Educación

El curso arranca con normalidad pese a la polémica del plurilingüismo

Más de 750.000 alumnos valencianos regresan a unas aulas con menos alumnos y más profesores

Alumnas del centro escolar La Gavina, de Picanya, se saludan el primer día de curso. MÒNICA TORRES

Más de 750.000 niños han iniciado hoy -Alicante lo comenzó el viernes pasado- el curso escolar en la Comunidad Valenciana con normalidad a pesar de la polémica en las semanas previas en torno al decreto-ley del plurilingüismo convalidado por las Cortes Valencianas.

Este año escolar cuenta con un aumento de profesores —1.443— y un descenso de alumnos —12.000—, lo que ha permitido reducir el número de estudiantes por clase en la Comunidad Valenciana hasta los 22,5 estudiantes, a un punto menos si se calc...

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Más de 750.000 niños han iniciado hoy -Alicante lo comenzó el viernes pasado- el curso escolar en la Comunidad Valenciana con normalidad a pesar de la polémica en las semanas previas en torno al decreto-ley del plurilingüismo convalidado por las Cortes Valencianas.

Este año escolar cuenta con un aumento de profesores —1.443— y un descenso de alumnos —12.000—, lo que ha permitido reducir el número de estudiantes por clase en la Comunidad Valenciana hasta los 22,5 estudiantes, a un punto menos si se calcula solo la red pública.

El curso 2017-2018 comienza con 16 nuevos centros, cinco en Alicante, seis en Castellón y cinco en Valencia. Otros 18 centros están en construcción, según datos de la Consejería de Educación. Respecto al profesorado, las aulas valencianas cuentan con 68.327 docentes, 1.443 más que en el curso pasado.

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Según Educación, la inversión por alumno ha aumentado un 12% y el programa Xarxa Llibres ha permitido a las familias ahorrar una media de 300 euros por estudiante, ya que hay un 16% más de alumnos que participan en los bancos de libros del programa.

La recuperación de profesorado tiene una especial incidencia en los docentes de refuerzo, puesto que desde 2015 se ha aumentado en un 75% la provisión de plazas para una mejor atención al alumnado y, además, educación tiene previsto convocar 3.000 plazas de oposiciones para Infantil y Primaria para 2018, de las 13.000 de diferentes cuerpos que se tiene previsto convocar hasta 2022.

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El alumnado valenciano también se beneficia del aumento de presupuesto destinado a las becas comedor, ya que el incremento de presupuesto respecto a 2015 es de más de 63 millones de euros, lo cual supone que este curso se tiene la previsión que se beneficie un 21% de alumnos más que hace dos años. En cuanto a la etapa de 0-3 años, este curso hay un 10% más de alumnos matriculados en este tramo.

En Castellón, el curso ha arrancado sin incidencias de relevancia, salvo las que dejan las dos sonadas protestas, con mensaje directo al consejero Vicent Marzà, que han protagonizado las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPA) de los colegios Sanchis Yago en la capital de La Plana y el CEIP Regina Violant de Almassora, con la lengua y las infraestructuras como telón de fondo.

Y todo mientras el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, inauguraba junto a Marzà y la vicepresidenta autonómica, Mónica Oltra, el curso escolar 2017/2018 en el colegio Cardenal Tarancón de la localidad castellonense de Burriana, que estrena aularios después de tres años en barracones.

Las diferentes normativas sobre plurilingüismo del Consell han sido el trasfondo de la pitada que han llevado a cabo los padres y madres de alumnos del Sanchis Yago de Castellón. En un comunicado, la AMPA del centro ha exigido a Educación que cumpla “sus compromisos” y “garantice la continuidad del programa experimental plurilingüe”. En este sentido, ha reclamado que en primer curso de Infantil se impartan las ocho horas de inglés aprobadas en mayo “y que el decreto del 1 de septiembre ha derogado dejándolas en sólo dos horas semanales a pocos días del inicio del curso”. También exigen que el alumnado que ha empezado el proyecto educativo con el inglés como lengua vehicular pueda mantenerlo hasta sexto de Primaria “con unas garantías mínimas de calidad”.

La demora en las obras de construcción del nuevo colegio ha sido el motivo de la protesta en el caso el Regina Violant de Almassora, que cumple una década en barracones. Los mismos años que lleva el medio centenar de alumnos y alumnas de la escuela de Les Useres exiliado en la Casa de la Cultura de esta localidad de apenas mil habitantes. El edificio asumió un fin educativo en septiembre de 2007, cuando el mal estado del colegio obligó a alumnado y profesorado a un traslado forzoso a estas dependencias, donde siguen.

