Una sorpresa de oro
Rellenos, clásicos, de sabores o para celiacos, arranca la búsqueda del roscón de reyes más sabroso con el que recibir 2018. Y para los que quieran innovar, pannetone
Una onza de oro. Esta es la sorpresa que esconden tres de los 600.000 roscones que elaborará El Corte Inglés para recibir a los Reyes Magos y que se distribuirán por toda España. La empresa, en colaboración con Degussa, va a esconder un total de 1.003 lingotes de oro (tres de una onza, valorados en 1.100 euros, y un millar de un gramo, con un valor de 47 euros; solo en los dulces rellenos). Ofrecen 25 variedades de roscón (desde 22,20 euros el kilo) que elaborará en su obrador de Valdemoro.
Aunque los dulces de Oriol Balaguer no están rellenos de metales preciosos, su roscón sabe a glor...
Una onza de oro. Esta es la sorpresa que esconden tres de los 600.000 roscones que elaborará El Corte Inglés para recibir a los Reyes Magos y que se distribuirán por toda España. La empresa, en colaboración con Degussa, va a esconder un total de 1.003 lingotes de oro (tres de una onza, valorados en 1.100 euros, y un millar de un gramo, con un valor de 47 euros; solo en los dulces rellenos). Ofrecen 25 variedades de roscón (desde 22,20 euros el kilo) que elaborará en su obrador de Valdemoro.
Aunque los dulces de Oriol Balaguer no están rellenos de metales preciosos, su roscón sabe a gloria. El repostero, autor de uno de los mejores de la capital (el de 250 gramos, 14 euros; 24 si es relleno) y que requiere 18 horas de fermentación, está desde hace justamente dos años al frente del obrador de la pastelería centenaria La Duquesita (Fernando VI, 2; www.laduquesita.es), fundada en 1914. Resultado: colas y nervios para intentar conseguir uno de sus dulces. Además de roscón, para los que quieran innovar el Día de Reyes de 2018, Balaguer ofrece un muy recomendable panettone, galardonado como el mejor de España de este año. El cocinero Paco Torreblanca también invita a probar su receta del dulce italiano, que también tiene premio: el pasado verano se hizo con el título del mejor dulce de este tipo elaborado fuera de Italia (desde 24 euros; www.bytorreblanca.es).
En Panod (Prim, 1; www.panod.es) además de apostar por “el pan de toda la vida”, elaboran un roscón con un genuino ingrediente: la alabada agua de azahar Luca de Tena, de Sevilla (desde 26 euros el de 500 gramos). Tradicionales también son las propuestas de la cotizadísima Mallorca (varios locales en Madrid; www.pasteleria-mallorca.com), con roscones de almendra, rellenos de nata o de trufa (17,50 euros el de 500 gramos; 35 si es relleno); las de la castiza La Mallorquina (Mayor, 2; www.pasteleriamallorquina.es; el de medio kilo, relleno de nata por 25 euros), que lleva desde 1894 endulzando la capital; o las del Horno de San Onofre (San Onofre, 3; www.pasteleriasonofre.com), que ofrece, entre otros, rellenos de cabello de ángel, crema de Málaga o naranja (35 euros el kilo). Las elaboraciones de Nunos (Narváez, 63; www.pasteleria-nunos.es), premiadas en varias ocasiones y con unas torrijas muy famosas, parten de la tradición, pero cada año innovan y realizan roscones con sabor a natillas, de tres chocolates o a base de yogur y frambuesa.
Aptos para intolerantes
Los intolerantes y alérgicos (al gluten o a la lactosa) no tienen que conformarse con mirar mientras familia y amigos se ponen finos. En los cuatro locales de Celicioso (www.celicioso.es) en Madrid ofrecen especialidades sin gluten ni lactosa. Los rellenos, como el de trufa (22 euros), también son aptos para intolerantes. En La Magdalena de Proust (Regueros, 8; www.lamagdalenadeproust.com) apuestan por la espelta para elaborar su roscón ecológico y realizado con masa madre (42 euros el kilo).
El repostero Alejandro Montes imprime fantasía en cada una de las elaboraciones de Mamá Framboise (Fernando VI, 23; www.mamaframboise.com). Con los roscones no iba a ser menos. El toque se lo da Montes con sus rellenos de vistosos colores y con formato tradicional o mini. Si hace unos años la estrella fue el relleno de frambuesa, para el presente ha apostado por el de turrón de Alicante. Va cubierto de crumble de azúcar y canela y decorado con virutas de turrón. Un regusto muy navideño para acabar con buen sabor de boca las fiestas y el 8 de enero idear un plan de contingencia ante los dulces y salados excesos a los que nos hemos sometido.