Mas refuerza el mensaje soberanista en Europa con un nuevo delegado

Amadeu Altafaj, un periodista de larga carrera europea que le llevó a ser portavoz del anterior comisario de Finanzas, Olli Rehn, será el nuevo representantede la Generalitat en Bruselas. Políglota, inteligente, capaz de servir a señores con intereses muy diversos, Altafaj tiene una buena agenda tanto en las instituciones comunitarias (y en particular la Comisión Europea) como en la sala de prensa del Berlayment, que pisa desde hace casi un cuarto de siglo.

Barcelonés de 46 años, no solo su experiencia comunitaria sino su creciente identificación pública con el soberanismo a través de l...

Amadeu Altafaj, un periodista de larga carrera europea que le llevó a ser portavoz del anterior comisario de Finanzas, Olli Rehn, será el nuevo representantede la Generalitat en Bruselas. Políglota, inteligente, capaz de servir a señores con intereses muy diversos, Altafaj tiene una buena agenda tanto en las instituciones comunitarias (y en particular la Comisión Europea) como en la sala de prensa del Berlayment, que pisa desde hace casi un cuarto de siglo.

Barcelonés de 46 años, no solo su experiencia comunitaria sino su creciente identificación pública con el soberanismo a través de las redes sociales le han facilitado su acercamiento al Gobierno de Artur Mas y su conversión en el impulsor de su mensaje en Europa. Su nombramiento aún no es oficial, pero fue confirmado por el consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, en declaraciones a RAC1, después de que lo adelantara el diario Ara en su edición de ayer.

Su llegada significa un claro cambio de tendencia respecto del perfil bajo del actual delegado, Pere Puig: un funcionario europeo que ha rehuido el protagonismo y que el día de las votaciones de la consulta del pasado 9 de noviembre se escondía de la prensa para que no se supiera que estaba por allí.

Todo lo contrario de Altafaj, que lleva ya tiempo proclamando a través de Twitter su más bien súbita conversión al soberanismo y que en 2013 anunció que se uniría a la cadena humana soberanista del 11 de septiembre de aquel año. Lo hizo en Zúrich.

Un perfil mediático y soberanista que casamuy bien con el perfil que impulsa el consejero de Presidencia, Francesc Homs,al frente de las delegaciones exteriores de la Generalitat. El caso de Bruselas tiene especial relevancia porque ya no se trata de un mero delegado: el Gobierno catalán lo convirtió desde el 23 de diciembre en un representante permanente ante la UE con rango de director general.

El nombramiento de Altafaj para ocupar ese cargo por primera vez viene a ser un reconocimiento de que la posición de Bruselas y de los socios europeos es trascendental para el futuro del movimiento soberanista. Hasta ahora, ni la Comisión ni los principales Estados miembros han ocultado su incomprensión, cuando no hostilidad, hacia el independentismo catalán. Los medios europeos se han hecho eco de la situación catalana, pero sobre todo en momentos concretos como en las elecciones al Parlamento de Cataluña o en las votaciones del 9-N. Pero no muestran tampoco una gran comprensión de las complejidades de fondo.

Aunque Amadeu Altafaj estará también al frente del trabajo técnico que ya ahora desarrolla la delegación, su principal objetivo será la promoción, defensa y apoyo del proceso soberanista, con especial énfasis en las tareas de loby y poniendo también un gran acento en la comunicación política y de explicación a todos los niveles, incluido el mediático.

Altafaj no es un hombre ajeno a la controversia. Tras un breve paso por este y otros medios a su llegada a Bruselas, acabó compaginando el periodismo con tareas de asesoría al entonces presidente del Parlamento Europeo y político popular, José María Gil Robles. Luego pasó tres años como corresponsal del diario ABC en Bruselas.

Casado con una mujer holandesa (con la que tiene una hija de 15 años), su excelente conocimiento del neerlandés y del francés le facilitaron su entrada en la Comisión Europea junto al comisario liberal belga Louis Michel. Luego pasó a ser portavoz del finlandés Olli Rehn, vicepresidente responsable de Asuntos Económicos y Monetarios. Al cabo de tres años pasó al gabinete de Rehn, un cambio que algunos interpteraron como un premio a su valía y otros como un castigo tras varias polémicas con el Gobierno y medios conservadores españoles, uno de los cuales llegó a pedir su dimisión. Desde la marcha de Rehn el verano pasado, Altafaj estaba en los pasillos y su contrato acababa a final de este mes. Su disponibilidad ha sido también un factor que ha jugado a su favor.