La covid-19 interrumpió la vacunación habitual de 17 millones de niños en todo el mundo
En España, la inmunidad frente a la difteria, el tétanos y la tosferina cayó hasta un 89% y la del sarampión, al 83%
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington ha calculado que unos 17 millones de niños se quedaron sin recibir la primera dosis contra el sarampión y los terceros pinchazos contra la difteria, el tétanos y la tosferina (conocida como DTP3) debido a la pandemia de la covid-19. Según esta investigación, el nivel de protección global frente a estas enfermedades ha caído por debajo del 80% durante 2020, un 7% menos de lo esperado para las dos vacunas si la pandemia no hubiera ocurrido. Los autores del trabajo, publicado en la prestigiosa revista ...
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington ha calculado que unos 17 millones de niños se quedaron sin recibir la primera dosis contra el sarampión y los terceros pinchazos contra la difteria, el tétanos y la tosferina (conocida como DTP3) debido a la pandemia de la covid-19. Según esta investigación, el nivel de protección global frente a estas enfermedades ha caído por debajo del 80% durante 2020, un 7% menos de lo esperado para las dos vacunas si la pandemia no hubiera ocurrido. Los autores del trabajo, publicado en la prestigiosa revista The Lancet, advierten de que este descenso en la inmunización puede aumentar el riesgo de rebrotes de sarampión y provocar muertes.
El estudio se basa en datos de vacunación mensuales de 2019 y 2020 que cada país participante envió a la delegación nacional de la Organización Mundial de la Salud, a los que sumaron información de los respectivos ministerios y diferentes publicaciones oficiales. En total, obtuvieron una muestra de 170 países (España incluida), aunque no todos tienen la misma cantidad de datos, pues la disponibilidad de estos varía en función del Estado. De esas 170 naciones, 126 (un 74%) sufrieron alguna interrupción en la vacunación durante la pandemia. Estos parones se explican, además de por las medidas de confinamiento, por el hecho de que todos los recursos sanitarios se centraron en combatir la covid y que el resto de enfermedades pasaron a un segundo plano.
Los países más afectados por esta interrupción se encuentran en la zona sur de Asia, donde se dejaron de administrar 3,6 millones de vacunas DTP3 y 2,2 millones contra el sarampión, casi el doble de lo esperado. En esta región, la protección frente a las tres primeras enfermedades cayó en un 13% con respecto a lo previsto, mientras que la cobertura contra el sarampión descendió un 4%.
De las 170 naciones que formaron la muestra, 126 países (un 74%) sufrieron alguna interrupción en la vacunación durante la pandemia
Por el contrario, la zona menos afectada fue el África subsahariana. En esta área, la cobertura descendió un 4% en 2020 (unos 900.000 niños no recibieron las vacunas DTP3 y a 1,1 millones no se les administró la del sarampión). Jonathan Mosser, uno de los autores del estudio, lo explica por la influencia tardía que tuvo la covid en este territorio: “Estas interrupciones más pequeñas pueden estar relacionadas en parte con la escala menor de la pandemia de covid-19 en esta región, especialmente en la primera mitad de 2020”. Rafael Vilasanjuán, director de análisis de Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y que no ha participado en la investigación, considera que además los sistemas de vacunación de estos países “son bastante sólidos”, ya que “la medicina preventiva es la mejor herramienta de la que disponen”. Aun así, los autores advierten de que en esta zona los niveles de inmunización son bajos, por lo que, aunque los descensos en la cobertura sean pequeños, pueden ocasionar rebrotes importantes.
En los países más desarrollados, el número de menores que se quedó sin alguna dosis se dobló. Los expertos calculan que entre 600.000 y 1,2 millones de niños no recibieron la tercera dosis de la DTP3, mientras que entre 700.000 y 1,5 millones no recibieron el antídoto contra el sarampión. En España, los investigadores utilizaron datos recogidos por la Asociación Española de Vacunología en la Comunidad de Madrid y Andalucía durante marzo, y de la Región de Murcia en marzo y abril. Kate Causey, otra de las autoras del trabajo, subraya que los pocos datos disponibles condicionan los resultados: “El resto del año está basado en proyecciones del modelo, que aprovecha las estimaciones de movilidad de España y los patrones observados en otros países, en particular los de la región de ingresos altos”.
La zona menos afectada fue el África subsahariana. Uno de los autores del estudio lo explica por la influencia tardía que tuvo la covid-19 en esta región
Sin pandemia, los autores calculan que España habría alcanzado un 96% de inmunidad frente a la difteria, el tétanos y la tosferina (frente al 89% actual) y un 99% de su población estaría protegida contra el sarampión (frente al 83% que ha recibido la vacuna). Preguntados por este periódico, el Ministerio de Sanidad y la Asociación Española de Pediatría han asegurado no tener aún datos completos sobre cómo ha afectado la interrupción de la vacunación. La vacunación en España depende de las comunidades autónomas, no todas tienen los mismos calendarios ni remiten los datos al mismo tiempo.
Los niveles de vacunación se fueron recuperando durante la segunda mitad de 2020 y, para diciembre de ese año, las dosis mensuales administradas a nivel global se acercaban a las cifras previstas. Aun así, el informe cifra en más de ocho millones los niños cuya inmunización con cada vacuna quedó sin completar en 2020. Vilasanjuán explica que, conforme los países ricos alcancen la inmunidad de grupo frente a la covid, aumentará la cantidad de vacunas disponibles para los países de rentas bajas, lo que puede hacer que la inmunización se centre en la covid y no en el resto de dolencias. “Va a haber que controlar muchísimo que no se dispare la emergencia de otras enfermedades”, advierte. “En los próximos meses y años será crucial no limitarse a recuperar el nivel de inmunidad prepandemia, ya que esto reforzaría las diferencias anteriores. Es necesario aprender de la pandemia para construir sistemas de inmunización rutinaria más fuertes. Será fundamental apoyar a los países y a las comunidades para que lleguen mejor a los niños que históricamente han quedado fuera de los programas de inmunización, de modo que podamos lograr un acceso elevado y equitativo a las vacunas para todos”, pide Mosser.
FE DE ERRORES: En una primera versión de este artículo, en el subtítulo y en el cuerpo de la noticia se indicaba que la vacuna DTP3 protege frente a la difteria, la tuberculosis y la tosferina, cuando en realidad protege frente a la difteria, el tétanos y la tosferina.
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