El Protocolo Anticontaminación mantiene las restricciones este viernes en Madrid
El episodio de polución reduce la velocidad a 70 por hora en la M-30 y en las vías de acceso a la capital desde el martes
El Ayuntamiento de Madrid ha informado de que este viernes, 1 de marzo, seguirá activo el Protocolo de actuación para episodios de contaminación por dióxido de nitrógeno, por lo cual, por cuarto día consecutivo, permanecerá limitada la velocidad del tráfico de vehículos a 70 kilómetros por hora en la M-30 y en las vías de acceso en el interior de la M-40.
"A pesar de que ayer miércoles, 27 de febrero, no se superaron los niveles de NO2 (dióxido de Nitrogeno) previstos en el Protocolo, el Ayuntamiento ha decidido mantener el escenario 1 al ser la previsión meteorológica de la AEMET desfa...
El Ayuntamiento de Madrid ha informado de que este viernes, 1 de marzo, seguirá activo el Protocolo de actuación para episodios de contaminación por dióxido de nitrógeno, por lo cual, por cuarto día consecutivo, permanecerá limitada la velocidad del tráfico de vehículos a 70 kilómetros por hora en la M-30 y en las vías de acceso en el interior de la M-40.
"A pesar de que ayer miércoles, 27 de febrero, no se superaron los niveles de NO2 (dióxido de Nitrogeno) previstos en el Protocolo, el Ayuntamiento ha decidido mantener el escenario 1 al ser la previsión meteorológica de la AEMET desfavorable para los próximos días", dice el Gobierno local en una nota de prensa.
El Ayuntamiento activó el lunes esta medida, el nivel 1 del Protocolo, una vez superados los niveles de preaviso en zona 1 y siendo la previsión meteorológica desfavorable, por lo que estuvo activo el martes y el miércoles y así continúa este jueves el Protocolo y se recomienda el uso del transporte público. El consistorio anunciará antes del mediodía de este viernes las medidas a aplicar el sábado, 2 de marzo.
Según el Ayuntamiento, el Protocolo de medidas a adoptar durante episodios de alta contaminación pretende mejorar la calidad del aire de la ciudad y aumentar así la protección de la salud de la ciudadanía frente a los efectos nocivos de los episodios de alta contaminación, y muy especialmente la de los colectivos más vulnerables como los niños, las personas mayores y con problemas respiratorios, y las mujeres embarazadas