El transporte público de Santiago de Chile sube su precio por tercera vez en menos de un año

El sistema de transporte público de Santiago de Chile, conocido como Red Movilidad —y que hasta 2019 se llamó Transantiago— tendrá una nueva alza en el precio de su boleto de 10 pesos (0,011 dólares) a partir de principios de la semana del 15 de julio, alcanzando los 740 pesos (0,81 dólares) en los pasajes de adulto de buses. Este incremento es parte de un plan de descongelamiento de tarifas iniciado por el Gobierno de izquierdas del presidente Gabriel Boric en agosto del año pasado, cuando sinceró las finanzas del sistema tras cuatro años de congelamiento de los valores, que no consideró los vaivenes de la inflación. Con esta nueva variación el transporte capitalino acumulará tres alzas en menos de un año (la primera fue en agosto de 2023 y la segunda en febrero de 2024). En un principio el Gobierno había anunciado un aumento de 20 pesos (0,022 dólares), pero la noche de este jueves se retractó.

El Panel de Expertos del Transporte Público, un órgano consultivo que fija las tarifas de acuerdo a criterios técnicos, ha anunciado este jueves que el alza afectará a los buses, al Metro de Santiago y al Tren Nos-Estación Central, sistemas que en su conjunto cubren rutas en 36 de los 52 municipios de la Región Metropolitana.

A partir del domingo el precio de un pasaje de bus para un adulto costará 740 pesos (0,81 dólares), mientras que el del Metro de Santiago en su horario punta (el más usado por los viajeros durante las mañanas y las tardes) alcanzará los 840 pesos (0,92 dólares). Los boletos de los estudiantes de enseñanza media (secundaria) y superior (universitarios), además de los adultos mayores, no tendrán variación.

En agosto de 2023, el Ministerio de Transportes chileno anunció un incentivo con descuentos para quienes ocupen el pago electrónico a través de un código QR en el teléfono móvil. Se estableció un Monto Máximo Mensual, que consiste en un tope de gastos al mes que, al ser alcanzado, entrega la posibilidad de que el resto de los viajes sean gratis y que se mantendrá en 39.000 pesos (42 dólares).

Los técnicos que decidieron el alza han señalado que durante los últimos años el valor del transporte público de Santiago ha omitido los efectos del incremento generalizado de los precios en este sector de la economía, lo que ha sido constantemente aplacado por los subsidios. “El congelamiento tarifario ha acumulado un descalce entre la tarifa y el precio real del pasaje de 240 pesos, generando un costo permanente. Dicho monto es financiado a través del subsidio al Transporte Público”, ha argumentado la entidad en un comunicado.

Durante los últimos cuatro años, el precio de boleto del transporte público había permanecido intacto, siendo uno de los pocos productos que no resultaron afectados con la presión inflacionaria que impactó en el costo de la vida de los chilenos. Previo al descongelamiento, la última alza fue en 2019, durante la segunda Administración de Sebastián Piñera (2018-2022), cuando se incrementó 30 pesos (0,033 dólares, según el cambio actual) lo que desató las manifestaciones que derivaron en un estallido social que se expandió por todo el país sudamericano. Aquella vez, el Congreso chileno, presionado por el descontento ciudadano, aprobó un proyecto de ley para anular la variación. Desde entonces, las subidas en el precio de los buses o el Metro santiaguino han tenido una fuerte carga simbólica.

Este incremento llega a pocos días que se decidiera descongelar el precio de las cuentas de la luz, tras una paralización del ajuste tarifario que también fue acordado en medio de las revueltas de 2019. El sinceramiento del valor de la energía eléctrica ha abierto otro flaco de crítica para el Gobierno, que ha recibido el reproche de la oposición y hasta de sus propios aliados en el Congreso.

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