Opinión

Los deberes escolares a examen y debate

Ciudadanos plantea un modelo que "fluya por el cauce de la calidad en lugar de la cantidad".

Un niño, haciendo los deberes.CARLOS ROSILLO

En los últimos días, Ciudadanos ha llevado a la Asamblea de Madrid un debate muy pertinente en relación con los deberes escolares. Hemos puesto encima de la mesa la necesidad de analizar a fondo la naturaleza de los deberes, su importancia, la adecuación del modelo actual a las necesidades de los alumnos y la cohabitación de los mismos en la vida de los alumnos jun...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
Más información

En los últimos días, Ciudadanos ha llevado a la Asamblea de Madrid un debate muy pertinente en relación con los deberes escolares. Hemos puesto encima de la mesa la necesidad de analizar a fondo la naturaleza de los deberes, su importancia, la adecuación del modelo actual a las necesidades de los alumnos y la cohabitación de los mismos en la vida de los alumnos junto al resto de tareas imprescindibles para el desarrollo humano de los menores.

Se trata de un debate muy interesante que siempre ha estado flotando en el ambiente y que ha dado lugar a que desde marzo de 2015 una madre, Eva Bailén, haya recogido más de 200.000 firmas para instar a la sociedad y a los poderes públicos a racionalizar los deberes.

Nosotros hemos querido llevar este delicado asunto a la Asamblea de Madrid sin apriorismos, pero con la convicción de que hay que tomar medidas para adecuar la carga de trabajo escolar en casa y reflexionar sobre la conveniencia de que los alumnos tengan jornadas agotadoras, en las que prácticamente no cabe cualquier otra actividad que complemente el adecuado desarrollo de nuestros menores.

Y como en todo debate complejo, y la educación lo es, hay posturas antagónicas. Hay quienes defienden que los alumnos deben volver del colegio a casa con una carga pesada de tareas repetitivas. Afirman que el hábito de trabajo y el orden se fomentan así, con tareas pesadas, que solo repiten lo que ya se ha hecho en el colegio. Al final de la jornada del alumno no hay espacio para el aprendizaje desde un enfoque que aliente la búsqueda, la curiosidad y fomente las habilidades críticas. Y por supuesto no queda tiempo para el ocio.

La primera cuestión a dilucidar es si realmente a mayor tiempo dedicado a los deberes hay mayor rendimiento
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Otros sin embargo siempre han apostado por que los deberes debían eliminarse, argumentando que solo causan una gran presión escolar sobre el alumno, que ponen en riesgo la salud, y que acentúan la brecha de la desigualdad entre los niños que reciben apoyo en casa y los que no tienen esa posibilidad. Ambas posturas son legítimas y en Ciudadanos creemos que como para otras cuestiones educativas es necesario el diálogo y llegar a un punto medio entre extremos enfrentados.

La primera cuestión a dilucidar es si realmente a mayor tiempo dedicado a los deberes hay mayor rendimiento. Los expertos nos sitúan un umbral máximo a partir del cual ya no hay correlación directa. Por tanto nos preguntamos qué sentido tiene superarlo. El segundo elemento para el análisis es qué tipo de tareas tienen que realizar en casa. No parece demasiado sensato que se dedique el tiempo a tareas monótonas y repetitivas que el alumno ya realiza en el aula.

No somos partidarios de la vía fácil, a saber, quitar los deberes porque hay un importante sector que lo solicita. Pero si somos partidarios de que el modelo fluya por el cauce de la calidad en lugar de la cantidad. Y por eso hemos propuesto que los alumnos en la educación primaria realicen como tareas complementarias aquellas que son motivadoras, de reflexión, de investigación y lectura. Asimismo, también es imprescindible, y por ello lo defendemos, el encontrar un equilibrio entre el número de horas que dedican a los deberes en casa y el tiempo de juego, indispensable para el desarrollo de la creatividad en las edades tempranas.

Es imprescindible encontrar un equilibrio entre el número de horas para los deberes en casa y el tiempo de juego

Detrás de este asunto lo que aflora es el cuestionamiento del modelo educativo vigente en España. Nosotros creemos que no es el adecuado. Es en muchos casos antiguo, fruto de la política de miras cortas y ofrece como resultados importantes dosis de frustración, aprendizaje deficiente y fracaso. Este es un debate más amplio y profundo y por eso abogamos por un gran pacto nacional sobre la educación. La ausencia de ese gran pacto es la enfermedad que tenemos que tratar. Los deberes son una de las manifestaciones de la fiebre sobre la que ya podemos empezar a actuar.

Ignacio Aguado es portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid.

Archivado En