Los decanos de la UB piden un “amplio debate” y consenso sobre la reforma

Los estudiantes ven en el proyecto un intento de aumentar el control político de las facultades

La reforma proyectada por la Universidad de Barcelona (UB), que prevé una reducción a la mitad del número de facultades y departamentos (que se quedarían en 10 y 55), ha dejado estupefacta a la comunidad educativa. Hasta ayer muy pocas personas conocían sus detalles y el jueves se dio a conocer a decanos, juntas de personal y directores de departamento en una jornada maratoniana en un hotel de Barcelona. Los sindicatos y el comité de empresa no tuvieron en sus manos el documento hasta este vie...

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La reforma proyectada por la Universidad de Barcelona (UB), que prevé una reducción a la mitad del número de facultades y departamentos (que se quedarían en 10 y 55), ha dejado estupefacta a la comunidad educativa. Hasta ayer muy pocas personas conocían sus detalles y el jueves se dio a conocer a decanos, juntas de personal y directores de departamento en una jornada maratoniana en un hotel de Barcelona. Los sindicatos y el comité de empresa no tuvieron en sus manos el documento hasta este viernes al mediodía, minutos antes que el rector Dídac Ramírez lo presentara a la prensa.

Ello ha hecho que pocos sectores valoren dicha reforma, avanzada hoy por este diario. Los decanos mantienen dos posturas ligeramente diferenciadas. La mayoría defienden el proyecto y sus objetivos. “La reforma es necesaria para ser más eficiente, que la universidad debe adaptarse a los nuevos tiempos y permitir títulos que tengan más viabilidad y más salida profesional”, valora el decano de la facultad de Filosofía, Norbert Bilbeny. No obstante, el docente manifiesta ciertas dudas sobre el calendario.No sé si se está haciendo muy rápido. Hay que tener en cuenta que una reforma de tanto calado necesita tiempo y mucho apoyo de toda la comunidad”, valora.

Otro grupo reducido de decanos que prefiere no identificarse han realizado un manifiesto en que reclaman un calendario para que se pueda realizar “un amplio debate” de la reforma, así como una justificación más detallada de las medidas que se proponen, como por ejemplo la forma de elegir las facultades que se fusionan. Estos decanos temen que en este proceso de restructuración las áreas más pequeñas pierdan visibilidad.

El comité de empresa de momento prefiere no pronunciarse porque justo recibieron el documento ayer al mediodía y le recordó a la universidad tiene que negociar la reforma de la universidad y, pero ya avisa que no aceptará una reducción de la plantilla.

Por su parte, los estudiantes ven en la reducción de facultades “un intento de controlar los decanos”, valoran desde la Asociación de Estudiantes Progresistas (AEP). Esto ligaría, según el sindicato, con la fallida reforma de los Estatutos, que preveían que los decanos fueran elegidos a dedo por el propio rector. Los estudiantes temen que la reestructuración de la UB suponga despidos y en una reducción de titulaciones.

El rector ha insistido este viernes que la reforma “no tiene ninguna finalidad de reducción del personal”. Ramírez ha asegurado que el adelgazamiento de la estructura no es “una reducción indiscriminada, sino un proceso creativo para hacer las facultades más potentes y con más capacidad de internacionalización”. El rector ha subrayado que ahora se abre un proceso de debate y de incorporación de ideas, que se visualizará sobre todo en el claustro extraordinario del 7 de julio. “Es una propuesta, no es una imposición”, ha remachado Ramírez.

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