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El fenómeno Kaiser, el presidenciable que corrió los márgenes de la extrema derecha chilena

El diputado libertario de 49 años irrumpe en los sondeos con un discurso antimigratorio y a favor de la tenencia de armas y la pena de muerte

Johannes Kaiser
Johannes Kaiser en el Congreso, en Valparaíso, Chile, el 29 de enero de 2025.Rodrigo Garrido (REUTERS)
Antonia Laborde

En las últimas semanas se ha escuchado varias veces una frase en Chile: Johannes Kaiser es el Gabriel Boric de la derecha. El paralelo responde a que el diputado nacional libertario ha irrumpido con fuerza en las encuestas sobre las figuras que los ciudadanos quieren ver en la papeleta de las presidenciales de noviembre, un nombre para la mayoría impensado hace poco tiempo atrás. Algo similar a lo que ocurrió en 2021 con el entonces diputado Boric que, tras arañar las firmas necesarias para poder postularse a las primarias ante el comunista Daniel Jadue, terminó en La Moneda. Los discursos antagónicos de ambos, pero basados en cambios radicales, sus habilidades comunicacionales, el dominio de las redes sociales, y hasta el hecho de que ninguno tenga un título universitario han servido de carne para los análisis sobre su equidistancia. Lo cierto es que en el arranque del año electoral, Kaiser ha encendido las alarmas en su sector, con un proyecto más a la derecha que el de la extrema derecha del candidato republicano José Antonio Kast, a quien ha desbancado en los sondeos.

El discurso de Kaiser a favor de un Estado minimalista, la tenencia de armas, liberal en lo económico y valórico, antimigratorio y contrario a la Agenda 2030 de la ONU ha encontrado cada vez más espacio en la sociedad chilena. Propuestas como la pena de muerte o la autogestión de clínicas y hospitales lo ubican en el extremo de su sector. Incluso votó en contra del texto redactado en el segundo proceso constituyente, dominado por integrantes conservadores, argumentando que no era de derecha.

En la última encuesta Cadem Evelyn Matthei, la carta presidencial de la derecha tradicional, lidera las preferencias con un 20%, seguida por el libertario, con un 13% -en diciembre marcaba 5%- y la expresidenta socialista Michelle Bachelet (12%). En cuarto lugar aparece Kast, que ha visto cómo a medida que su excompañero de partido gana terreno, él retrocede. Los analistas ven que ambos comparten un nicho duro de hombres sobre 45 años, de sectores medio bajo, que se definen tanto de derecha como de izquierda y apolíticos.

De todas formas, Kaiser ha reiterado que no quiere hacer una candidatura testimonial y señaló esta semana en Tele13 Radio que su idea es sacar “entre 18 y 20 puntos” en los sondeos para levantar una postulación.

Se suele comparar su figura con la del presidente argentino Javier Milei, pero el diputado ha descartado tener vínculos con el libertario trasandino y, consultado por Infobae si se considera el Milei chileno, respondió: “No, eso sería como preguntarle a Milei si se considera el Reagan argentino. Lo que nosotros estamos proponiendo son ideas y principios que son mucho más antiguos que nosotros”. El que sí es cercano al mandatario argentino es el hermano del diputado, Axel Kaiser, uno de los directores de la Fundación Faro, un think tank que da contenido político a La Libertad Avanza, el partido de Milei.

Kaiser, de 49 años, es el mayor de los seis hijos del matrimonio entre el abogado Juan Cristian Kaiser y la secretaria Rosemarie Barents-von Hohenhagen. Nació para su “desgracia” en Santiago, donde vivió hasta los nueve años, cuando se mudó a la sureña ciudad de Villarrica, donde su familia de origen alemán tiene campos. Su abuelo llegó a esa zona en 1946 escapando de los nazis, según contó en una entrevista a Kast en 2021.

En un perfil de La Tercera relata su adolescencia temprana con un sabor amargo debido a los problemas de salud mental de su madre y la ausencia de su padre, que continuó trabajando en la capital mientras su familia armaba una vida en el sur. Los visitaba los fines de semana, donde, según el mismo medio, le enseñaba a sus hijos los predios que, según relata, les habían expropiado la Corporación de Reforma Agraria, creada bajo el Gobierno de Jorge Alessandri en 1962 para supervisar la expropiación de tierras.

