Pelucas, pasamontañas y una pistola usada en un ataque a una exministra de Boric: el asalto que impacta a Chile
La Fiscalía entrega detalles del robo de casi 13 millones de dólares del pasado viernes a una empresa de transporte de valores en Rancagua. Hay 18 detenidos
La del viernes 16 de agosto pintaba para una tarde común, pero terminó con “una ciudad casi completa como sitio del suceso” y “bajo ataque”, según ha dicho el fiscal de la Región de O´higgins, Carlos Fuentes, para referirse al asalto ocurrido en Rancagua, ubicada a unos 85 kilómetros de Santiago. Ese día, poco antes de las 13:00 horas, y cuando cientos de escolares salían de clases, una veintena de delincuentes –18 de ellos detenidos– robaron desde una sucursal de la empresa de transporte de valores Brinks unos 12.000 millones de pesos en billetes (cerca de 13 millones de dólares), que hasta hoy no han aparecido. Y este martes, cuando se ha formalizado la investigación, Fuentes ha revelado en la audiencia judicial que, entre las varias armas de fuego que portaba el grupo, que una pistola Glock coincidía con una que fue utilizada en marzo de 2022 cuando, durante una visita al sur de Chile, a La Araucanía, la entonces ministra del Interior del Gobierno del presidente Gabriel Boric, Izkia Siches, fue recibida a disparos al aire.
El asalto ha impactado a Chile y en especial a la ciudad de Rancagua, capital de la Región de O´Higgins, pues en el atraco, además de una balacera en las calles, estuvieron involucrados 21 vehículos. Como efecto disuasivo, los delincuentes quemaron siete de ellos durante su huida en distintos puntos, provocando una alta congestión: solo dejaron una vía libre, que usaron para escapar. Además, arrojaron miguelitos en la ruta [púas metálicas que se lanzan para pinchar los neumáticos de la policía] para evitar la persecución.
Durante balacera entre la policía y los delincuentes, cuatro miembros de la banda resultaron heridos. Carabineros, ese mismo día, detuvo a los primeros 13 sospechosos.
En las detenciones se incautaron siete armas de fuego: dos fusiles y cinco pistolas, entre ellas la que se usó en el tiroteo con que fue recibida la exministra de Boric en Temucuicui, en La Araucanía. Además de dos granadas y una radio, que era usada para comunicarse durante el atraco, según relató un testigo.
El método de ‘Baby Bandito’
El modus operandi de este asalto en Rancagua recordó en Chile al llamado robo del siglo, ocurrido casi 10 años atrás en Santiago, el 12 de agosto de 2014 y que inspiró Baby Bandito, la serie de Netflix estrenada en enero y basada en uno de los integrantes de la banda, el chileno Kevin Olguín, quien con su parte del botín se dio la gran vida en Europa. Ese día, a las 06.00 horas un grupo de delincuentes cometió un atraco en el aeropuerto Arturo Merino Benítez —simulando ser trabajadores— y se llevó cerca de 6.000 millones de pesos (un poco más de 6 millones de dólares, según el tipo de cambio actual).
En el atraco de 2014 también lanzaron miguelitos y quemaron vehículos. Y el robo fue a un camión de Brinks que, en ese momento, descargaba sacos con dinero en efectivo que iban a ser transportados en avión hacia el norte de Chile. En el caso de Rancagua, los billetes estaban recién emitidos.
Dos meses de planificación
Durante la audiencia de formalización de cargos ante la jueza del tribunal de garantía de Rancagua Jéssica Balbontín, el fiscal Fuentes junto a Aquiles Cubillos, jefe de la fiscalía regional de O’Higgins, detalló que el grupo planificó durante dos meses el atraco a la sucursal de Brinks, ubicada en el centro de la ciudad, en la avenida Río Loco. El mismo día del asalto se viralizó un video en que parte de la banda, con sus caras tapadas, sacaban los sacos de dinero, montados sobre dos escaleras apoyadas en un muro y los guardaban en uno de los 21 vehículos involucrados. En el intertanto, volaron decenas de billetes.
Según dijo este lunes el fiscal Cubillos a Radio ADN, “podría haber más detenciones y allanamientos. Pensamos que en este robo actuaron entre 25 y 30 personas”.
Hasta ahora, de los 12.000 millones de pesos que fueron robados, solo se han recuperado los billetes que a la banda se le cayeron en la calle, mientras cargaba los sacos.
Dos empleados y un botón de pánico
Entre los 18 detenidos han sido identificados dos trabajadores de la empresa Brinks, un vigilante y una cajera de la sucursal. El hombre estaba a cargo de las cámaras de seguridad y en una grabación que fue exhibida este martes en la audiencia se le ve simulando, según la Fiscalía, presionar el botón de pánico. Pero un detalle es que pulsó los costados del aparato y no al medio: de haberlo hecho así, habría sonado una alarma.
En el caso de la mujer, en otro video se le ve salir a fumar a la calle un cigarrillo junto a tres compañeras de trabajo, vestidas de azul: sus ropas de trabajo. Cuando llegó una camioneta con los delincuentes, la cajera fue la única del grupo que no se asombró: las demás fueron ingresadas a la fuerza al vehículo. “Ella, a diferencia de las otras, no fue reducida. Simplemente, la tomaron de una manera más suave y la sentaron en el furgón”, dijo el fiscal Fuentes.
