la banda se despide en el arriaga

Santa Cecilia llora por Oskorri

La banda pone fin a más de 45 años de estrecha unión con la cultura vasca

Bilbao -
Mike Laboa con el líder del grupo Oskorri, Natxo de Felipe, en el concierto conmemorativo de los 25 años del nacimiento del grupo ' Oskorri' en 1995JOSÉ SIMAL

Santa Cecilia, la patrona de los músicos, lleva dos días llorando desconsoladamente sobre Bilbao, sobre Bizkaia y sobre las cabezas de miles y miles de seguidores de Oskorri, la banda de música popular vasca más luchadora, innovadora, solidaria, y también veterana, liderada por el vocalista e instrumentista Natxo de Felipe. Hoy se despiden con dos conciertos en el teatro Arriaga en Bilbao.

Después de 45 años poniendo una parte sustancial de la banda sonora a Euskadi hoy concluyen su gira en un país radicalmente diferente al qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Santa Cecilia, la patrona de los músicos, lleva dos días llorando desconsoladamente sobre Bilbao, sobre Bizkaia y sobre las cabezas de miles y miles de seguidores de Oskorri, la banda de música popular vasca más luchadora, innovadora, solidaria, y también veterana, liderada por el vocalista e instrumentista Natxo de Felipe. Hoy se despiden con dos conciertos en el teatro Arriaga en Bilbao.

Después de 45 años poniendo una parte sustancial de la banda sonora a Euskadi hoy concluyen su gira en un país radicalmente diferente al que empezaron a cambiar con sus letras, cuando desafiaban a las autoridades que prohibían en uso del euskera, tocando y cantando casi a escondidas. Oskorri ha ido y vuelto varias veces a la luna en furgoneta, pero sobre todo, con su compromiso con la cultura vasca ha acercado y ha democratizado esta a varias generaciones de vascos a  lo largo de más de 3.000 conciertos y casi 500 canciones grabadas.

Su creatividad ha logrado seducir a los amantes del pop, del rock y del jazz, con propuestas arriesgadas, casi siempre, que, pese a todo, han sintonizado con la rebeldía propia de los más jóvenes, con los padres y madres primerizos que se asomaban al mundo laboral y de la familia, y también con el mundo de quienes, ya con canas, saborean la buena música que les recuerda todas y cada una de esas etapas vividas. 

En 2005 repartieron el disco Doktor Do Re Mi a todos los niños donostiarras que nacieron ese año, y con Desertore ascendieron a las listas de Japón Bielorrusia y Australia, entre otros sitios desconectados totalmente de Euskadi. "Somos un producto atípico de un país atípico, el tener varias vidas paralelas nos ha oxigenado, y nos hemos metido en territorios que no eran los nuestros y han resultado experiencias muy satisfactorias", dijo Natxo de Felipe a EL PAÍS en 2005.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Sobre la firma

Archivado En