Los vecinos pusieron en marcha la pasada primavera una plataforma para intentar poner fin a una década de proyectos pospuestos y silencio administrativo. La Consejería “está trabajando ya en la licitación del proyecto; estamos en ese paso, aunque de momento el curso lo empezamos en la Casa de la Cultura”, han confirmado a EL PAÍS desde el colectivo.

Con pérdidas que lamentar como la que supone el cierre de un colegio pero con “muchas ganas por seguir apostando por la escuela rural” han empezado el curso los 59 escolares y 15 docentes del Colegio Rural Agrupado (CRA) Els Ports, que aúna a las poblaciones de Forcall, Olocau, La Mata y Zorita, y suma también alumnado de Villores, Todolella y Palanques, en pleno interior de Castellón. El aulario de Zorita, una de las localidades del CRA, ha dejado de funcionar este curso por falta de niños. Sus dos pequeños ocupantes, de cuarto y quinto de Primaria, se desplazarán a diario desde hoy hasta la vecina Forcall para recibir clase. “Un colegio da vida a un pueblo, y su cierre es una gran pérdida y una lástima; hay que apostar por una escuela rural de calidad, que garantice una atención igualitaria a la del resto de colegios de zonas urbanas”, reclama Mari Carmen Soler, directora del CRA Els Ports. Es su única reivindicación para el ‘estreno de temporada’. Por lo demás, asegura estar satisfecha con los “recursos materiales y personales” de los que dispone el colegio, y que “favorecen un aprendizaje individualizado”. Todo ello tras superar, reconoce, “años encadenados de interinidad” que han derivado en una “plantilla de profesorado bastante estable”. “Yo no cambiaría mi puesto de trabajo, es muy enriquecedor a nivel alumno y muy gratificante para un profesor”, asegura.

Protestas en Alicante por los barracones

En Alicante, el nuevo curso ha llegado precedido de las protestas de algunos centros por la incapacidad de la Generalitat para erradicar definitivamente los barracones y las reclamaciones de los docentes que aspiran a plazas vacantes de difícil cobertura por una convocatoria en la que inicialmente la Administración no había tenido en cuenta el requisito del valenciano.

Los estudiantes de Primaria de la capital provincial han sido los primeros en regresar a los centros de toda la Comunidad Valenciana, concretamente el pasado viernes y no este lunes, como el resto, debido a que el calendario escolar se ha adaptado en el término municipal para que las clases acaben antes para no coincidir con las fiestas de Hogueras.

La provincia alicantina cuenta este curso con 276.247 alumnos en total, desde Infantil hasta Formación Profesional, un 1,4% menos que en el de 2016-2017, con una media de 22,6 estudiantes por aula. Sin embargo, en torno a 3.000 de estos escolares han iniciado de nuevo las clases en los temidos barracones, como el colegio público La Almadraba, en la playa de San Juan, que por el momento se ve obligado a ocupar instalaciones prefabricadas en el recinto del instituto Radio Exterior.

El consejero de Educación, Vicent Marzà, reconoció recientemente el retraso de su departamento en la erradicación definitiva de las aulas prefabricadas, pero se ha comprometido a hacerlo para 2019. En el colegio público Cervantes, de la localidad de Sax, la Consejería ha admitido retrasar el inicio de las clases hasta que estén instaladas unas escaleras exteriores de paso que deben garantizar la seguridad de los alumnos, pues algunas zonas del edificio están apuntaladas por el desarrollo de obras de mejora y mantenimiento. La administración ha aceptado esta solución después del anuncio de una huelga indefinida por parte del alumnado.

En cuanto al profesorado, el arranque del curso se ha visto envuelto en la polémica por la selección de aspirantes a plazas de profesores de difícil cobertura, como se denomina a las últimas vacantes de interinos. En la primera convocatoria, la Consejería no había tenido en cuenta el requisito de conocimiento del valenciano, aunque ha vuelto a convocar a todos los solicitantes para hoy para subsanar esa omisión.

La Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos de València (FCAPA) ha criticado el "discurso triunfalista y alejado totalmente de la realidad" de Marzà. La federación cuestiona si es "normal" iniciar el curso escolar aprobando un decreto ley para los alumnos de 3 años y tener que convalidarlo "en un pleno de las Cortes con precipitación e incumplimiento del Reglamento", continuando con la "imposición del programa ideológico del tripartito".

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, ha pedido al Consell que vuelva a conceder las unidades concertadas eliminadas a los centros educativos valencianos. En una visita al colegio Sagrada Familia de Elda (Alicante), donde Educación ha suprimido este curso un aula concertada en primero de bachiller.

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