Condenado por estafa Rodrigo Rojas Vade, el exconstituyente chileno que inventó padecer cáncer
El exconvencional ha sido condenado a 61 días de presidio y a pagar unos 850 dólares por simular que estaba enfermo y obtener donaciones para el supuesto tratamiento
Rodrigo Rojas Vade, protagonista de uno de los mayores fraudes electorales de Chile, ha sido condenado este lunes por el delito de estafa residual en un juicio abreviado en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago. La justicia lo ha sentenciado a 61 días de presidio menor y al pago de una multa de unos 850 dólares por simular padecer cáncer para obtener donaciones con las que decía cubrir el supuesto tratamiento. Llegó a recaudar más de 16.000 dólares. Sin embargo, después de que el exconvencional de 39 años reconociera esta mañana su responsabilidad, el juez le ha concedido sustituir la pena de presidio por un año de libertad vigilada ante gendarmería.
Rojas Vade entró y salió en silencio de los tribunales. Cubría su cabeza con una capucha y llevaba lentes de sol y mascarilla. Su abogado, Tomás Ramírez, declaró tras conocer la sentencia: “Desde el primer momento, [Rodrigo] señaló que estaba arrepentido, que es algo que no debió haber hecho y, según lo que me ha señalado, es la postura que mantiene”.
Delgado, sin cejas ni pelo en su rostro y cabeza, Rojas Vade fue uno de los líderes del estallido social de octubre de 2019 con un discurso basado en su supuesta lucha contra la leucemia linfocítica aguda mixta, uno de los cánceres más graves que existen y que ataca la sangre y la médula ósea. Todos los viernes acudía a manifestarse en el centro de Santiago con el torso desnudo y mascarilla. Se lo veía con letreros que rezaban “No lucho contra el cáncer. Lucho para pagar la quimio. Salud digna para Chile” o con catéter pegado al cuerpo. Creó el blog “Cáncer, realidad sin filtro”, donde retrataba lo difícil que era padecer la enfermedad en el país sudamericano.
En medio de las protestas, se convirtió en un símbolo de las desigualdades del sistema de salud en Chile. Como tal, el extripulante de aerolíneas fue uno de los 155 elegidos para redactar la propuesta constitucional (rechazada el pasado septiembre). Utilizó uno de los 27 cupos que obtuvo la Lista del Pueblo, un grupo de independientes de izquierda que irrumpió por sorpresa en la constituyente. Casi ganó la presidencia del órgano, pero finalmente se quedó con una de las siete vicepresidencias. Gracias a su popularidad, más gente contribuyó económicamente para que hiciera frente a la supuesta enfermedad. En una oportunidad, el estafador llegó a organizar una rifa solidaria en su propio beneficio. Los aportes de la gente que lo quiso ayudar llegaron a 13.366.646 pesos chilenos, unos 16.800 dólares.
Dos meses después de asumir el desafío de escribir la propuesta constitucional, una investigación periodística del diario La Tercera lo obligó a revelar su mentira y abandonar el cargo en la Convención Constitucional, resquebrajando profundamente la confianza en el órgano redactor. Rojas Vade pidió disculpas y dijo que sufría de una enfermedad estigmatizadora, para cuyo tratamiento había necesitado el dinero donado. Después se supo que padecía sífilis, la enfermedad de Behcet y púrpura trombocitopénica idiopática.
La directiva de la Convención Constitucional lo denunció a la Fiscalía Metropolitana Centro Norte por hechos asociados a la declaración de intereses en la que registró una deuda de 33.000 dólares con el banco por un “tratamiento quimioterapéutico por cáncer”. Rojas Vade, que no tenía antecedentes penales, colaboró en la causa. El Ministerio Público tomó en cuenta su “irreprochable conducta anterior”, lo que redujo la pena solicitada por la Fiscalía.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.