Crónica

Fuego en la sala

Federico Luppi interpreta al general responsable del incendio de un teatro, visitado en su vejez, en prisión, por una periodista

En la madrugada del 6 de agosto de 1981, el bonaerense teatro del Picadero ardió, víctima de un atentado con bombas incendiarias. El incendio había sido ordenado por la dictadura para reprimir la oposición cultural que estaba teniendo lugar en su escenario. Teatro Abierto era el nombre de la iniciativa que se estaba llevando a cabo: convocaba a actores, directores, dramaturgos de la escena independiente. Después del incendio, la reacción popular fue enorme y las funciones continuaron en otro teatro, el Tabarís, en la calle Corrientes.

“A los militares argentinos, tan expertos en armas”,...

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En la madrugada del 6 de agosto de 1981, el bonaerense teatro del Picadero ardió, víctima de un atentado con bombas incendiarias. El incendio había sido ordenado por la dictadura para reprimir la oposición cultural que estaba teniendo lugar en su escenario. Teatro Abierto era el nombre de la iniciativa que se estaba llevando a cabo: convocaba a actores, directores, dramaturgos de la escena independiente. Después del incendio, la reacción popular fue enorme y las funciones continuaron en otro teatro, el Tabarís, en la calle Corrientes.

“A los militares argentinos, tan expertos en armas”, dice Hugo Urquijo, “les salió el tiro por la culata”.

Urquijo fue entonces miembro de Teatro Abierto y ahora es el director de la obra teatral El Reportaje, que puede verse en los Teatros del Canal hasta el domingo. En ella, Federico Luppi interpreta al general responsable del incendio, que es visitado en su vejez, en prisión, por una periodista española (interpretada por Susana Hornos) para hacerle una entrevista en televisión. Un texto de Santiago Varela que fue estrenado en Buenos Aires en 2014: en 2012 el teatro El Picadero reabrió sus puertas y el año pasado se celebró un homenaje al Teatro Abierto que fue inaugurado por esta obra.

“La acción transcurre hoy en día y no en los ochenta”, dice el director, “y aquí se da la novedad: el general está preso. Novedad porque los militares de la dictadura gozaron de impunidad durante los ochenta y noventa, pero ahora se han abolido las leyes de punto final y de perdón y los generales por fin están siendo procesados”.

Hay paralelismos con épocas más oscuras de la historia reciente de España: “Es una obra muy próxima a nosotros”, dice Albert Boadella, director de los Teatros del Canal, que en el franquismo también dio con los huesos en la cárcel por cuestiones teatrales. “Además”, continúa, “esto nos hace ser conscientes de la poderosa fuerza del teatro, cuya acción directa hace que la memoria se convierta en presente”.

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