Javiera Toro, la carrera más difícil de la ministra a cargo de la reconstrucción en Chile

En julio del año pasado, mientras almorzaba, la ministra Javiera Toro (Santiago, 36 años), que en esa fecha ocupaba la cartera de Bienes Nacionales, se atragantó con un trozo de carne. No lo pensó dos veces: apretó sus costillas contra una silla aplicando la maniobra de Heimlich y logró salvarse a sí misma. El episodio lo han recordado por estos días sus asesores cercanos para dar cuenta de “la mente fría”, dicen, de la que hoy es la responsable de la reconstrucción tras los incendios forestales que afectaron a la Región de Valparaíso y que destruyeron unas 9.000 hectáreas, cerca de 7.300 mil viviendas y que hasta ahora ha cobrado la vida de 132 personas. Han sido catalogados como la peor tragedia desde el terremoto y maremoto de 2010.

Javiera Toro, que lidera la cartera de Desarrollo Social desde el 16 de agosto de 2023, cuando reemplazó a Giorgio Jackson, asumió desde el 1 de enero la coordinación y gestión de recursos para las reconstrucciones que el Gobierno de izquierdas de Gabriel Boric deberá enfrentar este año. Así quedó establecido en la Ley de Presupuesto 2024 aprobada en diciembre pasado. Es una nueva institucionalidad que fue empujada por la misma ministra en 2023, frente a la evidencia de que el cambio climático está aumentando la frecuencia de desastres naturales en el país sudamericano. Esta nueva función establece la creación de un comité de reconstrucción, en el que participan ministros de diferentes carteras y que preside la secretaria de Estado y que se constituyó el pasado lunes 12 de febrero.

Por estos días, se buscan candidatos para asumir la gerencia técnica de la reconstrucción, que asumirá la responsabilidad más operativa. Lo que ha delineado Toro es tener un plan concreto de recuperación la tercera semana de marzo, pero ya adelantó que cualquier proceso no demorará menos de dos años. Hasta ahora, se han contabilizado unos 18 mil damnificados y alrededor de 7.300 hogares dañados. Eso además de barrios enteros, almacenes, fábricas, parques y escuelas, entre otras obras de infraestructura pública. La tarea de reconstruir las villas afectadas por el incendio deberá tomar en cuenta también medidas de prevención que permitan evitar futuras catástrofes como la ocurrida el el 2 de febrero.

“Me gusta harto trabajar en equipo y escuchar las distintas opiniones, pero también poder ser resolutiva y cuando está toda la información sobre la mesa tomar las decisiones y ejecutarlas”, dice a EL PAÍS la secretaria de Estado.

Estas semanas la ministra Javiera Toro ha estado repartida entre Valparaíso y Santiago, donde ha recibido a los equipos de emergencia que trabajaron en las administraciones de los expresidentes, la socialista Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018), y Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022), de la derecha tradicional. La noche 5 de febrero, un día antes de su muerte en un accidente aéreo, Piñera mantuvo una conversación con la secretaria de Estado para traspasarle parte de su experiencia en el manejo de las emergencias, pues él enfrentó la reconstrucción tras el devastador terremoto de 2010.

Toro, antes de integrar el Gabinete de Boric, era una de las abogadas patrocinantes de la querellas contra el expresidente por delitos de lesa humanidad tras en el estallido social de fines de 2019. Pero al asumir en el Gobierno en marzo de 2022, decidió retirar su patrocinio para enfocarse en las tareas de Gobierno.

Triatleta y discípula del ministro de Justicia

Javiera Toro es la mayor de cuatro hermanos de una familia de izquierda muy involucrada en la política. En su formación la marcó especialmente su abuela Alicia Vega, activista de derechos humanos durante la época de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Egresó de la educación escolar con promedio 6,7 (la nota máxima en Chile es 7) y entró a estudiar Derecho en la Universidad de Chile, donde rápidamente se transformó en dirigenta. Se hizo parte de la Izquierda Autónoma, donde entonces también participaba Boric. Fue secretaria general del Centro de Estudiantes de Derecho (2008-2009) junto al actual mandatario y, tras el terremoto de 2010, asumió como coordinadora del voluntariado de su universidad para apoyar a las regiones más afectadas por el desastre.

