El Gobierno de Boric, en el ojo del huracán por la muerte de una lactante en medio de la crisis por virus respiratorios

La crisis sanitaria que azota a Chile producto de uno de los mayores brotes del virus respiratorio sincicial (VRS) ha enredado seriamente al Ministerio de Salud del Gobierno de Gabriel Boric, con grandes dificultades para administrar la emergencia. La historia que retrata el momento político es la de Mía, una bebé de tres meses que ingresó a un hospital de San Antonio (Valparaíso) con una neumonía y murió en la espera de ser trasladada a otro centro que tuviese alguna cama pediátrica de cuidados intensivos disponible. La única opción era un hospital en Arica, a más de 2.000 kilómetros. Luego de su fallecimiento el pasado martes se supo que la Clínica Las Condes (CLC), un centro privado ubicado en Santiago, a 114 kilómetros donde estaba internada Mía, tenía un cupo.

El caso de Mía se ha instalado en la primera línea sel debate público chileno. El subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos, afirmó que habían consultado a la clínica, algo que primero fue desmentido por el propio centro privado y luego por la ministra de Salud, Ximena Aguilera. Mientras la Administración de izquierdas afirma que están investigando “el error” y que “más adelante verán las responsabilidades”, los parlamentarios del Partido Republicano, de extrema derecha, trabajan en una acusación constitucional en el Congreso contra Aguilera por casos como el de Mía, que reflejan “una desidia, falta de gestión y capacidad de la ministra y sus equipos”. De prosperar, la médica podría salir del Ejecutivo.

Los republicanos anunciaron el domingo que le daban 24 horas al Gobierno para que Araos presentase su renuncia, amenazando que, de no hacerlo, irían a por Aguilera. La portavoz del Gobierno, Camila Vallejo, despejó este lunes la salida del subsecretario, afirmando que va a “trabajar con alta y mayor rigurosidad en el enfrentamiento de esta emergencia”. En los días previos, el presidente Boric había advertido a su Gabinete que no había “margen para el error” y pidió a su equipo toda la colaboración posible con la ministra Aguilera y su equipo.

Hasta ahora han fallecido seis menores por virus respiratorios y solo la semana pasada se registraron 1.200 hospitalizaciones de menores de un año. “Es una cifra preocupante”, dijo el subsecretario Araos. En el balance entregado esta tarde de lunes por el Ministerio de Salud (Minsal) se informó que hay una ocupación del 93,5% de las camas pediátricas UCI en el país. Para hacer frente a este problema, usual en la temporada de invierno, el Minsal destinó en mayo recursos extraordinarios para ampliar las camas destinadas a menores en situación crítica y reconvertir las de adultos a infantiles.

Chile está con Alerta Sanitaria, incluyendo los virus respiratorios invernales, desde marzo de este año, cuando se adecúo el calendario escolar a las características de la enfermedad, adelantando las vacaciones de invierno una semana. La alerta permite el uso de la red integrada del sistema público y privado. Por ello, un menor de edad, por ejemplo, puede ser atendido en cualquier centro de salud del país. El caso de Mía, sin embargo, ha encendido alertas, porque desveló que la gestión no funciona correctamente.

El subsecretario Araos explicó esta mañana por qué dijo que habían llamado a la Clínica Las Condes preguntando si había una cama para atender a Mía cuando no fue así: “Fui informado que dicho protocolo [de la Alerta Sanitaria] se había ejecutado tal cual está instruido y en esta materia fue lo que transmití hacia la opinión pública en los medios de comunicación”. Una vez que solicitaron los registros de las llamadas -posterior a su declaración y el desmentido-, se enteró de que no figuraba la CLC en el listado. “Dado que no consta la llamada a Clínica Las Condes, es que hemos tomado la decisión de instruir una investigación sumaria para esclarecer los hechos de por qué sucedió esta situación”, agregó Araos, que no ha dado un paso al costado para evitar profundizar en la crisis.

El complejo escenario que atraviesa el Minsal ha escalado a todas las esferas del Gobierno de Boric. La ministra del Interior, Carolina Tohá, quien suspendió un viaje previsto para estos días producto de la crisis, salió esta mañana a dar explicaciones sobre Araos en la radio ADN: “Cuando el subsecretario dijo que sí se estaban ocupando las camas de la Clínica Las Condes, es porque se supone que se debería haber estado ocupando, pero alguien cometió un error y no llamó por el fallo [que inhabilita a la CLC para suscribir contratos con el Estado por vulneración de los derechos de los trabajadores, pero que no corre cuando hay Alerta Sanitaria]. Esto hay que aclararlo y se debe investigar”, aseguró la jefa del Gabinete.

La ministra Aguilera y el subsecretario Araos acudieron este lunes a la Comisión de Salud del Senado para entregar detalles de la crisis. Los cuestionamientos a la gestión de los líderes de la cartera sanitaria, que han sido transversales en la derecha, han ampliado el cerco político. El jefe de bancada del partido de centroizquierda Democracia Cristiana, Eric Aedo, sostuvo esta mañana que “hay elementos para avanzar en una acusación constitucional contra el equipo de salud”.

Hay voces fuertes de la oposición, como la del exministro de Salud, Jaime Mañalich –quien lideró la cartera al comienzo de la pandemia en la Administración de Sebastián Piñera–, que han rechazado la solicitud de renuncias o acusaciones constitucionales. “Es el momento de trabajar”, ha planteado. La ministra Aguilera recibió este lunes en el Palacio de La Moneda a una decena de exministros y exautoridades de la cartera para recibir recomendaciones que ayuden a enfrentar la crisis sanitaria.

Mientras, los analistas políticos han interpretado que la crisis por sanitaria por los virus respiratorios han impactado de lleno en la popularidad de Boric. Si el respaldo al Presidente subió a un 41% tras su Cuenta Pública ante el Congreso el pasado 1º de junio, volvió a caer hasta un 33% de acuerdo al último sondeo, publicado el domingo. La crisis en el ministerio de Salud, nuevamente, ataca uno de los flancos débiles de la actual Administración: la capacidad de gestión.

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