Mientras saltaba de un colegio a otro, Kaiser se acercó al mundo político y comenzó a militar en las juventudes de la Unión Demócrata Independiente (UDI), de derecha. Los últimos dos años de estudio los cursó en la Escuela Militar de Santiago, donde hizo el servicio militar. En 1995 entró a Derecho en la Universidad Finis Terrae, pero no terminó: “Para desgracia de mi padre yo fui un muy mal estudiante”.

Cuando estaba por acabar la carrera, a los 21 años, se convirtió en padre por primera vez, pero no estuvo presente. “Yo me negué a hacerme adulto durante muchísimo tiempo”, dijo a La Tercera. Agarró sus cosas y se fue a Europa. Probó suerte en trabajos no calificados en Austria y mientras hacía de camarero, obrero, vendedor, se matriculó en Derecho y Ciencias Políticas en la universidad de Innsbruck, pero tampoco se graduó. Ahí tuvo a su segundo hijo.

Uno de esos trabajos que consiguió durante esos años fue de recepcionista nocturno en un hotel. Se pasaba las horas viendo canales de Youtube y en septiembre de 2013 decidió abrirse uno propio. Esa decisión cambiaría el curso de su vida. Creó el programa El Nacional Libertario, de corte político, en el que disparaba contra las ideas progresistas. Contrario a la educación sexual integral que quiere “el control mental de las nuevas generaciones”, simpatizante de quienes no pagan impuestos como respuesta al mal manejo que hacen de ellos el Estado, y defensor de la figura de Augusto Pinochet, Kaiser fue sembrando adherentes.

Le fue bien, pero el salto en audiencia lo dio en 2019, cuando visitó Chile en medio del estallido social. “Nosotros no teníamos la calle, pero teníamos las redes. Ahí nos articulamos. Antes del 18 [de octubre, el inicio de las revueltas], tenía 30.000 suscriptores. Después llegué a 90.000”, contó a La Tercera. Hoy roza los 150.000. Entre sus seguidores le llegó el reclamo de que hablaba mucho, pero no hacía nada. Su respuesta fue presentarse a la parlamentaria de 2021 por el Partido Republicano.

Kaiser logró un escaño en un distrito de Santiago, pero antes de asumir el cargo tuvo que renunciar a su partido. Boric y Kast habían pasado a la segunda vuelta presidencial y se viralizó un vídeo del diputado electo en el que decía: “Lo que pasa es que tienes una especie de esquizofrenia: las mujeres dejan de ir al parque a trotar porque tienen miedo de inmigrantes que las pueden violar, pero siguen votando por los mismos partidos que traen a esa gente y tú realmente te preguntas si el derecho a voto fue una buena idea". Las declaraciones, que él defendió que eran en tono irónico, se convirtieron en un problema para el aspirante republicano y Kaiser dejó las filas del partido. Por esa época se casó, tuvo a su tercer hijo y antes de despedir el 2022 ya formaba nuevamente parte de la bancada republicana.

Su segundo divorcio con el partido de extrema derecha llegaría un año después, durante el segundo proceso constituyente, dominado por integrantes conservadores. Previo al plebiscito Kaiser dijo que votaría en contra, la opción que finalmente resultó ganadora, pues consideraba que se habían hecho demasiadas concesiones a la izquierda, pese a tener un claro dominio de los republicanos en el órgano. Como represalia, la bancada de su formación lo separó de las principales comisiones legislativas en las que formaba parte en el Congreso. Acusando una “degradación” a su gestión como parlamentario, el diputado renunció al partido en enero de 2024.

Desde entonces ha ido por cuenta propia armando su propio proyecto, el Partido Nacional Libertario (PNL). En enero logró su inscripción ante el Servicio Electoral (Servel), presentando más de 22.000 firmas en 13 de las 16 regiones del país, los requisitos exigidos por la ley. Aún falta que el Servel los revise y valide durante un plazo que se extiende hasta junio. La formación ya se ha llevado a sus filas a los parlamentarios Gloria Naveillan, Cristóbal Urruticoechea, Leonidas Romero y Gonzalo De La Carrera, todos exrepublicanos.

Sobre la diferencia entre ambos partidos, Kaiser dijo a La Tercera: “Estamos haciendo una oferta política más amplia y entramos mucho más frontalmente a lo que es la guerra cultural que desató la izquierda”. “La lucha de clases ha sido reemplazada por la lucha entre minorías, y nosotros estamos en contra de eso. Y el Partido Republicano, al menos en el segundo proceso constitucional, no reconoció esos nuevos ejes”, añadió.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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