Pelucas y maquillaje
Parte del plan de la banda era simular que eran, precisamente, trabajadoras de la firma. En la audiencia se mostró la imagen de uno de los asaltantes, corpulento, vestido con un pantalón y una camisa color celeste, un polerón negro y una peluca de mujer, de cabello largo, oscuro y liso. Al caer detenido, la policía lo identificó por sus zapatillas negras con suela blanca. Otros tres usaban pelucas castañas, además de maquillaje rojo, en los labios y mejillas.
En el caso de otros miembros de la banda, que fueron detenidos en la persecución policial por Rancagua, a algunos se les encontró, además de pelucas y pasamontañas, residuos de pólvora. También bidones y rastros de bencina, usada para incendiar los vehículos que fueron abandonados en su huida por Rancagua. Uno de ellos, se ve en las imágenes, resultó fácilmente identificable, pues el día del atraco vestía un llamativo buzo deportivo rojo con negro con la leyenda Bulls en la espalda.
19 vehículos eran robados
De los 21 vehículos que fueron usados para cometer el atraco, 19 de ellos habían sido robados con violencia: 16 en distintos municipios de la Región Metropolitana de Santiago y otros en la de O´Higgins. A varios de ellos les habían cambiado las patentes de registro e instalado unas falsas.
Si bien no se entregaron detalles de cómo fueron sustraídos, pues es parte de la investigación, en Chile hay dos temidos métodos de robo de vehículos, llamados coloquialmente como encerronas y portonazos. En ellos los conductores son abordados en las autopistas o calles de la ciudad, o cuando ingresan a sus domicilios, generalmente de noche, y son amenazados con armas de fuego.
“Que sea un éxito la fiesta”
Entre los teléfonos móviles que fueron incautados, la Fiscalía leyó ante la jueza Balbontín un informe policial preliminar que contiene una conversación por WhatsApp entre el vigilante y un sujeto al que registró en su agenda como Primo 2 y que, según el Ministerio Público, sería uno de los integrantes de la banda.
Uno de los diálogos ocurrió el 14 de agosto, 48 horas antes del atraco, a las 15.42 horas. Primo 2 le preguntó al vigilante si iba “todo bien” y si podía “ver las cámaras”, pero el trabajador le contó que está en su casa descansando. Luego le dijo que, al día siguiente, tendría “los últimos detalles e información de la ‘fiesta’”.
El 16 de agosto hubo una nueva conversación entre ambos, pasadas las 00:07 horas, en la que Primo 2 le consultó si estaba confirmado que estaría “de torreta”, es decir, la función que cumplía en la firma, precisó el fiscal. “Acabo de hacer las últimas averiguaciones y estamos listos para mañana”. “La fiesta está donde mismo y a la misma hora”, respondió.
Luego, Primo 2 le señaló: “Empezamos la fiesta dejando la camioneta a las 06:00 horas”, algo que la Fiscalía dijo ante la jueza que coincidió con el horario en que fue estacionada fuera de la empresa una Chevrolet Silverado oscura que, según registran las cámaras, fue usada por la banda como puente entre la vía pública y Brinks. “Antes de las 06.30″, contestó el trabajador. “Exacto, porque mañana llegan los músicos a las 06.30″, le confirmó Primo 2.
La conversación culminó así: “Ya cumpa [compadre]. Le dejo un abrazo y que mañana sea un éxito la fiesta”.
Una foto y un testigo reservado
Entre las pruebas que exhibió la Fiscalía, hay una fotografía entregada por un testigo reservado, “vinculado a uno de los involucrados y cuya cooperación nace de él”, en la que se ve a un grupo de los detenidos en una reunión el miércoles 14 de agosto en Rancagua, dos días antes del asalto. “Se estaban afinando los últimos detalles”, señaló Fuentes. “Como ocurre muchas veces en el mundo del hampa, se hace ‘una seguridad’, es decir, una foto de los que son reclutados o captados. Aparece el guardia de seguridad, en la zona denominada ‘torreta’ y la cajera”.
En prisión preventiva
En la audiencia, la Fiscalía formalizó la investigación en contra de los 18 detenidos por los delitos asociación criminal, robo de vehículos con intimidación, porte ilegal de armas de fuego, incendio, porte de elementos incendiarios además de recepción de vehículos robados.
Este miércoles, el juzgado de garantía de Rancagua resolvió dejar en prisión preventiva a los 18 imputados y fijó un plazo de investigación para la Fiscalía de ocho meses.
La Policía de Investigaciones tenía información
Por la tarde, la Policía de Investigaciones (PDI), el cuerpo civil, admitió que tenía información previa respecto de que se planificaba un gran asalto en la región de O’Higgins.
A través de un comunicado público, la tarde del martes la PDI señaló que un integrante de la dotación de la región “recepcionó antecedentes de un posible robo que afectaría a una empresa de valores de la zona”. Y agregó que fue “mientras se realizaba el trabajo investigativo” que “se materializó este hecho delictual” y anunció que envió los antecedentes al Ministerio Público.
Tras enterarse del hecho, el fiscal Cubillos resolvió abrir una indagatoria por los posibles delitos de omisión y obstrucción a la justicia.
Horas después, por la noche, el director nacional de la PDI, Eduardo Cerna, informó que se dio de baja al prefecto de la provincia de Cachapoal, Álex Zúñiga, por su “eventual responsabilidad en la dilación de la entrega de los antecedentes al Ministerio Público” y anunció la apertura de un sumario administrativo. Esto, porque la información que el funcionario recibió sobre que podía producirse un atraco en la zona fue canalizada a Zúñiga, “cuya ponderación, análisis y caracterización fue desatendida por éste” lo que dilató su entrega a la Fiscalía.
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