Entre 2014 y 2016 trabajó como investigadora de Nodo XXI, un centro de pensamiento ligado a la nueva de generación izquierda, del que fue directora ejecutiva en dos oportunidades, en 2015 y luego en 2020. Para la campaña presidencial de Beatriz Sánchez, candidata de Frente Amplio en las elecciones de 2017, fue coordinadora de contenidos y, en forma paralela, trabajó en diferentes estudios jurídicos, entre ellos, Ferrada Nehme. En ese bufete coincidió con quien también había sido su profesor en la Universidad de Chile, además de guía de su tesis, el actual ministro de Justicia, Luis Cordero, quien, dicen, la inspiró para especializarse en materias de derecho público y administrativo.

“Su trabajo es muy riguroso, es una persona muy estudiosa, toma las decisiones de manera informada, criteriosa y muy apoyada en antecedentes sólidos”, dice una persona que trabajó con ella en esa oficina jurídica.

Aunque no es del círculo íntimo de amigos del presidente Gabriel Boric, como si lo era Giorgio Jackson, su antecesor en Desarrollo Social, sí comparte con el mandatario su mirada política, dice una persona que conoce a ambos. Prueba de ello, afirman, es que Toro fue una pieza clave en el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución que también firmó el actual mandatario en noviembre de 2019. La abogada, que en entonces presidía el recién formado partido Comunes, fue de los pocos dirigentes del Frente Amplio que se sumó al pacto que abrió la puerta al proceso constituyente que dio una salida institucional a la crisis desencadenada tras el estallido social.

“Es una mujer decidida y ese fue un acuerdo donde había muchas voces divergentes. Ella se sentía en la obligación de contribuir a una salida institucional y democrática a la crisis social y puso mucho empeño en que ese acuerdo incluyera un plebiscito y una convención electa. Ella tuvo la templanza para tomar las decisiones”, recuerda Pierina Ferretti, actual directora ejecutiva de Nodo XXI.

Para mantener su mente clara, cuentan sus cercanos, la ministra Toro practica deporte regularmente. Antes de asumir en el Gobierno corrió un triatlón y ahora se prepara para su segunda carrera. Para eso practica natación casi a diario a las seis de la mañana, rutina que ha debido dejar de lado por estos días ante la emergencia.

Tres reconstrucciones simultáneas

La reconstrucción que tomó a su cargo la ministra Toro es la cuarta de la que ha debido responsabilizarse en los últimos meses. En junio de 2023, cuando todavía estaba en la cartera de Bienes Nacionales, Boric le encargó hacerse cargo de la recuperación post inundaciones en la zona centro-sur. Dos meses después sumó la restauración de los sectores afectados por el nuevo aluvión. Y el 1 de enero, según lo establecido por la nueva institucionalidad, asumió la responsabilidad de continuar la reconstrucción de los incendios del verano de 2023 que dejaron unas 2.400 viviendas destruidas.

Según cifras del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) publicadas por La Tercera, la recuperación del incendio de 2023 ya lleva un 53,6% de avance, mientras que en el proceso de reconstitución de las zonas afectadas por las inundaciones las cifras del Ministerio de Desarrollo Social entregadas a EL PAÍS indican que ya se han ejecutado o están en ejecución 81,7% viviendas de la emergencia de junio y 28,4% de los aluviones de agosto.

La ministra Toro, que estimó en cuatro años de reconstrucción para los desbordamientos, se ha comprometido a tener un avance total de 50% cuando se cumpla un año de esos eventos.

“Este proceso y los aprendizajes anteriores nos van a dejar sentar las bases de una gobernanza para las reconstrucciones que será uno de los compromisos de este Gobierno”, dice la secretaria de Estado.

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