La Guardia Civil limita el caso de Majadahonda a dos desapariciones

La Guardia Civil ha limitado el llamado caso de Majadahonda a la desaparición de la mujer argentina de 55 años, Adriana Gioiosa, inquilina del casero de la vivienda, y a la tía y propietaria de la casa, Lidia Hernández Fernández, según ha explicado esta mañana el comandante jefe de la Compañía de Majadahonda, Julián Martínez Power. Los investigadores se van a centrar en 20.000 toneladas de basura inmovilizadas en el vertedero de Pinto, donde fueron arro...

La Guardia Civil ha limitado el llamado caso de Majadahonda a la desaparición de la mujer argentina de 55 años, Adriana Gioiosa, inquilina del casero de la vivienda, y a la tía y propietaria de la casa, Lidia Hernández Fernández, según ha explicado esta mañana el comandante jefe de la Compañía de Majadahonda, Julián Martínez Power. Los investigadores se van a centrar en 20.000 toneladas de basura inmovilizadas en el vertedero de Pinto, donde fueron arrojadas las basuras del municipio madrileño en las fechas de la desaparición de la mujer.

La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, ha comparecido esta mañana junto con los mandos de la Guardia Civil de Madrid para dar algunas explicaciones de la desaparición de Adriana Gioiosa. La denuncia por parte del hermano de la víctima, Eduardo Gabriel, se produjo el día 6 de abril, cuando acudió a España al ver que su familiar no le cogía las llamadas telefónicas.

La Guardia Civil procedió al día siguiente, el 7 de abril, a la entrada al chalé situado en el número 6 de la calle Sacedilla y comprobó que la mujer no estaba, pero que tenía algunos efectos personales en la vivienda. Cuando los agentes intentaron acceder a algunas zonas de la casa, el casero,Bruno Hernández Vega, de 32 años, se lo impidió.

Por ello y ante la sospecha de que fuera el autor de la desaparición, le detuvieron. Tras conseguir el preceptivo mandamiento judicial inspeccionaron ese mismo día la vivienda y hallaron los restos de sangre y la trituradora de carne industrial en el garaje. El día 8 registraron la vivienda del casero, en la calle Teruel de Móstoles, donde localizaron algunos efectos personales de la víctima como el ordenador portátil.

La Guardia Civil ya ha localizado a los seis inquilinos cuyos contratos de alquiler fueron hallados en el chalé de Majadahonda. Se encuentran en sus respectivos países, en especial en Latinoamérica, o en algún domicilio de Madrid. La Guardia Civil no quiere hablar todavía de homicidio respecto al caso de Adriana Gioiosa y está pendiente de que se confirmen todas las pruebas de ADN y restos biológicos recogidos tanto en la vivienda como en el coche de la víctima. Este fue localizado a unos 900 metros del piso de Móstoles por la Policía Local.

La Guardia Civil va a iniciar el cotejo de todos los registros oficiales, en especial de la Seguridad Social para ver si la tía del detenido, Lidia Hernández Fernández, se encuentra todavía viva y dónde reside. Los agentes el instituto armado han localizado alguna cuenta corriente donde cobra la pensión y hay domiciliado algún recibo, como el IBI o la luz, pero desconoce por el momento su paradero.

Martínez Power ha destacado que el detenido no ha colaborado en ningún momento en las investigaciones y que se ha mostrado frío y distante en todo momento. También están investigando sus antecedentes psiquiátricos, por lo que han pedido los informes a los centros médicos en los que ha sido atendido. Algunas fuentes hablan de que sufre esquizofrenia.

La Guardia Civil está a la espera de conseguir medios y financiación para movilizar las 20.000 toneladas que están separadas en el vertedero de Pinto. Uno de los vecinos de la calle de Las Acedillas declaró antes de que el caso saltara a los medios de comunicación que había visto salir al detenido con varias bolsas de basura y que las manejaba con mucho cuidado para que no se les rompieran. Además, las depositó en diversos contenedores. Esto hace suponer a los agentes que sí pudo deshacerse del cuerpo por este medio, por lo que han centrado sus pesquisas en el vertedero de Pinto.