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Kast a Jara por su vidrio de seguridad: “En otros países han atentado contra candidatos. ¿Eso buscas?”

Los dos aspirantes a la Presidencia de Chile, que el domingo se miden en la segunda vuelta, sostienen un tenso debate televisivo, el último

José Antonio Kast y Jeannette Jara
Rocío Montes

A cinco días de la segunda vuelta presidencial en Chile, los dos candidatos en competencia, la de la izquierda, la comunista Jeannette Jara, y el abanderado de las derechas, José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, han protagonizado un tenso último debate televisivo, quizá el de mayor agresividad que se haya visto en esta campaña por la Presidencia 2026-2030. Jara, como lo ha hecho desde la primera vuelta del 16 de noviembre, ha apostado por interpelar sin contemplaciones a su contendor. Lo ha acusado de falta de experiencia, por no responder, por equivocarse, por no explicar sus medidas, por no reconocer errores y por estar nervioso, a su juicio. Kast, que en las últimas semanas se ha cuidado -está arriba, según las últimas encuesta conocidas, por lo que está en una posición expectante-, ha tildado a Jara de “la candidata de la continuidad” del Gobierno de Gabriel Boric, se ha trenzado en discusiones intensas con la candidata de la izquierda, ha peleado por el tiempo y, sobre todo, ha vinculado los problemas que tiene Chile con la última Administración, de la que Jara fue parte. “Hay solo dos caminos: continuidad o cambio”, ha dicho Kast, que sabe que desde 2010 la presidencial en Chile la ha ganado la oposición al Gobierno de turno.

Uno de los momentos de mayor tensión se produjo cuando Jara le sacó en cara que, según ella, él vive en una “caja de cristal”, en referencia al vidrio blindado protector que el ultraconservador ha utilizado en algunos de sus mítines. Kast le respondió: “Tengo que de repente usar un vidrio porque hay personas en otros países que han asesinado candidatos presidenciales. ¿Qué pasa si a mí me pasa algo? Después vas a decir, en realidad tenía razón. Mataron a uno en Ecuador, en Colombia, han atentado contra otros. ¿Tú eso es lo que buscas?“.

En rueda de prensa posterior al debate, Kast justificó que el uso del vidrio se debe a que en el pasado ha sido agredido en sus candidaturas pasadas, en 2017 y 2021. “He sido agredido en varias oportunidades”. Jara, por su parte, respondió sobre el asunto posterior al debate que Carabineros ha desestimado que esté en peligro el candidato.

El candidato ultraconservador, que para la segunda vuelta está arropado por le derecha tradicional y la libertaria -al canal de televisión lo acompañó Johannes Kaiser, que alcanzó el cuarto lugar en la primera vuelta-, en este debate intentó bajar la tensión sobre algunas de las últimas polémicas que han marcado este tramo final de la campaña. Dijo que no eliminará la ley que establece un máximo de 40 horas semanales de trabajo y tampoco la PGU (la Pensión Garantizada Universal, para las personas que reciben bajas jubilaciones), una duda que se ha mantenido desde que anunció que recortará 6.000 millones de dólares del Fisco en los primeros 18 meses de un eventual Gobierno, pero que no ha explicado. “Jamás indultaría a un abusador de niños”, aclaró Kast, sobre las declaraciones del diputado José Carlos Meza, republicano, que abrió la puerta a la medida. Sobre los indultos a los violadores a los derechos humanos en la dictadura de Augusto Pinochet, Kast puso sobre la mesa la revisión de casos como el de los jóvenes conscriptos que en 1973 fueron parte de la represión del Estado: “Qué posibilidad tenían de saber lo que estaba ocurriendo. Ahí uno pudiera revisarlo. Creo que debe haber algo de humanidad”.

La seguridad pública y el control de la migración irregular han sido dos de los asuntos prioritarios de esta campaña presidencial chilena y protagonizaron el debate televisivo. Increpado por la candidata de izquierda sobre las medidas que tomará con los extranjeros sin papeles, el republicano le respondió: “Tu presidente ni siquiera ha sido capaz de abrir un corredor humanitario”. Kast ratificó, además, que los padres migrantes irregulares que tienen hijos nacidos en Chile -por lo tanto tienen la nacionalidad-, tendrán que elegir entre irse con sus hijos o dejarlos acá y que el Estado se haga cargo. “Queremos siempre cuidar y resguardar el valor de la familia. Pero cuando hay personas que han infringido la ley tienen que tomar una decisión. Si no quieren llevarse a sus hijos tendremos que hacernos cargo a nosotros”, aseguró Kast. Jara, en tanto, apostó al empadronamiento de los cerca de 330.000 irregulares que permanecen en Chile. “Los que no se empadronen, se expulsarán”, aseguró la candidata de la izquierda.

Kast ha reiterado en diversas oportunidades que sus contrincantes políticos están cegados por la ideología, mientras Jara apeló constantemente a su experiencia y a una mirada de Chile que se contrapone a la del ultraconservador: “Chile no es un desastre”, ha dicho ella, que ha interpelado a su contrincante por, según ella, solo criticar y no lograr explicar cómo hará las propuestas. Para el republicano, en cambio, Chile vive una crisis múltiple: de inseguridad, por el bajo crecimiento económico y el alto número de migrantes irregulares que tensionan, sobre todo, a los barrios populares. Por ello, Kast promete un “Gobierno de emergencia”, como lo llama.

Los candidatos han mostrado esta noche que tienen un proyecto diametralmente diferente para Chile, en prácticamente todos los temas que los periodistas han consultado. No ha habido ninguna coincidencia importante -salvo lo de modernizar el Estado, aunque con distintos énfasis- y tanto Kast como Jara se han dedicado, como parece evidente en este tipo de espacios, a remarcar sus diferencias. La candidata del oficialismo chileno, que intentó nuevamente tomar distancia del Gobierno de Boric -“cuando quieras hablar con el presidente Boric, habla con él”, le dijo a Kast- aseguró que “es evidente que Nicolás Maduro debe dejar el poder”. Y cuando Kast dijo que “a Maduro le quedan 92 días para dejar el poder” -en referencia al 11 de marzo, cuando comienza la próxima Administración chilena, en una aparente equivocación-, Jara sin contemplaciones lo invitó a que reconociera que su error. “¿Por qué no admites que te equivocaste y dijiste una tontera? Eso te humanizaría y la gente te creería un poco más”, le manifestó, en uno de los tantos momentos de confrontación entre ambos, a pocos días de una elección presidencial que no detiene las ciudades ni a su gente, concentrada por estos días de diciembre caluroso, más bien, en comprar regalos de Navidad.

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Sobre la firma

Rocío Montes
Es jefa de información de EL PAÍS en Chile. Empezó a trabajar en 2011 como corresponsal en Santiago. Especializada en información política, es coautora del libro 'La historia oculta de la década socialista', sobre los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. La Academia Chilena de la Lengua la ha premiado por su buen uso del castellano.
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