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Las vasectomías suben 887% en una década en Chile: “Está lleno de hombres que se las han hecho en mis ambientes más y menos conservadores”

Los chilenos de entre 35 y 45 años comienzan a participar activamente de la planificación familiar, aunque la ligadura de trompas continúa siendo el método anticonceptivo permanente más utilizado

vasectomía
Un estudio en Chile muestra un aumento significativo en las tasas de vasectomía y enfermedades de transmisión sexual, especialmente entre hombres de 30 a 49 años.Kanizphoto (Getty Images)
Antonia Laborde

La planificación familiar está experimentando un cambio en Chile. En la última década los hombres que se han realizado una vasectomía, un método permanente de anticoncepción quirúrgica masculina, han aumentado un 887%: de 768 en 2013 a 7.580 en 2023, según cifras del Ministerio de Salud (Minsal) entregadas a EL PAÍS, en base a los procedimientos en establecimientos hospitalarios públicos y privados. El perfil, señala el urólogo Cristian Palma, autor del manual gubernamental Normas Nacionales sobre regulación de la fertilidad, son adultos de entre 35 y 45 años que ya tienen descendencia y, según los consultados para este reportaje, optan con sus parejas a someterse al procedimiento porque es menos invasivo y riesgoso que una esterilización femenina —ligadura de trompas—, aunque ésta continúa siendo el principal método anticonceptivo permanente para no tener hijos en el país sudamericano.

Palma, médico en el Hospital de la Universidad de Chile y de la Clínica MEDS, comenzó realizando vasectomías en 2011. Practicaba una o dos por semana, y ahora cinco o seis. Atribuye la significativa alza a dos factores: el primero, a que desde el mundo de la salud lograron educar a la población de que es un método efectivo para quienes no quieren tener más hijos. “Prácticamente no tiene riesgo y le quita toda la carga a la mujer, que suele utilizar anticonceptivos hormonales, que aumentan el riesgo de cáncer de mama y de trombosis”. El segundo, es que Fonasa, el sistema de salud público chileno, incluyó hace unos años el Bono Pago Asociado a Diagnóstico (PAD) para la esterilización masculina. “Eso hizo que se generara el boom de vasectomías. Los pacientes pagan un precio fijo y con eso pueden operarse en cualquier clínica privada del país”, apunta.

La vasectomía es una cirugía ambulatoria que consiste básicamente en impedir que los espermatozoides lleguen al líquido seminal. Se realiza con anestesia local, dura aproximadamente 30 minutos y no necesita hospitalización. Tiene una tasa de éxito del 99,9% y, salvo raras excepciones, es una técnica reversible, cuya efectividad depende principalmente del tiempo transcurrido desde la vasectomía.

Ignacio C., de 38 años, es un médico dedicado a las políticas públicas. Tiene un hijo de nueve y una hija de seis. Hace dos años decidieron con su pareja que la natalidad estaba cumplida y que había que buscar un método anticonceptivo. “También fue una decisión personal pensando en mis hijos. Ya era un buen papá para esa cantidad y veía injusto sobrecargarse en el futuro y no poder cumplir bien con mi papel”, sostiene. Hasta entonces su esposa utilizaba un dispositivo intrauterino (DIU) y, “a pesar de que las pastillas no eran una esclavitud, igual era un método hormonal”, dice. La facilidad, seguridad y bajo precio los hizo decantarse por la vasectomía, por la que pagó 24.000 pesos chilenos (unos 24 dólares), con un copago por su plan de isapre, el sistema de salud privado.

Andrés, abogado de 45 años, dice que su entorno está “lleno, pero lleno, de hombres que se han esterilizado. “En mis ambientes más conservadores y en los menos”. Tomó la decisión cuando estaba en pareja y ya habían tenido tres hijos. Su entonces esposa tomaba pastillas anticonceptivas y vieron en la vasectomía un método más seguro y con un impacto mucho más bajo que la ligadura de trompas. Hoy está separado y comenta que el tema sale con naturalidad en sus citas y que la reacción siempre es positiva.

A pesar de la tendencia al alza, la ligadura de trompas sigue siendo el método anticonceptivo permanente más practicado en Chile. En la última década, de hecho, también ha ido aumentando. En 2013 se realizaron 14.153 esterilizaciones femeninas, y en 2023, 21.844, según cifras del Ministerio de Salud entregadas a EL PAÍS, en base a los procedimientos en establecimientos hospitalarios públicos —el dato no considera los centros privados—. En ambos años, la mayor tasa de pacientes mujeres tenían entre 21 y 35 años.

El urólogo Palma proyecta que las vasectomías continuarán aumentando y espera que Chile se acerque a las tasas de España, donde, desde 2019, se realizan más esterilizaciones masculinas que ligaduras de trompas, según cifras del Ministerio de Sanidad español.

Chile está a la cola en la región en el ránking de natalidad de América Latina, con 1,5 hijos —igual que Cuba, Costa Rica y Uruguay—, según el último informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU). En 2023, registró la cifra más baja de nacimientos en una década, con 173.920 nacimientos, continuando con la senda a la baja desde 2013, cuando se registraron 240.000. Palma no vincula el alza de las vasectomías con la caída de la tasa de natalidad porque, asegura, apenas un uno o dos por ciento de los pacientes que atiende no tiene hijos.

El documentalista Juan Carlos Soto, de 37 años, es uno de esos pocos hombres que se ha realizado la vasectomía sin haber sido padre. Se la hizo hace tres años, cuando estaba en pareja, enamorado, y habían decidido que no querían tener descendencia. Y cuenta que una vez que tuvieron la certeza de que serían solo los dos, se contactó con un médico por Zoom, pagó el procedimiento a través de Fonasa y agendó su operación. Hoy está soltero y no descarta revertirla: “Sé que no es tan fácil como la vasectomía, que no es que vuelva a como estaba antes y que la probabilidad de no poder tener hijos aumenta. Pero si tuviera una pareja con la que quisiéramos tener ese proyecto familiar, por lo menos lo intentaría”.


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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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