El escandaloso final de un torneo apasionante

Dos formidables adversarios se enfrentan por la corona del fútbol chileno a falta de una fecha, en el torneo más apasionante de que se tenga memoria en los últimos años. Pero esa vibrante lucha se ve manchada por escándalos de espionajes y acusaciones de abusos sexuales como jamás se habían vivido en el ámbito deportivo.

Colo Colo ha sumado 13 victorias y un empate en la segunda rueda del campeonato. La Universidad de Chile apenas perdió tres juegos en el año. Están separados por dos puntos en la tabla a falta del último partido y la distancia que han establecido con el resto de los equipos es tan grande, que se podría vaticinar que es difícil que pierdan puntos el próximo fin de semana, aunque la opción de una gran final sigue vigente.

Sin embargo, un día después de ganarle a Iquique ante 40 mil personas en el Estadio Monumental, los jugadores del plantel de Colo Colo decidieron ir a un pub de la comuna de Vitacura a festejar la victoria y a un par de jugadores que se encontraban de cumpleaños. En la madrugada, Arturo Vidal fue controlado por Carabineros y otro grupo de futbolistas abandonó precipitadamente el local por una puerta lateral al consumarse una denuncia sobre abuso sexual y eventual consumo de drogas que motivó una investigación de la Fiscalía, que podría afectar a varios de los involucrados en acciones penales.

El hecho adquiere connotación pública en un momento en que el país está convulsionado por denuncias que afectan al poderoso exsubsecretario del Interior, responsable de la seguridad ciudadana, y al exfutbolista y actual comentarista Jorge Valdivia, ambos investigados por causas de violación.

No terminan ahí los problemas de Colo Colo, que afronta también una querella en Nancagua por falsificación de documento público, ya que varios jugadores y el presidente de la institución, Aníbal Mosa, recibieron sus licencias de conducir con documentos falsos y sin asistir a los exámenes. La investigación, aun en curso, podría derivar en formalización de varios de los involucrados.

Pero la mayor inquietud en la definición del título se definirá en los tribunales deportivos, al menos en su primera instancia. Universidad de Chile presentó una denuncia por desacato a los reglamentos por parte de Jorge Almirón, entrenador de Colo Colo, quien se encontraba sancionado, por lo cual no podía comunicarse con sus jugadores ni con sus ayudantes el día del partido frente a Huachipato. El árbitro del encuentro, Héctor Jona, fue conminado por sus superiores a consignar en el informa que había funcionarios del club sin autorización en la zona de exclusión técnica, lo que podría significar, de probarse que Almirón entregó instrucciones, la perdida de puntos para los albos.

El escándalo es mayúsculo, pues los elementos probatorios aparentemente existen, pero de ser presentados por el club que los consiguió, Huachipato, puede ser acusado de espionaje por instalar cámaras y eventualmente micrófonos en la banca y la cabina donde se encontraba el técnico. Hay antecedentes varios de que los propietarios de Huachipato inciden directamente en la directiva de la Universidad de Chile, por lo que, de prosperar las acusaciones contra Colo Colo, el caso podría escalar involucrando a las instituciones que instigaron la denuncia, que podría llegar al TAS, de acuerdo a la jurisprudencia local.

Sexo, drogas, alcohol, espionaje, documentos falsificados, faltas a la ética, indisciplina y violaciones a la legislación deportiva son el condimento para una final que, en cancha, enfrenta a dos extraordinarios contendientes, que disfrutarán a medias un final que ya está irremediablemente manchado.