hacia el final del terrorismo

Duro golpe de la oposición al plan Hitzeman del Gobierno vasco

Coinciden en que se trata de una idea propagandística aunque Lokarri la apoya

Bilbao -

Jonan Fernández, la máxima apuesta del lehendakari, Iñigo Urkullu, para encauzar las propuestas de paz en el nuevo escenario de un País Vasco sin violencia, sigue sin suerte en sus iniciativas. Después de que la gran apuesta del Plan de Paz y Convivencia siga sin alcanzar un punto mínimo de entendimiento entre las fuerzas sociales y políticas, ahora llega el programa Hitzeman para favorecer reinserción de presos condenados por terrorismo y, que, sin embargo, parece condenado al fracaso tras la demoledoras críticas de los partidos de oposición.

La única excepción a esta devastadora reacc...

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Jonan Fernández, la máxima apuesta del lehendakari, Iñigo Urkullu, para encauzar las propuestas de paz en el nuevo escenario de un País Vasco sin violencia, sigue sin suerte en sus iniciativas. Después de que la gran apuesta del Plan de Paz y Convivencia siga sin alcanzar un punto mínimo de entendimiento entre las fuerzas sociales y políticas, ahora llega el programa Hitzeman para favorecer reinserción de presos condenados por terrorismo y, que, sin embargo, parece condenado al fracaso tras la demoledoras críticas de los partidos de oposición.

La única excepción a esta devastadora reacción de las fuerzas EH Bildu, PSE y PP en el Parlamento vasco llega por medio de Lokarri. Esta red ciudadana entiende, sin embargo, que se traya de una "una aportación interesante y constructiva porque va más allá de los simples titulares y porque hace un esfuerzo por plantear un recorrido viable para las personas presas", señala en un comunicado ofrecido este sábado.

Mientras se suceden las críticas a este plan que fue presentado el pasado jueves por los principales responsables del área de Paz y Convivencia del Gobierno vasco y que dirige Jonan Fernández.

La idea de sus promotores es posibilitar itinerarios personales para la reinserción y resocialización de presos, pero hasta ahora nadie le ha arrojado demasiado verosimilitud porque entienden que el Gobierno vasco carece de las competencias suficientes para articular este paso que pretenden ofrecer.

El rechazo desde Etxerat y la fría acogida complican su viabilidad

Sortu y Etxerat ya se manifiestaron el pasado viernes, descalificando el objeto de este plan. Por tanto, se trata de una nueva iniciativa que puede tener muy difícil aplicación en base a la unanimidad en su rechazo, excepción hecha de Lokarri, una red muy activa en propiciar puntos de encuentros para la paz en ausencia de la violencia.

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Durante una tertulia, ya habitual los sábados en Radio Euskadi, los portavoces de la oposición parlamentaria han coincidido, desde distintas ópticas, en el rechazo al plan que ahora puede verse comprometido en cuanto a su viabilidad.

El parlamentario de EH Bildu Oskar Matute ha denunciado que el Ejecutivo vasco da por buenas las medidas de excepcionalidad que se aplican a los presos de ETA y propone iniciativas en materia penitenciaria que no depende de él, por lo que, a su juicio, es solo "una declaración de intenciones que no resuelve problemas".

En ese mismo sentido, desde el PSE Txarli Prieto ha considerado ese programa "es pura propaganda" del lehendakari ya que "nace muerto" porque debería haberse diseñado sobre un acuerdo con el Gobierno español, que es el competente en política penitenciaria.

El PP ha calificado el programa como "un coladero de apariencias", en el que además, "falta la exigencia de arrepentimiento a los terroristas", antes de ofrecerles una vía para su reinserción.

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