Una firma ligada al baltarismo sube a la cima de adjudicatarias del PP

Una pequeña constructora ourensana vinculada al baltarismo, Petrolam Infraestructuras, SL, ha alcanzado en 2015 la cima del ránking de las adjudicatarias de obra pública de Galicia. La empresa, que comenzó su andadura en el municipio de A Veiga (965 habitantes) en 2003, se situó el año pasado como la tercera constructora gallega con mayor importe adjudicado por el Gobierno gallego, solo superada por Copasa y Taboada y Ramos, según el informe anual elaborado por la patronal de la construcción de A Coruña, Apecco, ade...

Una pequeña constructora ourensana vinculada al baltarismo, Petrolam Infraestructuras, SL, ha alcanzado en 2015 la cima del ránking de las adjudicatarias de obra pública de Galicia. La empresa, que comenzó su andadura en el municipio de A Veiga (965 habitantes) en 2003, se situó el año pasado como la tercera constructora gallega con mayor importe adjudicado por el Gobierno gallego, solo superada por Copasa y Taboada y Ramos, según el informe anual elaborado por la patronal de la construcción de A Coruña, Apecco, adelantado por el diario Economía Digital.

El despegue de Petrolam ha sido llamativo. Con adjudicaciones de en torno a los cinco millones de euros en 2015, la empresa, de la que es administrador único el exteniente de alcalde del PP en el municipio ourensano de A Veiga Roberto Lameiro, se codea, en cuanto al importe de las adjudicaciones concedidas por la Xunta, con grandes constructoras como Acciona, que obtuvo en Galicia obras por 6,5 millones, o la empresa de Florentino Pérez, Dragados, que alcanzó los 6,4.

El primer salto en la facturación de Petrolam se produjo en 2014, según se desprende de los datos del Registro Mercantil en donde consta que la evolución de sus ventas pasó del -2,3% en 2013 al 54,51% en 2014, mientras los empleos fijos pasaban del 100% en 2013 al 85,71% el año siguiente. En esa última anualidad consiguió dar el salto de la contratación básicamente municipal -principalmente de Ayuntamientos de la provincia de Ourense gobernados por el PP y también de la Confederación Hidrográfico del Miño-Sil- a hacerse con las obras de ampliación del colegio Emilia Pardo Bazán de A Coruña, en una UTE con Vías y Construcciones.

En 2015 la pequeña constructora de A Veiga alcanzó su consagración fortalecida por la Xunta que la convierte en una de las grandes beneficiarias de la obra pública al adjudicarle, a la misma UTE formada con Vías, la adjudicación del centro de salud del barrio ourensano de O Couto presupuestado en 3,2 millones de euros. Creada en 2003 con un capital social de 3.100 euros ampliados ese mismo año hasta alcanzar los 21.680, la rentabilidad financiera de la constructora pasó de un nivel negativo del -19,36% en el año 2013 al nivel positivo del 36,67% de 2014, según los ratios que figuran en el Registro Mercantil.

El administrador de Petrolam se inició en la actividad política con el PP. Roberto Lameiro ocupó la tenencia de alcaldía de su Ayuntamiento de A Veiga entre 2003 y 2007 y en las pasadas municipales su hermano Vicente, empleado en el mismo Ayuntamiento, pasó a ocupar ese cargo al lado del actual alcalde, designado candidato a dedo por José Manuel Baltar, Juan Anta, hijo a su vez de otra exteniente de alcalde del mismo Ayuntamiento, Julita Rodríguez.

El actual teniente de alcalde, hermano del empresario, que se ha acogido a una dedicación parcial del 75%, percibe 35.358,58 euros anuales del Ayuntamiento en un municipio que apenas supera los 900 habitantes, convirtiéndose en el “político mejor pagado de la provincia de Ourense” según denunció en su momento el grupo socialista.

Entre 2003 y 2004 Petrolam fue una de la docena de empresas vinculadas al baltarismo entre las que el exbarón del PP José Luis Baltar repartió desde la Diputación el millón largo de euros de las obras de las depuradoras denunciadas por Bruselas. Las adjudicó mediante procedimiento negociado sin publicidad, fraccionándolas para que no superara cada una los 18.000 euros permitidos por ley. Una década después, el Consello de Contas censuró al Ayuntamiento de Vilamartín de Valdeorras -presidido entonces por el también baltarista Manuel Candal, que ocupaba el cargo desde el franquismo- porque los cinco contratos de obras licitados en 2009 incluidos en el Plan E habían sido adjudicados a la misma empresa, Petrolam, como contrato menor o mediante procedimiento negociado sin publicidad.