Los niños del Alta Ribagorça empiezan el curso

Los padres de los niños de la comarca leridana del Alta Ribagorça que no habían iniciado aún el curso escolar para exigir la gratuidad del comedor han llevado hoy a sus hijos al colegio con normalidad a pesar de no estar de acuerdo con la propuesta del Departamento de Enseñanza de pagar solo la mitad del servicio: 3,10 euros diarios por alumno.

Los padres decidieron en una asamblea celebrada a última hora de ayer poner fin a la protesta iniciada el pasado jueves y continuar con otro tip...

Los padres de los niños de la comarca leridana del Alta Ribagorça que no habían iniciado aún el curso escolar para exigir la gratuidad del comedor han llevado hoy a sus hijos al colegio con normalidad a pesar de no estar de acuerdo con la propuesta del Departamento de Enseñanza de pagar solo la mitad del servicio: 3,10 euros diarios por alumno.

Los padres decidieron en una asamblea celebrada a última hora de ayer poner fin a la protesta iniciada el pasado jueves y continuar con otro tipo de movilizaciones, ya que no están de acuerdo con los recortes ni con la última propuesta de Enseñanza, que les garantiza la gratuidad del transporte y el 50% del comedor durante este curso y el próximo.

La consejera Irene Rigau recordó el martes a los padres la obligación que tenían de llevar a sus hijos a la escuela y les advirtió que la administración actuaría en caso de mantenerse en su actitud y de seguir incumpliendo el calendario escolar. “El derecho a la educación es sagrado y no es bueno que los niños ni asistan a clase”, dijo Rigau.

Las familias afectadas han decidido llevar a sus hijos a la escuela correspondiente a partir de hoy “para no perjudicar más ni a la escuela, ni a los compañeros, ni a la educación de nuestros hijos”, señalan en un comunicado, donde los padres anuncian que harán uso del servicio de transporte y comedor y que se declaran insumisos en el pago de estos servicios que consideran un derecho. “Desde un enfrentamiento responsable seremos firmes en la reclamación que hacemos ante la negación de ayudas a los núcleos agregados”, advierten.

Las familias consideran que no es justo tener que pagar por el transporte y por el comedor de sus hijos por pertenecer a un núcleo agregado a un municipio en el que sí hay escuela mientras que los que tengan que ir a un municipio vecino no tengan que hacerlo. “Vivir en el mundo rural y especialmente en territorios de montaña no puede ser sinónimo de discriminación ante un principio fundamental como es la igualdad de oportunidades”, señalan.