El Superior ratifica la prisión permanente para el músico que asesinó al bebé de 17 meses en Vitoria

La sala no tiene ninguna duda de que la intención del saxofonista sevillano era la de asesinar a Alicia

Los vitorianos dejan mensajes, velas y peluches en el lugar donde cayó la niña de 17 meses que falleció este martes.L. Rico

La prisión permanente revisable no se toca para Daniel Montaño, el saxofonista que arrojó por la ventana a Alicia, la niña de 17 meses que murió horas después. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha ratificado esa condena impuesta en Vitoria el pasado 25 de septiembre, tras considerar que el profesor de música de Sevilla, tenía la intención de asesinar a la niña. También es firma la pena adicional de siete años y medio por intentar matar a la madre de la pequeña, Gabriela, una joven residente en Burgos a la que había conocido semanas antes a través de internet. La sala de lo Penal ...

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La prisión permanente revisable no se toca para Daniel Montaño, el saxofonista que arrojó por la ventana a Alicia, la niña de 17 meses que murió horas después. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha ratificado esa condena impuesta en Vitoria el pasado 25 de septiembre, tras considerar que el profesor de música de Sevilla, tenía la intención de asesinar a la niña. También es firma la pena adicional de siete años y medio por intentar matar a la madre de la pequeña, Gabriela, una joven residente en Burgos a la que había conocido semanas antes a través de internet. La sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia, presidida por el propio presidente del Superior Juan Luis Ibarra, ha ratificado la decisión de la Audiencia alavesa.

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Daniel Montaño, que intentó eludir la máxima condena alegando trastorno mental, dijo durante su declaración ante el jurado popular que asesinó a la bebé porque vio en ella "la semilla del mal". El caso conmocionó a la sociedad vitoriana por tratarse de una niña de corta edad que falleció al ser arrojada desde una altura de cinco metros y golpearse contra la acera de la calle Libertad, en Vitoria, en 2016. El músico intentó, además, asesinar a su madre que se salvó pese a sufrir heridas con un cristal en el cuello. Durante muchas semanas los vitorianos depositaron flores y guardaron silencio en recuerdo de la pequeña.

El Superior vasco ha desestimado los dos motivos del recurso de apelación interpuesto por la defensa de Montaño, quien alegó vulneración del principio de presunción de inocencia y del derecho a la tutela judicial efectiva. Sobre la primera alegación, el Superior considera que existe suficiente prueba de cargo como para probar que el acusado tenía intención de matar, no de lesionar como mantiene la defensa. Respecto al segundo de los motivos, estima suficientes las razones del veredicto y la sentencia rechazando la posible existencia de una enfermedad que alterara la voluntad del acusado. Se trata de la primera y única condena de prisión permanente revisable por el momento en Euskadi. La defensa del condenado todavía puede recurrir la sentencia en casación ante el Tribunal Supremo.

El jurado popular emitió el pasado septiembre un veredicto unánime: el acusado era culpable de matar "de forma intencionada" a la bebé e intentarlo con la madre de la niña con "medios y condiciones" que impedían a ambas la posibilidad de defenderse. Tanto el Ministerio Fiscal como la acusación popular ejercida por la Asociación Clara Campoamor reclamaron la pena de prisión permanente revisable para el acusado como autor de un delito de asesinato con alevosía a una menor de 16 años. Tendrá que pasar entre 25 y 35 años en la cárcel antes de que se revise su pena. La defensa pidió que se le aplique la eximente completa por enajenación mental por un posible episodio psicótico agudo.

Según el relato de hechos que hicieron las acusaciones y que dio por bueno el jurado popular, el procesado había conocido alrededor de un mes antes del trágico suceso a la madre de la niña, una joven de 18 años residente en Burgos, con la que quedó en diversas ocasiones, una de ellas la noche del 23 al 24 de enero en una casa rural en la provincia de Burgos. Al día siguiente, el acusado volvió a invitarla a pernoctar en su piso en Vitoria a lo que finalmente accedió la joven junto a su hija. Esa noche se produjo el asesinato de la niña. Montaño rompió de un puñetazo el cristal del mirador y arrojó a la niña. Además, intentó asesinar a la madre, porque, según declaró esta última en el juicio, no quiso mantener relaciones sexuales con él.

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