La escuela de moda Felicidad Duce de LCI Barcelona celebra su 90 aniversario

"Era imparable. Una mujer que no la paraba nada”, recuerda Mercedes Freixa de su madre, Felicidad Duce, fundadora en 1928 de una de las escuelas pioneras en la enseñanza de diseño de moda en España. El centro que ahora se llama LCI Barcelona y que forma parte de una red internacional de escuelas de diseño, ha querido recordar los valores emprendedores y visionarios de su fundadora con motivo del 90 aniversario de la escuela. La independencia económica que había ganado gracias a su proyecto le permitieron a Felicidad Duce andar sola y d...

"Era imparable. Una mujer que no la paraba nada”, recuerda Mercedes Freixa de su madre, Felicidad Duce, fundadora en 1928 de una de las escuelas pioneras en la enseñanza de diseño de moda en España. El centro que ahora se llama LCI Barcelona y que forma parte de una red internacional de escuelas de diseño, ha querido recordar los valores emprendedores y visionarios de su fundadora con motivo del 90 aniversario de la escuela. La independencia económica que había ganado gracias a su proyecto le permitieron a Felicidad Duce andar sola y divorciarse en 1938, algo muy poco frecuente en la época. 

“Durante la guerra civil la escuela tuvo que cerrar, pero mi madre, para no interrumpir las actividades del taller, propuso a los milicianos hacerles los uniformes a cambio de cajas de ropa. ¡Nunca había hecho trajes para hombre! Pero eso no la detuvo”, recuerda Freixa. En la presentación de las actividades que se preparan con motivo del aniversario el próximo 4 de mayo, Mercedes Freixa, todavía Presidenta Honorífica de la Escuela de Moda, ha desgranado algunas anécdotas para explicar el carácter único de esta mujer que creó un método de patronaje propio e impulsó uno de los centros referentes en el diseño de moda nacional. Y es que en sus aulas se han formado diseñadores como Josep Font, Boris Bidjan, Celia Vela, Juan Vidal, María Escoté, Krizia Robustella y Manuel Bolaño entre muchos otros.

Parece que para Duce no existían los imposibles. Años más tarde, logró que los alumnos desfilaran sus trabajos de fin de curso en el Hotel Ritz, algo que hasta entonces sólo hacían las marcas de moda: “¡No sé cómo lo consiguió! En esa época la alta costura no quería saber nada de las escuelas”. Parece que la amistad que la fundadora forjó con el eminente diseñador Pedro Rodríguez ayudó a crear esta conexión: “Rodríguez venía a menudo a dar clases magistrales a la escuela. Venía con una maniquí y en un ¡zis, zas, pum!, montaba un traje”. El legado de Rodríguez sigue vivo en la escuela, ya que Miguel Elola, primer oficial del diseñador, continua impartiendo algunas clases allí. Y los desfiles, ahora en lugar de celebrarse en el Ritz, se hacen en centros como el Macba o el Teatro Nacional.

Formada en París, Mercedes Freixa también hizo su contribución a la escuela. Lo ha recordado Silvia Viudas, la actual directora del centro y propietaria del 31% de la escuela, participada ahora por la red educativa LCI con base en Canadá: “Si Felicidad Duce creó una de las primeras escuelas de patronaje, Mercedes introdujo el diseño de moda incorporando todo lo que había aprendido en París”. Ahora Viudas, que adquirió la escuela en 2002, trabaja para que LCI Barcelona siga mirando el futuro con una apuesta por la internacionalización y el aprendizaje de las últimas tecnologías. Con la mirada puesta en el 2021, fecha en la que culminará la construcción de un nuevo edificio en el 22@ de Barcelona, LCI Barcelona celebrará el próximo 4 de mayo una jornada actividades y talleres para dar a conocer su historia, que se cerrará con la entrega del Premio Felicidad Duce al eminente sombrerero inglés Stephen Jones.