Seseña inicia una limpieza “en profundidad” en el barrio de El Quiñón

El alcalde avanza que Castilla-La Mancha se ha comprometido a facilitar datos exhaustivos sobre la calidad del aire cada 24 horas

El depósito de neumáticos de Seseña seguía ardiendo este miércoles.Ismael Herrero (EFE)

Operarios municipales han comenzado este miércoles a limpiar “en profundidad” el barrio de El Quiñón, el más cercano al vertedero de neumáticos que se incendió el viernes en Seseña (Toledo). Las labores incluyen al colegio de primaria ubicado en la zona. El centro ha reabierto este miércoles sus aulas, seis días más tarde de que se originaran las llamas. La limpieza, que secunda a los trabajos generales del lunes, se lleva a cabo después de la reunión que ha mantenid...

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Operarios municipales han comenzado este miércoles a limpiar “en profundidad” el barrio de El Quiñón, el más cercano al vertedero de neumáticos que se incendió el viernes en Seseña (Toledo). Las labores incluyen al colegio de primaria ubicado en la zona. El centro ha reabierto este miércoles sus aulas, seis días más tarde de que se originaran las llamas. La limpieza, que secunda a los trabajos generales del lunes, se lleva a cabo después de la reunión que ha mantenido esta misma mañana el alcalde, Carlos Velázquez (PP), con cuatro asociaciones de vecinos de la localidad y varios dirigentes de Castilla La-Mancha. “Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance. Lo que no podamos hacer, se lo solicitaremos al Gobierno regional”, ha indicado Velázquez. El regidor ha avanzado que la Junta se ha comprometido a facilitar datos exhaustivos sobre la calidad del aire en el municipio cada 24 horas. Cualquier vecino los podrá consultar en la página web del Ayuntamiento.

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De momento, los parámetros de los que dispone el Consistorio “están dentro de la normalidad”. Sin embargo, los residentes de El Quiñón siguen preocupados por la calidad del aire. Así lo ha manifestado el presidente de la asociación de vecinos del barrio afectado, Juan Domínguez. “Han pasado seis días y los vecinos no se conforman con los datos tranquilizadores que llegan”. Ni él ni otros vecinos dicen estar de acuerdo con que se haya levantado el confinamiento ni con que se haya abierto el colegio del barrio. En opinión de Domínguez, el centro, al que este miércoles han acudido un centenar de alumnos (hay 772 matriculados) debería permanecer cerrado hasta que se extinga el incendio. “Las madres están muy preocupadas”.

Los profesores del centro han advertido que dentro de las instalaciones no se puede respirar. “Hay síntomas de picor de ojos y boca”, se han quejado. En opinión de los docentes “no se ha advertido adecuadamente de los riesgos reales". Se sienten engañados por la Administración regional. Creen que aún no hay resultados sobre los medidores de dioxinas y furanos, "muy tóxicos para la salud", porque los medidores de estas partículas están recién instalados. El alcalde ha afirmado entender la preocupación de todos ellos, y ha asegurado que se darán datos exhaustivos de los controles. Otra de las cuestiones que inquieta al regidor es que, “dentro de muy pocos días”, y una vez se haya extinguido el incendio, “se dé una solución definitiva” al vertedero de neumáticos. Así se lo ha manifestado a los representantes del Gobierno regional que han visitado El Quiñón.

El representante vecinal se ha mostrado especialmente intranquilo por la dirección del viento, que es cambiante. Para mejorar la medición, el consejero de Medio Ambiente de Madrid, Jaime González Taboada, ha confirmado que desde mañana jueves habrá dos nuevos medidores móviles de calidad del aire. Se instalarán en Aranjuez y Valdemoro. Los registros podrán ser consultados “al minuto” en la página de la Comunidad de Madrid. Mientras tanto, un juzgado de Valdemoro ha abierto diligencias previas sobre el incendio de Seseña. Lo hace después de que la Guardia Civil haya puesto a su disposición el atestado policial. La intención es determinar la autoría de las llamas. Según las primeras hipótesis que manejan los agentes, el incendio del vertedero, que acumulaba 100.000 toneladas de neumáticos a lo largo de 12 hectáreas, tuvo tres focos distintos y parece haber sido intencionado.

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