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Ascanio Cavallo y la Cuenta Pública de Boric: “Me dio la impresión de un Gobierno resignado, un poco derrotado”

El periodista político y escritor chileno considera que, con los anuncios sobre aborto y eutanasia, el mandatario de izquierdas le rinde un tributo a sus bases de apoyo, a grupos chicos

Ascanio Cavallo en Santiago, en 2023.
Ascanio Cavallo en Santiago, en 2023.Cristobal Venegas
Antonia Laborde

El presidente Gabriel Boric ofreció este sábado su tercera Cuenta Pública ante un Congreso que salió dividido del hemiciclo ubicado en Valparaíso: desde el oficialismo celebraron el tono convocante para formar acuerdos y el centro y las derechas criticaron duramente su impulso a una agenda de libertades individuales –aborto y eutanasia– que, según dicen, no son las prioridades del Chile de hoy, donde la seguridad y la economía dominan el debate ciudadano y político. El Premio Nacional de Periodismo, Ascanio Cavallo, reconocido investigador de la transición chilena, analiza este sábado por teléfono el discurso presidencial que califica de carente de épica y de grandes anuncios. Aunque, aclara, hubiese sido demagógico que el mandatario se comprometiera a realizar grandes cambios cuando le queda un año y medio en La Moneda.

Pregunta. ¿Cuál fue el relato del discurso del presidente Boric?

Respuesta. El problema de estas cuentas es que los presidentes tienen que elegir siempre entre hacer balances, porque es lo que corresponde técnicamente, y anuncios. Aquí no veo muchos anuncios, salvo algunas cosas llamativas, pero no demasiado relevantes. Lo más importante es este llamado que hace a la oposición a construir acuerdos, una disposición al diálogo. Pero no sé si la oposición se lo compre porque anuncios como el del aborto y la ley de negociación colectiva múltiple están en contra de su ADN. Es un llamado que Boric necesita, pero no estoy seguro de que el tono sea el más convocante.

P. Hay quienes dicen que la primera parte estuvo marcada por ese tono convocante y en la segunda mitad apareció el antiguo Boric.

R. Lo escuché, pero el antiguo puede ser un exceso porque esto no se parece en nada al programa de Gobierno y al programa anunciado en la primera Cuenta Pública del presidente, en 2022.

P. Dentro de los pocos anuncios que pudo destacar, ¿son el proyecto de ley de aborto integral y la ley de negociación colectiva los más relevantes?

R. Eso va a ser lo más bullicioso, lo que traiga más problemas. Los anuncios de seguridad son aumentos presupuestarios, básicamente. No hay muchas cosas legislativas, salvo alguna ley de corrupción. Y el funcionamiento de las leyes que ya fueron aprobadas, pero no es mucho.

P. ¿Fue poco satisfactorio lo que dijo en términos de seguridad?

R. Un poco autocomplaciente, en el sentido de subrayar la cantidad de leyes que se han aprobado durante este Gobierno, sobre la concreción de un ministerio de Seguridad Pública, pero al final eso no dice mucho sobre la seguridad en el día a día, para la gente no tiene demasiado sentido. No veo un plan nítido, por ejemplo, contra el crimen organizado, que es el problema principal hoy en día. O una cuestión que aclare –no que establezca– el vínculo entre inmigración y seguridad.

P. ¿Y en qué momento llega esta tercera Cuenta Pública para el Gobierno?

R. Se juegan mucho en las elecciones municipales. Por lo tanto, algo de esto tiene que empezar a emerger antes de octubre, como parece que será el caso del Crédito con Aval del Estado (CAE). Después vienen las elecciones y el Gobierno entra a la zona del pato cojo. Aunque todavía hay una opción de que las elecciones salgan menos desfavorables de lo que parece.

P. ¿De qué depende?

R. Depende poco del Gobierno. Depende más de una situación global, un poco de la recuperación más robusta de la economía, de una disminución de la inseguridad, que son cosas que no están completamente en manos del Gobierno. Sí pueden estar algunas señales. Ya vi que los empresarios reaccionaron mal ante el anuncio de la ley de negociación colectiva. No es una buena idea seguir tensionando la relación con el empresario. El esfuerzo por mejorarla debería ser más coherente.

P. El discurso que ofreció el presidente en Enade fue bien recibido. ¿Usted no vio ese tono ahora?

R. Exactamente y creo eso se echa a perder un poco hoy día.

El presidente Gabriel Boric en el Congreso Nacional el 1 de junio 2024.
El presidente Gabriel Boric en el Congreso Nacional el 1 de junio 2024. Rodrigo Garrido (REUTERS)

P. ¿Cómo se explica el que el presidente haya anunciado la suma urgencia a la ley de eutanasia y el impulso de una ley de aborto libre?

R. Esto le pasa a todos los presidentes, no solo a Boric. Tiene que rendir un poco de tributo a sus propias bases, a las razones por las cuales fue elegido. Efectivamente la barra brava dice que hay temas que no ha tocado y que podría hacerse cargo y que deberían ser parte de su legado. Eso yo no lo encuentro tan extraño. Lo que me parece extraño es que esto resquebraja un poco la coalición de Gobierno. Ya vi que la Democracia Cristiana reaccionó mal y también tensiona la relación con una parte más dura de la oposición, la Unión Demócrata Independiente (UDI) o el Socialismo Cristiano.

