Primeras multas por recoger setas sin autorización en la Val d’Aran
Una ordenanza regula la actividad en los bosques de la zona desde la pasada primavera
Los agentes de Medio Natural del Conselh Generau d’Aran –máxima institución de gobierno en el valle de Aran- han realizado las tres primeras confiscaciones de setas recogidas sin autorización desde que, la pasada primavera, entró en vigor la ordenanza que regula la actividad en los bosques de esa zona. Los infractores multados son ciudadanos de países del Este, a quienes requisaron ocho cajas de setas con un peso de entre 30 y 40 kilos.
La fiebre por las setas ya ha empezado a propagarse por los bosques pirenaicos. Las últ...
Los agentes de Medio Natural del Conselh Generau d’Aran –máxima institución de gobierno en el valle de Aran- han realizado las tres primeras confiscaciones de setas recogidas sin autorización desde que, la pasada primavera, entró en vigor la ordenanza que regula la actividad en los bosques de esa zona. Los infractores multados son ciudadanos de países del Este, a quienes requisaron ocho cajas de setas con un peso de entre 30 y 40 kilos.
Los infractores multados llevaban ocho cajas de setas con un peso de entre 30 y 40 kilos
La fiebre por las setas ya ha empezado a propagarse por los bosques pirenaicos. Las últimas lluvias hacen presagiar que esta será una buena campaña para adentrarse en los bosques en busca del exquisito manjar, siempre que dicha actividad no esté regulada como en el caso del Aran, donde solo se permite recoger setas sin ningún coste a residentes, propietarios de segundas residencias y clientes que se alojen en un establecimiento turístico del valle. Algunos hoteles incluso ofrecen paquetes que incluyen la estancia y un pase para coger setas.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Natural del Aran, Josep Enric Arró, señala que el objetivo de la normativa es disuadir a aquellas personas o bandas que se dedican a recoger setas con ánimo de lucro y evitar daños en el sotobosque. “Intervenciones como las realizadas la semana pasada justifican plenamente la existencia de la ordenanza”, añade Arró.
Los agentes de Medio Ambiente y los Mossos d’Esquadra son los encargados de hacer cumplir la normativa, que prevé multas para los infractores que van desde los 30 euros hasta los 3.000 en casos de reincidencia.