiento o hito espacial? Arabia Saudí ya tiene en órbita a su primera mujer astronauta
La dictadura del príncipe Bin Salmán compró dos pasajes en una misión privada hacia la Estación Espacial Internacional a bordo de una nave de Elon Musk
La científica Rayyanah Barnawi, de 33 años, ya ha iniciado el viaje espacial que la convierte en la primera mujer astronauta de Arabia Saudí. En la noche del domingo al lunes, se la pudo ver disfrutar de los primeros momentos en el espacio jugando con la ingravidez de su bolígrafo. De este modo, su país —conocido por su abusiva discriminación de género— entra en el selecto grupo de ocho países con mujeres espaciales y se coloca al mismo nivel que Francia, Italia o el Reino Unido, países que solo h...
La científica Rayyanah Barnawi, de 33 años, ya ha iniciado el viaje espacial que la convierte en la primera mujer astronauta de Arabia Saudí. En la noche del domingo al lunes, se la pudo ver disfrutar de los primeros momentos en el espacio jugando con la ingravidez de su bolígrafo. De este modo, su país —conocido por su abusiva discriminación de género— entra en el selecto grupo de ocho países con mujeres espaciales y se coloca al mismo nivel que Francia, Italia o el Reino Unido, países que solo han enviado a una mujer al espacio en toda su historia, y algo que no han logrado Alemania o España.
A las 17:37 hora local de Florida (23:37 hora peninsular española) despegaba de Cabo Cañaveral el cohete Falcon de SpaceX, la compañía de Elon Musk, con los tripulantes de la misión Axiom-2: la propia Barnawi, su compatriota, el piloto Ali Al Qarni, el empresario John Shoffner (piloto de carreras y de espectáculos aéreos) y la comandante Peggy Whitson, un mito de la astronáutica estadounidense, ya que es la persona de aquel país que más días ha pasado en el espacio: 665.
Axiom-2 es la segunda misión privada a la Estación Espacial Internacional (ISS), hacia donde se dirigen en la nave espacial Dragon, en un viaje de 16 horas (pasarán ocho de ellas durmiendo, si pueden). Una vez allí, permanecerán ocho días en la estación realizando experimentos científicos. La nave Dragon en la que viajan se llama Freedom (libertad en inglés). Los acaudalados tripulantes de la misión Axiom-1, comandada por el español Michael López-Alegría, pagaron unos 50 millones de euros por sus billetes hasta la ISS, pero en este caso se desconoce el precio pagado.
”Honestamente, siento que estoy representando las ambiciones de todos los saudíes, todas las mujeres y también todos los científicos. Es un gran honor poder ir al espacio y, al mismo tiempo, hacer las cosas que más te gustan”, asegura Barnawi en inglés en un vídeo publicado por Axiom Space, la compañía de Houston que le ha vendido los dos pasajes espaciales a Arabia Saudí.
Pero más adelante, en el mismo vídeo, Barnawi habla en árabe para decir: “Como dice el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, somos un país de soñadores, no hay nada que nos impida hacer realidad nuestros sueños. Así que sueña a lo grande y con ayuda del príncipe heredero y nuestra nación, lograremos nuestras metas”.
En su caso, es cierto. Los billetes de Barnawi y al Qarni hacia la ISS fueron comprados por la Comisión Espacial Saudí, un organismo que depende del Gobierno que dirige el primer ministro Bin Salmán. Acusado de terribles crímenes como el del periodista Jamal Khashoggi, el príncipe saudí recibió el 16 de abril a la joven investigadora y a su compañero en su palacio de Yeda. Curiosamente, el primer saudí en el espacio fue Sultán bin Salmán, medio hermano del heredero Mohamed bin Salmán, que voló en el transbordador Discovery en 1985 para desplegar varios satélites, entre ellos uno de su país.
Tras el encuentro entre Bin Salmán y los astronautas en Yeda, una nota de la agencia estatal de prensa señalaba que “los vuelos espaciales tripulados son un símbolo de la superioridad y la competitividad global de las naciones” y que “esta misión es histórica, ya que convertirá al Reino en uno de los pocos países del mundo que lleva a dos astronautas de la misma nacionalidad a bordo de la Estación Espacial Internacional simultáneamente”.
Justo después, Barnawi, especialista de laboratorio con nueve años de experiencia en la investigación de células madre y cáncer, publicó en Twitter: “Las palabras de Su Alteza el Príncipe Heredero y Presidente del Consejo Espacial Supremo antes de nuestro viaje a la Estación Espacial Internacional permanecerán grabadas en nuestros corazones”. Más tarde, en una rueda de prensa previa al lanzamiento, Barnawi aseguró: “Me siento muy honrada y feliz de representar todos los sueños y esperanzas de todas las personas en Arabia Saudí y de todas las mujeres en casa”.
Solo en el último año, dos mujeres saudíes han recibido gravísimas condenas de cárcel, precisamente por publicar sus opiniones en Twitter. En agosto de 2022, se supo que Nourah bint Saeed al-Qahtani había sido condenada a 45 años de prisión por sus comentarios en la red social. Tres semanas antes, Salma al Shehab fue condenada a 34 años de cárcel por tuitear regularmente mensajes en favor de la igualdad de los derechos de la mujer en Arabia Saudí. En junio entró en vigor una ley que permite la discriminación de las mujeres, por ejemplo, mediante la tutela masculina, según denuncia Amnistía Internacional.
“Uno de los astronautas será una mujer saudita, cuya misión al espacio representará una primicia histórica para el Reino”, se jactó el organismo espacial saudí en un comunicado al anunciar el acuerdo con Axiom. ¿Se trata de una operación de blanqueamiento de la dictadura, usando a una mujer como Barnawi? ¿O es un avance en su país? “Barnawi ciertamente se ha convertido en una inspiración para las mujeres de la región”, ha publicado Vogue Arabia, que asegura que “dará a las mujeres del Reino la oportunidad de soñar en grande”.
La participación saudí en Axiom-2 corresponde a un plan de modernización del país emprendido por el poderoso heredero y primer ministro Bin Salmán, “que también exige una mayor integración de las mujeres en la fuerza laboral del conservador país musulmán”, según la agencia de noticias AP. En 2018, se permitió a las mujeres saudíes conducir coches, una decisión enmarcada por algunos activistas con el término en inglés “purplewashing”, que designa aquellas políticas que pretenden trabajar en favor de las mujeres, pero que solo son una estrategia de imagen.
Bin Salmán no será el último hombre fuerte en hacer política gracias a los pasajes espaciales de Axiom. El presidente turco, Tayyip Erdogan, aprovechó la reñida campaña electoral que puede desalojarle del poder en su país para anunciar el nombre del astronauta turco que viajará a la ISS en la misión Axiom-3. Todos estos viajes de la compañía Axiom cuentan con el apoyo de la NASA y la aprobación de los demás países de la Estación, como Rusia, Canadá, Japón y la Agencia Espacial Europea. La única exigencia es que cada misión lleve un astronauta de carrera al frente, como López-Alegría y Whitson.
Los astronautas saudíes se encontrarán en la ISS con Sultán Al Neyadi, astroanuta de Emiratos Árabes Unidos de 41 años, que se convirtió en el primer árabe en realizar una misión espacial de larga duración, así como en el primero en realizar una caminata espacial, y que está allí para una misión de seis meses. Por tanto, coincidirán en el laboratorio orbital tres ciudadanos de monarquías absolutas respaldadas por petrodólares. Al darse la orden de despegue, la comandante Whitson exclamó un juego de palabras con el nombre de la nave: “Que vuele (la) Libertad”.
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