El tribunal critica la actitud de algunos científicos contrarios a alejar el buque

Les reprocha que no hubiesen expuesto su postura en el primer momento del accidente

La sentencia que ha dejado sin culpables la catástrofe del Prestige defiende en líneas generales la decisión del Gobierno de llevar al buque a alta mar, para lo que desliza algunas críticas a científicos que posteriormente se pronunciaron en contra de esa medida. Los tres magistrados de la Audiencia coruñesa admiten que, al decidir alejar el petrolero, se asumía el riesgo de que el fuel se desperdigase por la costa, pero no en la dimensión que alcanzó finalmente la marea negra. “Todo indica”, explica la sentencia “que la extensión de los efectos del vertido era previsible, aunque es dudoso que...

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La sentencia que ha dejado sin culpables la catástrofe del Prestige defiende en líneas generales la decisión del Gobierno de llevar al buque a alta mar, para lo que desliza algunas críticas a científicos que posteriormente se pronunciaron en contra de esa medida. Los tres magistrados de la Audiencia coruñesa admiten que, al decidir alejar el petrolero, se asumía el riesgo de que el fuel se desperdigase por la costa, pero no en la dimensión que alcanzó finalmente la marea negra. “Todo indica”, explica la sentencia “que la extensión de los efectos del vertido era previsible, aunque es dudoso que se considerase en algún momento el extraordinario alcance de los daños”.

 “La llegada masiva de fuel a lugares muy alejados no parece que fuera un pronóstico fiable entonces y no parece que nadie advirtiese desde la perspectiva científica que tal fuese la posibilidad inmediata”, agregan los magistrados. El tribunal señala que si bien el Gobierno “prescindió de consultar a ciertos colectivos y a determinados científicos que ahora abundan en lo craso del error” de alejar el Prestige, esas voces críticas que surgieron posteriormente “en su mayor parte guardaron silencio [en el momento del accidente] al no haber sido requeridos al efecto”.

En otro momento, la sentencia también pone en cuestión que el lugar de abanderamiento del Prestige, las Bahamas, pueda ser considerado de conveniencia. Es más, los magistrdos señalan que el pabellón de ese país “está considerado a nivel mundial de forma muy positiva, incluso mejor que el abanderamiento español”. El tribunal razona que el motivo para registrar el buque en ese país caribeño puede deberse a las ventajas fiscales y las facilidades para lograr los permisos de navegación e “interferir en los controles técnicos”. Pero eso no prueba, insisten, ninguna responsabilidad penal.

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