“Empezamos a ver luces al final del túnel”, augura Bizkaia
José Luis Bilbao insta a un acuerdo plural en un marco sin violencia
El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, se ha acompañado de un tono moderado para augurar la primera noticia positiva en los últimos años de crisis: “empezamos a ver luces al final del túnel”, dijo en su discurso anual con motivo de la festividad de San Ignacio y ante la tradicional representación de la sociedad vizcaína.
Tras guardar un minuto de silencio por la tragedia ferroviaria de Galicia, Bilbao ha desgranado...
El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, se ha acompañado de un tono moderado para augurar la primera noticia positiva en los últimos años de crisis: “empezamos a ver luces al final del túnel”, dijo en su discurso anual con motivo de la festividad de San Ignacio y ante la tradicional representación de la sociedad vizcaína.
Tras guardar un minuto de silencio por la tragedia ferroviaria de Galicia, Bilbao ha desgranado una intervención en tono positivo en materia económica y política, evitando cualquier arista aunque tenía motivos para ello. A pesar de la intencionada ausencia de EH Bildu y de la recortada presencia socialista —José Antonio Pastor, la referencia—, apostó por el acuerdo plural ahora que “dependemos de nosotros mismos” en un “escenario sin violencia”.
Incluso, delante del presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, eludió cualquier interferencia a pesar del disgusto que le causó el portazo de la patronal a la iniciativa del lehendakari Urkullu con los agentes sociales. Por eso prefirió subrayar que en Bizkaia la crisis “ha tocado fondo” y que “2014 será mejor que este año”.
Estos augurios, además, le permitieron poner en valor la gestión de su gobierno. “Nos ha tocado arriesgar y tomar decisiones. Poner lo mejor de nosotros para minimizar su impacto. Eso es gobernar”, dijo sin olvidarse de que “miramos hacia otros territorios y parece que podemos coger aire”. Para Bilbao, “la crisis ha tocado fondo en Bizkaia”. Para reforzar el valor de su gestión, el diputado general recordó que “manejamos recaudaciones de 2007 y obligaciones y gastos de 2013”, pero “tenemos la tranquilidad de haber hecho los deberes a tiempo”.
Tras incidir en los efectos de la corrupción y en la progresiva descomposición de los cimientos del Estado, “aunque aquí no lo hay porque somos diferentes” se encargó de precisar, su único aguijón explícito fue para los “mercaderes sin alma” que, a su juicio, han comprometido el futuro de “una industria estratégica y tractora” como el sector naval. Bilbao les señaló con el dedo porque “no dudaron en mirar para otro lado ante las ayudas públicas masivas a la banca” y ofreció el apoyo a los trabajadores afectados.
Desde esta mirada a la actualidad, Bilbao, sin citar esta vez a las víctimas del terrorismo tras la polémica del reciente homenaje en el premio Ilustres, apeló a la conquista de acuerdos desde una llamada a la responsabilidad y ofreciendo “diálogo y total vocación de acuerdo”.
En su despedida, el diputado general envió un cálido deseo de recuperación al alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, cuya obligada ausencia volvió a ser un tema recurrente en los distendidos corrillos del palacio foral.