P. ¿Tener que meterse en este debate pone en aprietos a la oposición?

R. No creo. Más bien la pone en una situación cómoda en el sentido que son cosas por las cuales se han opuesto siempre al Gobierno. Los pone en su línea histórica. Pueden decir que están combatiendo al Gobierno del mal.

P. ¿Y en el caso de la precandidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, que ha hecho varios guiños al centro y ha intentado posicionarse como una figura de la derecha liberal?

R. Por lo que dijo, se ve que va a oponerse, pero va a mantener un tono. Dijo es una pena la falta de visión del presidente en temas que no son prioritarios. Pero es una pena no es la misma oposición de los republicanos o los socialcristianos, que parecen ser los más furiosos. Este es un partido que se constituyó en todo el país, por lo que va a ser un competidor relevante en las municipales. Evidentemente, Matthei está en contra. Nunca ha sido su línea política y no creo que busque el voto en esa parte del país. No se encuentran los votos mayoritarios en una ley muy liberal.

P. ¿Estos temas se van a quedar en anuncios simbólicos o creen que son viables de sacar adelante en el Chile de hoy?

R. La discusión está tan dominada por los temas más urgentes como seguridad, la recuperación económica, incluso el sistema político, que estos otros pasan a ser secundarios, salvo para los que los tienen como sus banderas, pero son grupos más chicos. Es hablarle a grupos más chicos. Ojo, que la más alta valoración que tiene Boric es por las políticas de género. Así que él responde a esa caracterización de forma bastante precisa en este punto.

P. ¿Estos anuncios pueden tener un efecto en la izquierda en las municipales de octubre?

R. No lo sé. Las municipales son tan singulares, porque en el mundo rural te miden con parámetros muy distintos a los del mundo urbano. Este tipo de temas, como el aborto, la eutanasia, tienen un peso muy menor en el mundo rural y son mucho más importantes otros, que no necesariamente son lo que menciónó el presidente.

P. Sumando y restando, ¿cómo va a impactar esta Cuenta Pública en la aprobación del presidente? En las anteriores siempre ha sumado muchos puntos.

R. No sé cómo lo valorarán, pero me da la impresión global de que lo dicho es de un Gobierno resignado, un poco derrotado, que las cosas no salieron como creían que eran, que la realidad torció el programa y que han hecho lo que se ha podido. En ese sentido, muy poco épico. De ninguna manera es el discurso del triunfo.

P. ¿Usted lo ve como un Gobierno que ya no tiene mucho más que hacer?

R. Es un Gobierno que tiene que decir que mejoró la seguridad, que el país está más tranquilo que antes, que la economía ha mejorado, pero es como: faltaba más, si tenían que gobernar, qué otra cosa podían hacer. En este sentido, es un discurso melancólico.

P. El presidente repitió varias veces la idea de que lo peor ya había pasado y que ahora era el momento de la esperanza.

R. Claro, pero él tiene mucho de eso, de un cierto voluntarismo un poco juvenil. Como ‘ya pasamos lo más duro, ahora viene el tiempo mejores’, pero no son tan mejores y, además, queda muy poco de mandato. Este es el último discurso, en realidad, porque el último-último de 2025 es ya sin público, cuando hayan pasado las municipales y estemos frente a frente a la presidencial y parlamentaria.

P. ¿Se aprovechó la última oportunidad de hacer grandes anuncios?

R. No sé si podría aprovecharla, porque la idea de hacer grandes anuncios habría sido muy demagógica. Lo más grande que podría lograr, con realismo, es una reforma del sistema de financiamiento universitario y quizá algo en la cuestión de salud, entre el sistema privado y el sistema público. Poco más, porque dudo mucho que pueda avanzar con la reforma previsional y la tributaria me temo que está medio muerta. Siempre se pueden resucitar los proyectos porque encuentran una nueva vuelta, una nueva manera de facturarlo o lo que sea. Pero si los miras hoy día, yo diría que están muertos.

P. ¿Ve más posibilidades en la reforma al financiamiento educacional?

R. Sí, porque eso es muy necesario. Está el problema del CAE, que hoy día es el problema mayor porque es una cantidad impresionante, pero hacia el futuro lo único que puede ocurrir es que la morosidad se siga acumulando, con lo cual se vuelve insostenible. S la gente no paga, ¿qué vas a hacer? Estamos en un 60% de la mora.

P. ¿Y la urgencia de las pensiones?

R. Lo que era urgente en las pensiones en parte lo frenó la Pensión Garantizada Universal (PGU). Y si tú te focalizas en la PGU y la aumentas y la aumentas, reduces el problema de las pensiones mínimas a porcentajes cada vez más pequeños y eso es lo que ha pasado un poco. Esa era la solución sobre todo para las que estaban debajo de la línea de la pobreza. Ahí yo no veo muchas posibilidades. Y en el pacto fiscal, cada vez se han ido reduciendo más los proyectos que forman parte. Tal como lo dijo hoy día el presidente, el CAE y la deuda histórica de profesores ya no son aparte del pacto fiscal y que antes había dicho que sí.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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