Euskadi pierde 718 empresas en los dos primeros meses de este año
Confebask recalca que la cifra supone el 40% del total de 2012
Euskadi perdió en febrero 79 empresas y 399 autónomos, según datos de Confebask. Un total de 718 empresas han desaparecido en lo que va de año, una cifra que suma el 40% de las disueltas en todo 2012, mientras que en el caso de los trabajadores por cuenta propia el dato se sitúa en 1.097. Desde que se inicio la crisis, en mayo de 2008, se han perdido un total de 6.975 empresas, lo que supone un 11%, y 17.047 autónomos, un 8,9%.
Pese a que el número de e...
Euskadi perdió en febrero 79 empresas y 399 autónomos, según datos de Confebask. Un total de 718 empresas han desaparecido en lo que va de año, una cifra que suma el 40% de las disueltas en todo 2012, mientras que en el caso de los trabajadores por cuenta propia el dato se sitúa en 1.097. Desde que se inicio la crisis, en mayo de 2008, se han perdido un total de 6.975 empresas, lo que supone un 11%, y 17.047 autónomos, un 8,9%.
Pese a que el número de empresas que han cerrado en febrero es menor que el de enero, el ritmo de deterioro, de un 3,2%, se ha acelerado respecto a febrero de 2012. Desde entonces se han disuelto 1.931 empresas. El dato constituye en términos interanuales la pérdida más alta en un mes de febrero desde septiembre de 2009. Por lo que se refiere a los autónomos, el ritmo de deterioro interanual se ha situado en el 1,6%.
El cuarto trimestre de 2012, último del que se disponen datos, se batió también el récord de empresas en procedimientos concursales en el País Vasco, con 548, lo que supone un incremento anual del 43,8%. El sector más afectado es ámbito industrial en el que el aumento registrado fue de un 73,4%.
Las cifras indican, según Confebask, la gravedad e intensidad de la crisis económica, la más grave de nuestra historia, así como la necesidad y urgencia de poner en marcha planes y actuaciones que permitan apoyar la supervivencia de las empresas y la reactivación de la demanda interna como la mejor fórmula de preservar el empleo, el bienestar, la recaudación pública y el progreso económico y social.